Con el lema "Por La Cruz hacia la unidad del Espíritu con el vinculo de la Paz", se vivieron tres días de reflexión y acompañamiento, en cada estación ubicada en 14 localidades de la provincia, desde la capital hasta el límite con la provincia de Salta.
En el marco del tradicional Vía Crucis que se reedita anualmente, se aprecia la vida de monseñor Pacifico Scozzina, sus enseñanzas, dedicando a cada Cruz un momento distinto de sufrimiento y marcando un acontecimiento histórico de cada lugar, recordado en todas las estaciones con emoción por parte de los pobladores.
Distintos grupos de jóvenes se incorporaron a este transitar conmemorando los pasos de Jesús, el Instituto Santa Isabel, representadas por alumnas, a demás de la Tecnicatura en Turismo y Asistente Social, experimentaron, algunos por primera vez este importante acontecimiento de la Iglesia Católica a lo largo de la ruta 81.
Más de 500 kilómetros, que permitieron a los peregrinos, el cual aumentaba considerablemente en cada estación, encontrarse con el saludo afectuoso de pobladores, y religiosos quienes esperaban con un caluroso recibimiento. Se realizo también la visita a enfermos, en sus domicilios y en hospitales, entregando distintas donaciones recibidas en la Asociación del Vía Crucis Formoseño, durante el año, escuelas y capillas, han recibido, ropas, calzados, elementos de limpieza y alimentos no perecederos, para su posterior distribución.
Por primera vez familiares del impulsor del Vía Crucis Formoseño, Monseñor Pacifico Scozzina, vivieron el caminar y conocieron lugares en el que misionaba y eran apreciados por el Obispo, cada estación estaba acompañada, por integrantes de la Pastoral Policial quienes entonaron cánticos religiosos en las distintas cruces.
Por su parte, Elio Rivarola, coordinador del Vía Crucis Formoseño, destaco la presencia de tres comunidades, de la provincia de Salta, y las etnias de pueblos originarios, quienes participaron de una Misa concelebrada por cuatro sacerdotes en la XIV Estación.
Además, la Asociación Vía Crucis Formoseño, extendió un agradecimiento especial a los, medios de comunicación, personas que colaboraron este año y a la Policía de la provincia de Formosa, quien conjuntamente con Gendarmería Nacional, acompañaron con su presencia en todo el camino, y el custodiar a los ciclo peregrinos en todo el trayecto, hasta llegar a Ingeniero Juárez.
Dentro de las actividades, estaba previsto visitar la capilla de Nuestra Señora de los Pobres ubicada en Campo Alegre, lugar donde descansan los restos mortales de monseñor Scozzina, esto no pudo ser viable por precipitaciones que se dieron durante la noche quedando los caminos totalmente anegados.
El padre Ponciano Acosta, nuevamente fue el conductor espiritual en esta edición del Vía Crucis Formoseño, el más largo del mundo, con mucha emoción se mostró estar satisfecho espiritualmente, "sentí , un retiro espiritual y creo que a lo largo del camino todos fuimos siendo tocados por el espíritu de Dios, y el llegar hasta acá es vivir a fondo este gran anhelo, este gran proyecto este sueño, que ha tenido Monseñor Scozzina, con tanta sabiduría, ciertamente una gran inspiración de Dios, y el hecho que estemos acá con hermanos de la provincia de Salta y de la Diócesis de Orán, qué lindo es sentirse Iglesia mas allá de las fronteras".
"Los que vinimos de Formosa como peregrinos, los ciclos peregrinos, ciertamente volvemos llenos de dios y llenos de fortaleza para seguir andando.
Para estas pascuas de resurrección anhelamos que todos podamos comprometernos en una vida nueva desde nuestros corazones y en nuestras comunidades y nuestro mundo.
Este Vía Crucis es una peregrinación, de ejercicios espirituales reflexionando en cada cruz el mensaje que nos dejara monseñor Scozzina, de amistad con el vínculo de la paz.
Hace falta resucitar a los valores del evangelio y vivir cada vez más a fondo este mensaje de Jesús", expresó el sacerdote.
Distintos grupos de jóvenes se incorporaron a este transitar conmemorando los pasos de Jesús, el Instituto Santa Isabel, representadas por alumnas, a demás de la Tecnicatura en Turismo y Asistente Social, experimentaron, algunos por primera vez este importante acontecimiento de la Iglesia Católica a lo largo de la ruta 81.
Más de 500 kilómetros, que permitieron a los peregrinos, el cual aumentaba considerablemente en cada estación, encontrarse con el saludo afectuoso de pobladores, y religiosos quienes esperaban con un caluroso recibimiento. Se realizo también la visita a enfermos, en sus domicilios y en hospitales, entregando distintas donaciones recibidas en la Asociación del Vía Crucis Formoseño, durante el año, escuelas y capillas, han recibido, ropas, calzados, elementos de limpieza y alimentos no perecederos, para su posterior distribución.
Por primera vez familiares del impulsor del Vía Crucis Formoseño, Monseñor Pacifico Scozzina, vivieron el caminar y conocieron lugares en el que misionaba y eran apreciados por el Obispo, cada estación estaba acompañada, por integrantes de la Pastoral Policial quienes entonaron cánticos religiosos en las distintas cruces.
Por su parte, Elio Rivarola, coordinador del Vía Crucis Formoseño, destaco la presencia de tres comunidades, de la provincia de Salta, y las etnias de pueblos originarios, quienes participaron de una Misa concelebrada por cuatro sacerdotes en la XIV Estación.
Además, la Asociación Vía Crucis Formoseño, extendió un agradecimiento especial a los, medios de comunicación, personas que colaboraron este año y a la Policía de la provincia de Formosa, quien conjuntamente con Gendarmería Nacional, acompañaron con su presencia en todo el camino, y el custodiar a los ciclo peregrinos en todo el trayecto, hasta llegar a Ingeniero Juárez.
Dentro de las actividades, estaba previsto visitar la capilla de Nuestra Señora de los Pobres ubicada en Campo Alegre, lugar donde descansan los restos mortales de monseñor Scozzina, esto no pudo ser viable por precipitaciones que se dieron durante la noche quedando los caminos totalmente anegados.
El padre Ponciano Acosta, nuevamente fue el conductor espiritual en esta edición del Vía Crucis Formoseño, el más largo del mundo, con mucha emoción se mostró estar satisfecho espiritualmente, "sentí , un retiro espiritual y creo que a lo largo del camino todos fuimos siendo tocados por el espíritu de Dios, y el llegar hasta acá es vivir a fondo este gran anhelo, este gran proyecto este sueño, que ha tenido Monseñor Scozzina, con tanta sabiduría, ciertamente una gran inspiración de Dios, y el hecho que estemos acá con hermanos de la provincia de Salta y de la Diócesis de Orán, qué lindo es sentirse Iglesia mas allá de las fronteras".
"Los que vinimos de Formosa como peregrinos, los ciclos peregrinos, ciertamente volvemos llenos de dios y llenos de fortaleza para seguir andando.
Para estas pascuas de resurrección anhelamos que todos podamos comprometernos en una vida nueva desde nuestros corazones y en nuestras comunidades y nuestro mundo.
Este Vía Crucis es una peregrinación, de ejercicios espirituales reflexionando en cada cruz el mensaje que nos dejara monseñor Scozzina, de amistad con el vínculo de la paz.
Hace falta resucitar a los valores del evangelio y vivir cada vez más a fondo este mensaje de Jesús", expresó el sacerdote.