Informaciones transmitidas por distintos sectores de la comunidad del oeste provincial están dando cuenta de los múltiples inconvenientes que se están generando allí por las medidas de fuerza adoptadas por algunos pobladores originarios.
Por ejemplo, se reporta que están cortando el acceso a Los Blancos-Palmar Largo, lo que impide el ingreso, por ejemplo, a las áreas de producción de hidrocarburos de El Surubí y El Chivil.
La data consigna que esta situación impide la normal evacuación del crudo a tal punto que los tanques lugareños prácticamente están agotados lo que implica que se está en vísperas de la paralización de las actividades de producción de petróleo.
Como se sabe, de ocurrir ello, se genera toda una cadena de impacto desfavorable para la provincia en materia de regalías y del impuesto a los ingresos brutos, entre otras consecuencias.
Otra de las referencias vecinales tienen que ver con la actitud de los movilizados sobre la ruta de acceso a la zona ya que producen cortes en el servicio de energía eléctrica arrojando boleadoras de alambre sobre los cables que distribuyen el valioso fluido en el departamento Ramón Lista.
Mientras asumen ese comportamiento que genera malestar en el resto de la población, la provincia a través de recursos humanos y maquinarias viales está trabajando intensamente en la zona para ejecutar trabajos que permitan prevenir cualquier derivación no deseada de la creciente estacional del río Pilcomayo y sus desbordes.
Esta consolidación de los murallones de defensa así como la limpieza y ampliación de las correderas fluviales para evitar el anegamiento de las comunidades de la región coincide con el corte de ruta y del servicio eléctrico así como los comportamientos reñidos con la convivencia que asumen los que se mantienen sobre la calzada de la ruta 39.
La data consigna que esta situación impide la normal evacuación del crudo a tal punto que los tanques lugareños prácticamente están agotados lo que implica que se está en vísperas de la paralización de las actividades de producción de petróleo.
Como se sabe, de ocurrir ello, se genera toda una cadena de impacto desfavorable para la provincia en materia de regalías y del impuesto a los ingresos brutos, entre otras consecuencias.
Otra de las referencias vecinales tienen que ver con la actitud de los movilizados sobre la ruta de acceso a la zona ya que producen cortes en el servicio de energía eléctrica arrojando boleadoras de alambre sobre los cables que distribuyen el valioso fluido en el departamento Ramón Lista.
Mientras asumen ese comportamiento que genera malestar en el resto de la población, la provincia a través de recursos humanos y maquinarias viales está trabajando intensamente en la zona para ejecutar trabajos que permitan prevenir cualquier derivación no deseada de la creciente estacional del río Pilcomayo y sus desbordes.
Esta consolidación de los murallones de defensa así como la limpieza y ampliación de las correderas fluviales para evitar el anegamiento de las comunidades de la región coincide con el corte de ruta y del servicio eléctrico así como los comportamientos reñidos con la convivencia que asumen los que se mantienen sobre la calzada de la ruta 39.