Un nuevo paquete de viviendas en la modalidad aborigen acaba de entregar el gobierno a 17 familias de la comunidad indígena de Lote 21, situada en jurisdicción de Pozo del Tigre, obra que forma parte del plan de reconstrucción integral de esta zona que fue dañada por azotes de un violento temporal.
Esta comunidad se encuentra a unos 5 kilómetros de la urbanización tigrense, donde el cacique Damián Suarez recibió ayer a la mañana al administrador del Instituto Provincial de la Vivienda, Daniel Malich y a la subsecretaria de Obras y Servicios Públicos, María Teresa González, quienes de manera conjunta encabezaron la sencilla ceremonia donde se concretó con la entrega de estas diecisiete casas a igual número de familias, con lo que se encuentra en cerca del centenar y medio el número de viviendas a nuevo otorgadas, además de las muchísimas que fueron reacondicionadas luego de los daños sufridas.
De esta forma, uno de los aspectos centrales del proceso de reconstrucción total de la zona afectada por el violento temporal continúa progresando dentro de lo planificado.
Tras las expresiones de agradecimiento y reconocimiento a las obras que el estado provincial ejecuta en esa y otras comunidades aborígenes de la zona, severamente castigada por un violento temporal, del cacique Suarez y varios de los beneficiarios, quienes coincidieron en marcar la felicidad que los embargaba por "hacer realidad el viejo anhelo de la casa propia y digna", subrayando además la importancia de otras realizaciones prontas a terminar como los centros de salud, escuelas y otras obras que se ejecutan en toda la región.
En el caso de las viviendas para los aborígenes, estas tienen un prototipo de dos dormitorios y otras características propias que respetan sus pautas culturales. Se estima que en poco tiempo más se entregaran un nuevo e importante grupo de una veintena de casas en la comunidades indígena de Laka Wichí,
Se recordó que totalizan106 las casas construidas en la zona urbana del lugar y 234 en las cuatro diferentes comunidades aborígenes (Qompi, Laka Wichí, Lote 21 y Lote 5), a lo que se deben sumar tareas importantes en 405 casas que sufrieron daños de diferentes grados, algunas de destrucción total que merecieron una intervención integral y otras con deterioros parciales donde se trabajo a fin de hacerlas nuevamente habitables.
Asimismo, progresan las obras de pavimentación; recuperación de infraestructura escolar y sanitaria, construcción de edificios públicos dañados por la catástrofe natural, entre muchas otras.
Con esta nueva entrega de viviendas, el ambicioso plan diseñado para lo que fue dado en llamar la "refundación" de Pozo del Tigre avanza en varios frentes, con una serie de trabajos van desde los que se corresponden a las nuevas viviendas, edificios públicos como escuelas, salones de usos múltiples, centros de salud, hogar de ancianos, líneas eléctricas, pavimentación de calles, espacios públicos, que le están dando una fisonomía distintiva y moderna a la localidad.
De esta forma, uno de los aspectos centrales del proceso de reconstrucción total de la zona afectada por el violento temporal continúa progresando dentro de lo planificado.
Tras las expresiones de agradecimiento y reconocimiento a las obras que el estado provincial ejecuta en esa y otras comunidades aborígenes de la zona, severamente castigada por un violento temporal, del cacique Suarez y varios de los beneficiarios, quienes coincidieron en marcar la felicidad que los embargaba por "hacer realidad el viejo anhelo de la casa propia y digna", subrayando además la importancia de otras realizaciones prontas a terminar como los centros de salud, escuelas y otras obras que se ejecutan en toda la región.
En el caso de las viviendas para los aborígenes, estas tienen un prototipo de dos dormitorios y otras características propias que respetan sus pautas culturales. Se estima que en poco tiempo más se entregaran un nuevo e importante grupo de una veintena de casas en la comunidades indígena de Laka Wichí,
Se recordó que totalizan106 las casas construidas en la zona urbana del lugar y 234 en las cuatro diferentes comunidades aborígenes (Qompi, Laka Wichí, Lote 21 y Lote 5), a lo que se deben sumar tareas importantes en 405 casas que sufrieron daños de diferentes grados, algunas de destrucción total que merecieron una intervención integral y otras con deterioros parciales donde se trabajo a fin de hacerlas nuevamente habitables.
Asimismo, progresan las obras de pavimentación; recuperación de infraestructura escolar y sanitaria, construcción de edificios públicos dañados por la catástrofe natural, entre muchas otras.
Con esta nueva entrega de viviendas, el ambicioso plan diseñado para lo que fue dado en llamar la "refundación" de Pozo del Tigre avanza en varios frentes, con una serie de trabajos van desde los que se corresponden a las nuevas viviendas, edificios públicos como escuelas, salones de usos múltiples, centros de salud, hogar de ancianos, líneas eléctricas, pavimentación de calles, espacios públicos, que le están dando una fisonomía distintiva y moderna a la localidad.