Los formoseños y turistas pueden visitar en el Galpón "C" del Paseo Costanero "Vuelta Fermosa" la nueva y atractiva muestra de "Pesebres del Mundo", la cual está abierta al público a diario a partir de las 20, y que se mantendrá hasta el día 6 de enero abierta.
En la exposición se encontrará más de 450 pesebres de todas partes del mundo con una ambientación que hace referencia al inicio del (pesebre), que se dio por el año 1223 de la mano de San Francisco de Asís y la colectividad italiana que se afincó en América. Por eso se llama: "La Patria Gringa: Italia".
Esta actividad reúne a las familias en torno al pesebre y reafirma una vez más al complejo cultural Vuelta Fermosa como espacio de tradiciones y vanguardias donde la creatividad, la comunión de ideas y la pasión, brindan un correlato expresivo de las necesidades manifiestas en el entorno sociocultural formoseño.
Los visitantes se encontrarán con una "preciada colección" de pesebres, algunos muy sencillos y otros más refinados; de diferentes materiales: madera, vidrio, cigarros, plástico, piedra, chala, semillas, hojas de tabaco, papel, y muchos otros elementos, los hay grandes y muy pequeños, unos productos de la tecnología más avanzada, otros muy rudimentarios, pero todos transmiten la fuerza del espíritu y la emoción de verlos tan cerca.
Con mucha modestia, pero insistentemente año tras año, la Familia Duca impulsa retomar nuestra tradición navideña, recuperando los pesebres no solamente como una valorización religiosa sino también rescatando la familia como valor propio y necesario para poder conformar una sociedad más solidaria y con contención afectiva. En esta etapa de globalización, son los propios valores culturales de un pueblo, los que evitarán su desaparición o despersonalización.
Esta actividad reúne a las familias en torno al pesebre y reafirma una vez más al complejo cultural Vuelta Fermosa como espacio de tradiciones y vanguardias donde la creatividad, la comunión de ideas y la pasión, brindan un correlato expresivo de las necesidades manifiestas en el entorno sociocultural formoseño.
Los visitantes se encontrarán con una "preciada colección" de pesebres, algunos muy sencillos y otros más refinados; de diferentes materiales: madera, vidrio, cigarros, plástico, piedra, chala, semillas, hojas de tabaco, papel, y muchos otros elementos, los hay grandes y muy pequeños, unos productos de la tecnología más avanzada, otros muy rudimentarios, pero todos transmiten la fuerza del espíritu y la emoción de verlos tan cerca.
Con mucha modestia, pero insistentemente año tras año, la Familia Duca impulsa retomar nuestra tradición navideña, recuperando los pesebres no solamente como una valorización religiosa sino también rescatando la familia como valor propio y necesario para poder conformar una sociedad más solidaria y con contención afectiva. En esta etapa de globalización, son los propios valores culturales de un pueblo, los que evitarán su desaparición o despersonalización.