El titular del IPV dijo que la entrega de viviendas se realiza con absoluta responsabilidad.

El administrador general del Instituto Provincial de la Vivienda, Daniel Malich, afirmó que la política de entrega de las viviendas que se construyen a través del organismo a su cargo se realizan con absoluta responsabilidad.

Señaló al respecto que estas acciones se tratan de un bien de familia que se convierte en un patrimonio para los formoseños para toda la vida por lo cual la distribución se continuará progresivamente con todos los servicios que garanticen su habitabilidad.
El funcionario señaló que desde que asumió el cargo y recibió las pautas de trabajo de parte del Ministro Jorge Jofré en base a la filosofía política del gobernador Gildo Insfrán en el sentido de que las casas se construyen con criterio humanista y teniendo en cuenta que será el lugar de residencia de una familia que, con techo propio, con la propiedad del inmueble, multiplicará sus miembros y al mismo tiempo podrá planificar serenamente su futuro.
"Desde que he asumido el cargo creo haber respondido comprometidamente los mandamientos de las máximas autoridades porque no solamente me identifico con ellos sino porque es de buen formoseño que los nuevos propietarios se sientan orgullosos de tener una vivienda digna y no simplemente una estructura de material para cobijarse", expresó.
Reconoce Malich que con todos los planes en marcha y los que se están ordenando para su licitación no se podrá responder a todas las demandas sociales, razón por la cual la propia presidenta de la Nación buscó otras alternativas para que se pueda aumentar la oferta de unidades habitacionales.
Considera que por ser un bien tan anhelado por la familia formoseña, el conjunto de la dirigencia debe acompañar para que se entienda que hay que armarse de paciencia para aguardar que las casas se terminen con todos los detalles que las hagan confortables y representen el mejor lugar para que allí puedan construir su vida personal y comunitaria.
"Esa es la razón por la que ponemos el máximo de celo en las entregas, supervisando que no falte ningún detalle interno de las casas como los externos, esos que tienen que ver con la disponibilidad de energía eléctrica domiciliaria, alumbrado público, servicios de agua potable, de cloacas y drenaje de las aguas de lluvias para que no se repita el viejo problema de barrios nuevos que sufrían daños incalculables porque carecían de ellos", consigna.
Recordó que en una reciente gira por el oeste de la provincia el gobernador instó a las comunidades criollas y aborígenes a hacer caso omiso a la prédica disociante de cierta dirigencia que la impulsa a usurpar las casas que se están preparando para las entregas o realizando medidas de fuerza para que se acelere su distribución.
En tácita respuesta a las reiteradas expresiones críticas del diputado Martín Hernández dijo que "Del mismo como lo venimos haciendo desde el primer mes de este año -señaló- continuaremos con las entregas en función de un cronograma que elaboramos acorde con las realidades de cada lugar y el grado de avance en que se encuentren las unidades habitacionales y los servicios esenciales, a los que se les agrega la necesaria infraestructura social ya que nuestro gobernador pretende que cerca de cada barrio haya una escuela y un centro de salud para que no haya pretexto alguno para que los chicos y los jóvenes se formen en los distintos niveles de de la educación y también, junto con sus padres, cuenten con la atención rápida y oportuna a sus demandas de salud".
"No queremos generar molestias, causar dilaciones ni buscar pretextos para demorar las entregas porque la responsabilidad que asumimos y las instrucciones que recibimos son absolutamente contrarias a ese concepto; sí queremos entregar las casas con título de propiedad, con agua, con luz, con desagües pluviales y cloacales, con espacios verdes para la recreación y el esparcimiento y escuelas y centros de salud para la realización plena de los vecinos", significó.
Malich recalcó que no se logrará ningún resultado por la vía de la fuerza o de las actitudes irregulares porque la política de viviendas es algo serio y exige que, particularmente, todos los que forman parte de su ejecución práctica estén aferrados a la ley y convencidos de que hay mucha gente trabajando incansablemente para ofrecerles el mejor lugar para vivir.
31-08-2012 | Cargada en Sociales - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social