Momentos emotivos se acaban de vivir en la residencia para adultos "Regina Godoy de Puppo", donde más de una veintena de niños de comedores comunitarios de la ciudad compartieron una gratificante jornada intergeneracional con los abuelos asistidos en esta institución.
Una faceta muy especial del encuentro estuvo dado en que los pequeños regalaron a los abuelos y abuelas los panes dulces que ellos mismos habían elaborado en el marco de una iniciativa que de manera conjunta han lanzando la asociación civil "Unidad, Esfuerzo y Trabajo" y el ministerio de la Comunidad.
"Compartir" es la consigna de esta propuesta de connotaciones estrechamente vinculadas a la festividad navideña y gestos de solidaridad que emanan de ella, y que se trata de niños de comedores comunitarios de esta capital que son capacitados con el propósito de elaborar más de un millar de pan dulces a efectos de regalarlos a chicos institucionalizados en hogares, centros de discapacitados y residencias de adultos mayores, como fue este caso y donde los que compartieron con los adultos fueron pequeños de los barrios Venezuela y La Colonia.
Estos han sido justamente los primeros en ser capacitados en la elaboración de los panificados, para lo cual se dispone de una repostera y la cartera de la Comunidad aporta insumos, además de coordinar los cursos para los pequeños de los demás centros y comedores comunitarios, acompañados por sus padres que adhirieron gustosos a la iniciativa.
La propuesta, según señala Arminda Quiñónez, la presidenta de la asociación, encontró "un importante respaldo del gobierno que a través del ministro de la Comunidad, Telesforo Villalba y sus colaboradores como el subsecretario de Atención a la Comunidad Luis Ferreira que nos acompañan permanentemente, y la primera experiencia en cuanto a llegar con los panes dulces, en este caso a los abuelos de la residencia fue muy gratificante y enriquecedor, tanto para los niños como los adultos".
"Compartieron más que el regalo de los panes dulces, sino que conversaron y jugaron juntos, fue sin dudas un encuentro intergeneracional bellísimo, y que seguramente repetiremos", dijo la dirigente social.
Sostuvo que "es gratificando ver el entusiasmo de nuestros "niños panaderos", tanto al amasar como al ver que salen del horno el producto terminado, que mas allá de ser de manera experimental en esta fase de capacitación en su gran mayoría, algunos ya lo están elaborando como producto final y entregando como a los abuelos, y lo será aun mas cuando en días previos a Navidad lo regalen a otros chicos".
"Experiencia maravillosa"
El ministro Villalba expuso que "estamos reforzando este tipo de alianzas entre el estado con las organizaciones libres del pueblo, y en este caso en particular acentuando en ayudar a materializar ideas que pueden transformarse en proyectos de fuerte contenido solidario".
Sobre este encuentro con los abuelos, expuso que "este tipo de jornadas intergeneracionales es uno de los principios básicos de una concepción de lo que significa envejecer en forma activa, que además de la interacción entre las personas de las generaciones extremas dentro del ciclo vital -niños, niñas y personas mayores- , propendemos a las relaciones entre todas las generaciones que conduzca a la eliminación de cualquier barrera discriminatoria contra las personas por razón de su edad y valorando cada vez más las ricas virtudes y experiencias que las personas mayores tienen".
Señaló que "en este caso hemos combinado dos iniciativas, la de los niños de los centros y comedores que producen panes dulces dentro de un espacio solidario pre-navideño con la de mantener a los adultos mayores activos, y realmente el resultado ha sido maravilloso. Una experiencia de bienestar individual y social, que constituyen verdaderas escuelas de solidaridad que permiten a sus participantes aprender cómo interactuar y relacionarse con éxito en entornos de las más diferentes generaciones".
Concluyó reflexionando que "sin esta cultura de convivencia intergeneracional se haría muy difícil alcanzar el tipo de solidaridad, de cohesión social, participación, inclusión y equidad que necesitamos para hacer de nuestras sociedades espacios para todas las edades".
"Compartir" es la consigna de esta propuesta de connotaciones estrechamente vinculadas a la festividad navideña y gestos de solidaridad que emanan de ella, y que se trata de niños de comedores comunitarios de esta capital que son capacitados con el propósito de elaborar más de un millar de pan dulces a efectos de regalarlos a chicos institucionalizados en hogares, centros de discapacitados y residencias de adultos mayores, como fue este caso y donde los que compartieron con los adultos fueron pequeños de los barrios Venezuela y La Colonia.
Estos han sido justamente los primeros en ser capacitados en la elaboración de los panificados, para lo cual se dispone de una repostera y la cartera de la Comunidad aporta insumos, además de coordinar los cursos para los pequeños de los demás centros y comedores comunitarios, acompañados por sus padres que adhirieron gustosos a la iniciativa.
La propuesta, según señala Arminda Quiñónez, la presidenta de la asociación, encontró "un importante respaldo del gobierno que a través del ministro de la Comunidad, Telesforo Villalba y sus colaboradores como el subsecretario de Atención a la Comunidad Luis Ferreira que nos acompañan permanentemente, y la primera experiencia en cuanto a llegar con los panes dulces, en este caso a los abuelos de la residencia fue muy gratificante y enriquecedor, tanto para los niños como los adultos".
"Compartieron más que el regalo de los panes dulces, sino que conversaron y jugaron juntos, fue sin dudas un encuentro intergeneracional bellísimo, y que seguramente repetiremos", dijo la dirigente social.
Sostuvo que "es gratificando ver el entusiasmo de nuestros "niños panaderos", tanto al amasar como al ver que salen del horno el producto terminado, que mas allá de ser de manera experimental en esta fase de capacitación en su gran mayoría, algunos ya lo están elaborando como producto final y entregando como a los abuelos, y lo será aun mas cuando en días previos a Navidad lo regalen a otros chicos".
"Experiencia maravillosa"
El ministro Villalba expuso que "estamos reforzando este tipo de alianzas entre el estado con las organizaciones libres del pueblo, y en este caso en particular acentuando en ayudar a materializar ideas que pueden transformarse en proyectos de fuerte contenido solidario".
Sobre este encuentro con los abuelos, expuso que "este tipo de jornadas intergeneracionales es uno de los principios básicos de una concepción de lo que significa envejecer en forma activa, que además de la interacción entre las personas de las generaciones extremas dentro del ciclo vital -niños, niñas y personas mayores- , propendemos a las relaciones entre todas las generaciones que conduzca a la eliminación de cualquier barrera discriminatoria contra las personas por razón de su edad y valorando cada vez más las ricas virtudes y experiencias que las personas mayores tienen".
Señaló que "en este caso hemos combinado dos iniciativas, la de los niños de los centros y comedores que producen panes dulces dentro de un espacio solidario pre-navideño con la de mantener a los adultos mayores activos, y realmente el resultado ha sido maravilloso. Una experiencia de bienestar individual y social, que constituyen verdaderas escuelas de solidaridad que permiten a sus participantes aprender cómo interactuar y relacionarse con éxito en entornos de las más diferentes generaciones".
Concluyó reflexionando que "sin esta cultura de convivencia intergeneracional se haría muy difícil alcanzar el tipo de solidaridad, de cohesión social, participación, inclusión y equidad que necesitamos para hacer de nuestras sociedades espacios para todas las edades".