Avanzan las aguas del bañado y disminuye creciente en la alta cuenca.

Las aguas del río Pilcomayo se vuelcan hacia territorio formoseño aunque un 5 % de ellas reingresa por desbordes, a la altura de Lote 8, hacia el Paraguay, produciéndose un raudo encauzamiento hacia el bañado La Estrella ...

Las aguas del río Pilcomayo se vuelcan casi totalmente hacia territorio formoseño aunque un 5 % de ellas reingresa por desbordes, a la altura de Lote 8, hacia el Paraguay, produciéndose un raudo encauzamiento hacia el bañado La Estrella que , con el aporte del último “pico” ha llegado hasta el terraplen de la ruta 28 y avanza hacia las números 26 y 24, generando expectación lo que vaya a ocurrir cuando impacten en pocos días más en esas comarcas.
Pese al volumen significativo que arrastra el bañado, con un ingreso en enero de casi 2.900 hectómetros cúbicos, en este momento la situación tiende a estabilizarse ya que el riesgo de un nuevo impacto extraordinario quedó devaluado al verificarse las informaciones procedentes en Bolivia y que permiten saber que no toda la copiosa lluvia caída en las nacientes se ha volcado al cauce del Pilcomayo sino que se ha repartido entre otras cuencas del altiplano.
Las revelaciones las formuló el titular de la Unidad Coordinadora Provincial del Agua, ingeniero Rafael Silva, quien estuvo en la zona acompañando al gobernador Gildo Insfrán y el fin de semana último, en otro viaje, compartiendo la tarea de observación con el ministro de Planificación, Inversiones y Obras Públicas, doctor Jorge Ibáñez.
Silva se mostró satisfecho por el comportamiento excelente de las correderas que fueron limpiadas o adaptadas en nuevos cauces para completar una línea de 55 kilómetros de derivadoras fluviales hacia el bañado La estrella.


Se evitaron daños


Explicó que de no haberse hecho estos trabajos, el “pico” del Pilcomayo hubiese anegado completamente las comunidades y parajes del norte de Ramón Lista, incluidos los pozos petrolíferos de palmar Largo y la importante producción apícola de El Potrillo, zonas donde habitan unas 3.000 personas.
Silva reconoció que también tuvieron influencia en la disminución del grado de gravedad de la emergencia, las defensas construidas para proteger a los pueblos más expuestos a la crisis hídrica.
Citó el caso de las ejecutadas en El Potrillo sobre una longitud de 18 kilómetros, a una cota de 1,70 y 1,80 metros. Aquí hizo notar que el volumen del agua fue tal cuando la llegada del “pico” que las correderas resultaron insuficientes a tal punto que las riadas llegaron a alcanzar el nivel de un metro contra los murallones protectores.
El titular de la UPCA dijo que al cargarse el bañado y al escurrir las aguas en sentido oeste-este hubo preocupación por lo que pudiese acontecer en La Rinconada, aunque por decisión del gobernador se movilizaron las máquinas de Vialidad provincial que recrecieron los muros defensivos a lo largo de 2.000 metros, evitándose el anegamiento lugareño.


El asedio del agua


De todos modos, su relato señala otras dos situaciones dispares: por un lado, hubo cortes sobre la traza de la ruta 86 a la altura de Puerto Irigoyen y por el otro el reforzamiento de los anillos que entornan el paraje, impidió que haya riesgos en Fortín Soledad.
“El pueblo ha quedado bien defendido...hay buena revancha”, tranquiliza Silva.
El funcionario consigna que las aguas del bañado avanzaron hacia el río del Norte aportando sus caudales en la zona de El Descanso mientras que en un par de jornadas se estima que habrá extendido sus beneficios al sector comprendido  entre San Martín dos y Posta Cambio Salazar, unos 170 kilómetros de longitud total.
“Ahora el bañado ya ha llegado a la ruta 28 y está sobrepasando el antiguo terraplén de 750 metros que hemos mejorado. En algunos días más se contará con el nuevo vertedero de 800 metros que de ser necesario se lo habrá de utilizar, ampliándose de ese modo la capacidad de descarga”, apuntó.
Respecto de la sobras hidroviales, hizo notar que hay un punto denominado El Partidor desde donde derivan tres canales beneficiados con las aguas del bañado. Uno de ellos es el denominado Canal del este que deriva el vital líquido hacia la zona de Cacique Coquero; el segundo, Montelindo, que opera en diagonal llevando agua a Pozo del Tigre y el tercero que está trazado paralelamente al terraplén de la ruta 28 que es el que conduce el agua hasta Las Lomitas.


Un poco de alivio


Rafael Silva se mostró más aliviado cuando llegaron los datos de Villamontes que consignan que no será tan fuerte la presión de una nueva creciente que se estaba esperando a raíz de las copiosas lluvias en la zona de Bolivia. “Llovió muchísimo pero repartido, algo le tocó a la cuenca del Pilcomayo pero muy poco ya que se extendió más a otros cauces bolivianos que no están comunicados con nuestro río”,señaló.
Las expectativas de los técnicos formoseños y de los integrantes del Comando de Emergencia están centradas en lo que va a acontecer antes que termine la presente semana en la ruta 26 que vincula Pozo del Tigre con San Martín Uno y Lugones y en una semana lo que puede pasar con la 24 entre Estanislao del Campo, Unión Escuela y San Martín Dos, no descartándose la eventualidad de algunos cortes.
“En síntesis, si bien estamos atentos a lo que pudiese ocurrir, en Villamonte no se registran crecidas y por ahora no hay motivos para la alarma”, comentó Silva quien ha insistido en que “ el sistema tiende a estabilizarse”.

22-02-2006 | Cargada en Novedades - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social