El primer mandatario formoseño resaltó la incidencia del camino en el proyecto de transformación provincial al hablar en el acto llevado a cabo en la sede de la DPV. Se entregaron medallas recordatorias al personal por años de servicio.
El gobernador Gildo Insfrán resaltó la incidencia que tiene la red vial en el proyecto de transformación provincial, en la integración interior y regional, en el aporte valioso de los caminos para la evolución creciente de la productividad, la salud, la educación y todo lo inherente al desarrollo humano , instando a los trabajadores viales a mantenerse unidos, solidarios y organizados para profundizar ese cambio.
El mandatario se expresó así en la sede de la DPV donde presidió el acto central conmemorativo del Día del Camino y el Día del Trabajador Vial durante el cual se entregaron medallas recordatorias a quienes cumplieron 45,40, 35,30,25 y 20 años de servicio en la repartición y en cuya representación hablaron Nilda Arizaga y Ramón Aguirre.
Insfrán les contó a los presentes que desde su niñez le dio valor al camino porque era el medio que facilitaba la comunicación con otros pueblos, evocando el oficio de camionero de su padre por lo que estaba al tanto de las peripecias y circunstancias que entornaban la vida comunitaria a partir del comportamiento del tránsito por los caminos de tierra.
Tras ese dato, ponderó la labor de los primeros "camineros" que montados en bicicleta y utilizando como herramientas de trabajo un machete y una pala se dedicaban a la limpieza de las cunetas laterales para que con la ocurrencia de las aguas el escurrimiento se produjera en poco tiempo de modo tal de no alterar el movimiento del transporte ya que tenía que ver con el traslado de los frutos del trabajo del campo hacia los mercados.
Además, el mandatario tuvo expresiones de recordación y gratitud para Vialidad Nacional y para el escuadrón 5 de Construcciones Viales de Gendarmería Nacional por el aporte significativo que realizaron para encarar la tarea de integración territorial que , desde el inicio de su gestión, encomendó a la Dirección Provincial de Vialidad que ha conseguido recrear una red moderna e íntimamente ligada a toda la planificación planteada desde 1995 para la evolución armónica de todos los servicios y sectores del quehacer provincial.
Aclaró que ese reconocimiento suyo de los camineros no implicaba desmerecer la labor de quienes trabajan en las áreas administrativas o la de elaboración de los proyectos, para ratificarles también su reconocimiento en la comprensión de que la obra vial es el producto de un conjunto de recursos humanos a los que les compete hacer sus correspondientes deberes que culmina con la puesta en servicio del producto de ese esfuerzo colectivo a favor del bien comunitario.
No dejó de hacer notar el modo como desde el gobierno central se contemplaban las necesidades formoseña mencionando que desde su niñez escuchaba hablar en su casa y en su pueblo natal de que sería pavimentada la ruta 90, la actual número 3, para significar que recién ahora, después de muchos años y desde la planificación criteriosa de la red vial formoseña, se ha conseguido concretar esa obra desde El Colorado pasando por Pirané, Laguna Gallo y otras comunidades para terminar conectándose al norte con la ruta nacional 86 a la altura de El Espinillo.
El mandatario se expresó así en la sede de la DPV donde presidió el acto central conmemorativo del Día del Camino y el Día del Trabajador Vial durante el cual se entregaron medallas recordatorias a quienes cumplieron 45,40, 35,30,25 y 20 años de servicio en la repartición y en cuya representación hablaron Nilda Arizaga y Ramón Aguirre.
Insfrán les contó a los presentes que desde su niñez le dio valor al camino porque era el medio que facilitaba la comunicación con otros pueblos, evocando el oficio de camionero de su padre por lo que estaba al tanto de las peripecias y circunstancias que entornaban la vida comunitaria a partir del comportamiento del tránsito por los caminos de tierra.
Tras ese dato, ponderó la labor de los primeros "camineros" que montados en bicicleta y utilizando como herramientas de trabajo un machete y una pala se dedicaban a la limpieza de las cunetas laterales para que con la ocurrencia de las aguas el escurrimiento se produjera en poco tiempo de modo tal de no alterar el movimiento del transporte ya que tenía que ver con el traslado de los frutos del trabajo del campo hacia los mercados.
Además, el mandatario tuvo expresiones de recordación y gratitud para Vialidad Nacional y para el escuadrón 5 de Construcciones Viales de Gendarmería Nacional por el aporte significativo que realizaron para encarar la tarea de integración territorial que , desde el inicio de su gestión, encomendó a la Dirección Provincial de Vialidad que ha conseguido recrear una red moderna e íntimamente ligada a toda la planificación planteada desde 1995 para la evolución armónica de todos los servicios y sectores del quehacer provincial.
Aclaró que ese reconocimiento suyo de los camineros no implicaba desmerecer la labor de quienes trabajan en las áreas administrativas o la de elaboración de los proyectos, para ratificarles también su reconocimiento en la comprensión de que la obra vial es el producto de un conjunto de recursos humanos a los que les compete hacer sus correspondientes deberes que culmina con la puesta en servicio del producto de ese esfuerzo colectivo a favor del bien comunitario.
No dejó de hacer notar el modo como desde el gobierno central se contemplaban las necesidades formoseña mencionando que desde su niñez escuchaba hablar en su casa y en su pueblo natal de que sería pavimentada la ruta 90, la actual número 3, para significar que recién ahora, después de muchos años y desde la planificación criteriosa de la red vial formoseña, se ha conseguido concretar esa obra desde El Colorado pasando por Pirané, Laguna Gallo y otras comunidades para terminar conectándose al norte con la ruta nacional 86 a la altura de El Espinillo.