Un merecido homenaje le tributó el gobierno a doña Regina Godoy de Puppo, ya que al imponerse con su nombre al Hogar para Adultos que funciona en calle Fortín Yunká 55, se hizo un justo reconocimiento a esta mujer...
Un merecido homenaje le tributó el gobierno a doña Regina Godoy de Puppo, ya que al imponerse con su nombre al Hogar para Adultos que funciona en calle Fortín Yunká 55, se hizo un justo reconocimiento a esta mujer que con un encomiable espíritu solidario trabajo a favor de los abuelos de este geriátrico estatal.
Fue durante una ceremonia llevada a cabo ayer en la propia sede de la institución que tenía como nombre San Isidro Labrador y que ahora pasó a llamarse “Hogar de Adultos Regina Godoy de Puppo”, donde se cumplió con esta emotiva imposición de nombre.
El subsecretario de Desarrollo Social, Telésforo Villalba, la directora de Minoridad y Familia, María Stock, legisladores como Adrían Bogado y Domingo Gamarra, entre otros invitados especiales, y por supuesto la homenajeada y los abuelos que son atendidos en el hogar, le dieron el marco a este acto. Un presente recordatorio y el descubrimiento de una placa con la cual se identifica a la nueva denominación de la institución, formaron parte de la ceremonia.
El mismo Villalba recordó el desempeño abnegado y con un gran espíritu solidario que tuvo doña Regina como regente del geriátrico, añadiendo asimismo que “permanentemente dio muestras no sólo de idoneidad y responsabilidad en su función, sino que dio muestras de un amor especial hacia los abuelos”. Señaló que “no se trata sólo de un reconocimiento de carácter institucional, sino de la misma comunidad formoseña que supo apreciar su esfuerzo cotidiano para que los abuelos institucionalizados tengan un pasar más placentero”.
Agregó al mismo tiempo que “este reconocimiento es coincidente también con el deseo de todos quienes conforman la gran familia de este hogar, quienes fueron los que de manera directa supieron apreciar la tarea encomiable y de profunda entrega de amor para con sus semejantes de la señora Regina de Puppo”, indicando Villalba que “hoy no hicimos otra cosa que cumplir con un deber, es decir distinguir a una mujer que entregó gran parte de su vida a escuchar, comprender y dar cariño a quienes lo necesitaban”.