Las buenas condiciones de salud hacen que los niños aprendan mejor en la escuela.

Desde el Ministerio de Desarrollo Humano se recordó a las familias formoseñas que un niño que tiene los controles de salud al día y que se siente bien, es un niño que aprende más y mejor, con total plenitud en sus facultades de crecimiento.

Por este motivo es necesario tomar ciertos recaudos necesarios para garantizar que los chicos comiencen las clases de forma saludable. Tener el calendario de vacunación completo y al día es una de las medidas esenciales que se debe cumplimentar para mantener al niño protegido contra una serie de enfermedades.
Los niños que ingresan al primer grado, de 5 a 6 años deben aplicarse tres vacunas. La triple viral, contra sarampión, rubeola y paperas; la Sabín, contra la poliomielitis y la DPT, contra la difteria, la tos convulsa y el tétanos.
A los 11 años, deben recibir las vacunas de refuerzos y además, las niñas, tienen que comenzar con la primera aplicación del esquema de vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (HPV), que previene contra el cáncer de cuello uterino.
Con respecto a la inmunización contra la Hepatitis B y la Triple Viral, es necesario verificar en el carnet de vacunación si fueron recibidas las dosis anteriores y en el caso de no tenerlas, resulta imprescindible acercar a los chicos a un centro de salud o a un vacunatorio para completar el calendario. Las vacunas son obligatorias y gratuitas y se aplican en todos los centros de salud del país.
Otra de las claves para un buen rendimiento escolar tiene que ver con la salud visual y auditiva. Muchas veces, los problemas asociados a la visión o audición son asociados a dificultades en el aprendizaje o a la falta de atención, considerándolos como mala conducta; es por eso que cuando más temprano se detecten, habrá más posibilidades de que no perjudiquen la salud de los niños. Los chequeos auditivos, visuales y odontológicos de rutina son fundamentales y deben cumplimentarse.
Los chicos en edad escolar viven un proceso de crecimiento que implica cambios corporales y adquisición de hábitos, por eso hay que ofrecerles una alimentación variada y nutritiva. Los padres y docentes deben evitar que los niños consuman comidas ricas en grasas o azúcares porque, no sólo no aportan las vitaminas, minerales y otros nutrientes necesarios, sino que pueden provocar obesidad infantil.
De tal modo que para prevenir el sobrepeso se recomienda a los adultos fomentar hábitos de vida saludables entre los más chicos, que incluya la ingesta de frutas, verduras, cereales y carnes en sus debidas proporciones, más la práctica periódica de actividad física. Una buena alimentación debe acompañarse siempre de una apropiada higiene bucal, que sumada a los controles odontológicos periódicos harán posible que el niño tenga una buena salud bucal.
Estas son algunas de las recomendaciones que el MDH aconseja a la población en general con respecto a los cuidados que debe tenerse con los niños, teniendo en cuenta que recientemente se ha iniciado un nuevo ciclo lectivo, para lo cual resulta primordial el acompañamiento de las personas adultas, quienes no sólo deben estar atentos a las cuestiones físicas, sino también a sus inquietudes psíquicas y emocionales.
06-03-2013 | Cargada en Sociales - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social