Con una masiva presencia de representantes de tres países y un miembro de la Unión Europea, se llevó a cabo durante dos jornadas en Formosa...
Con una masiva presencia de representantes de tres países y un miembro de la Unión Europea, se llevó a cabo durante dos jornadas en Formosa, un taller dentro del marco del Proyecto de Gestión Integrada y Plan Maestro de la Cuenca del Río Pilcomayo, que finalmente dio a conocer sus conclusiones en esta estrategia de adoptar acciones en pos de impedir que continúe el retroceso del curso de agua.
Todos coincidieron en apuntar en lo positivo que resultó el taller, en la búsqueda de solucionar los problemas que significa la virtual desaparición de la cuenca de este río que nace en territorio boliviano y lo comparten tres países.
Las partes se reunieron el lunes y ayer martes en el Sexto Piso de la Casa de Gobierno y puntualmente se trataron temas que tienen que ver con la baja cuenca, tema que recibió un prolongado tratamiento, con la presencia de numerosos técnicos y autoridades autorizadas en este problema que significa el retroceso del Pilcomayo que es un problema grave para el ecosistema y la vida misma en esta zona del continente.
Estuvieron presentes como visitas, el administrador europeo (representante de la UE), licenciado Wietze Lendekamp; los ingenieros argentinos Gabriel Maffei (ministro-canciller del país ante la Unión Europea) y Claudio Laborante (segundo delegado a la Comisión Tripartita) y Fernando Zárate (co- director regional de la Unidad de Gestión del proyecto).
Representando a Bolivia, estuvo el ingeniero Ricardo Ávila (segundo delegado); su colega paraguayo Joaquín Collantes (también segundo delegado a la mencionada comisión), cada uno de ellos con sus respectivos técnicos.
Los especialistas de las distintas áreas temáticas abordaron los temas que contienen el proyecto mencionado y coordinaron las actuaciones y acciones a seguir. Los ejes en que han trabajado en estas dos jornadas fueron poner al día las licitaciones que se pusieron en marcha y analizar los equipamientos que se han adquirido para realizar los estudios del Pilcomayo y “apoyar con una segunda cuota la rehabilitación de estaciones de monitoreo a lo largo de todo el bañado La Estrella, en territorio formoseño”, dijeron oficialmente.
Se presentaron además las últimas actuaciones del proyecto y la campaña de calidad del agua que se ejecutarán y la licitación de la línea base- ambiental y socio- económico de la cuenca, “así como los estudios de erosión y sedimentación y coordinar las obras piloto que se realizará dentro del proyecto y la que está realizando Formosa como aporte de contraparte dentro de lo que significa el manejo de humedales, promisión del tipo social a través del uso del agua, protección de comunidades, etc.”, se dijo.
En las conclusiones, todos hicieron uso de la palabra para referirse a temas puntuales del proyecto y coincidieron en poner de relieve la importancia de arribar a coincidencias beneficiosas, especialmente en lo referido al Plan Maestro.
El europeo agradeció la forma en que se aborda el problema y trazó analogías entre este errático Pilcomayo y el río Rhin europeo que según señaló, después de ser un curso de agua altamente contaminado y pestilente, es hoy un orgullo para el continente, permitiendo incluso el asentamiento a su vera del primer puerto europeo- junto a Hamburgo- de Rotterdam, en Holanda.
Asombro boliviano
Luego de las conclusiones, ofrecieron una conferencia de prensa y fue el momento en que el boliviano Avila se refirió a la gratitud que le significó la forma en que el Gobierno de la Provincia trata a las poblaciones aborígenes en el contexto de las obras que se realizan tratando de solucionar el viejo problema de retroceso del Pilcomayo.
Asombrado por la forma en que el tema se trata en Formosa, dijo que “existen también en Bolivia varias políticas que contemplan a las poblaciones aborígenes a quienes ahora se les está dando mayor importancia. Anteriormente, casi no se tenía en cuenta a estas poblaciones asentadas a lo largo del curso de este río. Ahora han salido muchas leyes en tal sentido, con cesión de tierras incluso, que es lo que ocurrió en la zona de Villamontes”, afirmó.
“Realmente observé que acá en Formosa existen comunidades indígenas que están muy acordes al desarrollo, o sea que colaboran con este proceso y están fuera de lo que significan los bloqueos, problemas, protestas, críticas y otras medidas de fuerza. Veo que hay una predisposición única por poder hacer las cosas y el proyecto que me impactó como se trabaja con las poblaciones indígenas es el de El Quebracho, que sin dudas será replicado por muchos gobiernos, instituciones y poblaciones, no solamente en la Argentina, sino en todos los países de esta zona del continente”.
El Quebracho es una pequeña población del departamento Ramón Lista, y es el lugar donde se puso en marcha un emprendimiento conjunto entre el Gobierno de la Provincia y los miembros de esa comunidad aborigen, encabezado por el docente Juan Carlos Lavaque, Hoy, en ese lugar hasta ayer escasamente poblado y donde la naturaleza actúa con inusitado rigor, está en pleno funcionamiento una planta de carne disecada (elaboración de charques), que son colocados en mercados importantes y ya se evalúa su exportación mientras se avanza en la colocación de un frigorífico y la producción mielera es una realidad tangible, con mano de obra plena para muchos criollos y aborígenes, en tanto que también avanzan en el rubro turístico- el de aventura- como otra forma de captar ingresos genuinos.
Avila no dudó en que este modelo, un polo de desarrollo en una región agreste y con carencia de elementos vitales para la vida humana, permitirá el despegue de esa comunidad y destacó que es un modelo digno de imitar, para mejorar la calidad de vida de los indígenas.
Por su parte, el representante del Paraguay, el ingeniero Collantes, se limitó a indicar que para el reparto equitativo de las aguas del río Pilcomayo, una puja de décadas, se decidió volver a reactivar la Comisión Binacional. Este organismo tendrá por objetivo promover los intercambios en los aspectos técnicos y sociales sobre la cuenca y especificó que el punto fue tratado en el taller y se aventuró en pronosticar que en breve tiempo se lo concretará.
Todos coincidieron en apuntar en lo positivo que resultó el taller, en la búsqueda de solucionar los problemas que significa la virtual desaparición de la cuenca de este río que nace en territorio boliviano y lo comparten tres países.
Las partes se reunieron el lunes y ayer martes en el Sexto Piso de la Casa de Gobierno y puntualmente se trataron temas que tienen que ver con la baja cuenca, tema que recibió un prolongado tratamiento, con la presencia de numerosos técnicos y autoridades autorizadas en este problema que significa el retroceso del Pilcomayo que es un problema grave para el ecosistema y la vida misma en esta zona del continente.
Estuvieron presentes como visitas, el administrador europeo (representante de la UE), licenciado Wietze Lendekamp; los ingenieros argentinos Gabriel Maffei (ministro-canciller del país ante la Unión Europea) y Claudio Laborante (segundo delegado a la Comisión Tripartita) y Fernando Zárate (co- director regional de la Unidad de Gestión del proyecto).
Representando a Bolivia, estuvo el ingeniero Ricardo Ávila (segundo delegado); su colega paraguayo Joaquín Collantes (también segundo delegado a la mencionada comisión), cada uno de ellos con sus respectivos técnicos.
Los especialistas de las distintas áreas temáticas abordaron los temas que contienen el proyecto mencionado y coordinaron las actuaciones y acciones a seguir. Los ejes en que han trabajado en estas dos jornadas fueron poner al día las licitaciones que se pusieron en marcha y analizar los equipamientos que se han adquirido para realizar los estudios del Pilcomayo y “apoyar con una segunda cuota la rehabilitación de estaciones de monitoreo a lo largo de todo el bañado La Estrella, en territorio formoseño”, dijeron oficialmente.
Se presentaron además las últimas actuaciones del proyecto y la campaña de calidad del agua que se ejecutarán y la licitación de la línea base- ambiental y socio- económico de la cuenca, “así como los estudios de erosión y sedimentación y coordinar las obras piloto que se realizará dentro del proyecto y la que está realizando Formosa como aporte de contraparte dentro de lo que significa el manejo de humedales, promisión del tipo social a través del uso del agua, protección de comunidades, etc.”, se dijo.
En las conclusiones, todos hicieron uso de la palabra para referirse a temas puntuales del proyecto y coincidieron en poner de relieve la importancia de arribar a coincidencias beneficiosas, especialmente en lo referido al Plan Maestro.
El europeo agradeció la forma en que se aborda el problema y trazó analogías entre este errático Pilcomayo y el río Rhin europeo que según señaló, después de ser un curso de agua altamente contaminado y pestilente, es hoy un orgullo para el continente, permitiendo incluso el asentamiento a su vera del primer puerto europeo- junto a Hamburgo- de Rotterdam, en Holanda.
Asombro boliviano
Luego de las conclusiones, ofrecieron una conferencia de prensa y fue el momento en que el boliviano Avila se refirió a la gratitud que le significó la forma en que el Gobierno de la Provincia trata a las poblaciones aborígenes en el contexto de las obras que se realizan tratando de solucionar el viejo problema de retroceso del Pilcomayo.
Asombrado por la forma en que el tema se trata en Formosa, dijo que “existen también en Bolivia varias políticas que contemplan a las poblaciones aborígenes a quienes ahora se les está dando mayor importancia. Anteriormente, casi no se tenía en cuenta a estas poblaciones asentadas a lo largo del curso de este río. Ahora han salido muchas leyes en tal sentido, con cesión de tierras incluso, que es lo que ocurrió en la zona de Villamontes”, afirmó.
“Realmente observé que acá en Formosa existen comunidades indígenas que están muy acordes al desarrollo, o sea que colaboran con este proceso y están fuera de lo que significan los bloqueos, problemas, protestas, críticas y otras medidas de fuerza. Veo que hay una predisposición única por poder hacer las cosas y el proyecto que me impactó como se trabaja con las poblaciones indígenas es el de El Quebracho, que sin dudas será replicado por muchos gobiernos, instituciones y poblaciones, no solamente en la Argentina, sino en todos los países de esta zona del continente”.
El Quebracho es una pequeña población del departamento Ramón Lista, y es el lugar donde se puso en marcha un emprendimiento conjunto entre el Gobierno de la Provincia y los miembros de esa comunidad aborigen, encabezado por el docente Juan Carlos Lavaque, Hoy, en ese lugar hasta ayer escasamente poblado y donde la naturaleza actúa con inusitado rigor, está en pleno funcionamiento una planta de carne disecada (elaboración de charques), que son colocados en mercados importantes y ya se evalúa su exportación mientras se avanza en la colocación de un frigorífico y la producción mielera es una realidad tangible, con mano de obra plena para muchos criollos y aborígenes, en tanto que también avanzan en el rubro turístico- el de aventura- como otra forma de captar ingresos genuinos.
Avila no dudó en que este modelo, un polo de desarrollo en una región agreste y con carencia de elementos vitales para la vida humana, permitirá el despegue de esa comunidad y destacó que es un modelo digno de imitar, para mejorar la calidad de vida de los indígenas.
Por su parte, el representante del Paraguay, el ingeniero Collantes, se limitó a indicar que para el reparto equitativo de las aguas del río Pilcomayo, una puja de décadas, se decidió volver a reactivar la Comisión Binacional. Este organismo tendrá por objetivo promover los intercambios en los aspectos técnicos y sociales sobre la cuenca y especificó que el punto fue tratado en el taller y se aventuró en pronosticar que en breve tiempo se lo concretará.