Insfrán elegido para la reorganización justicialista.

El gobernador Gildo Insfrán fue destinatario del ofrecimiento del presidente de la Nación para que se encargue, junto a sus pares de Jujuy y de Chubut, de la reorganización partidaria ya que busca que el justicialismo no solamente...

El gobernador Gildo Insfrán fue destinatario del ofrecimiento del presidente de la Nación para que se encargue, junto a sus pares de Jujuy y de Chubut, de la reorganización partidaria ya que busca que el justicialismo no solamente se convierta en un partido moderno y dinámico sino que disponga de una fuerte representación federal en la que sea respetada igualitariamente la opinión y la postura de todos los delegados de las 23 provincias argentinas.
Esta representación igualitaria es central en la idea de recreación de un nuevo PJ que deje atrás el sistema de representación proporcional que siempre le ha asignado mayores posibilidades de que se aprueben sus propuestas y decisiones a las provincias con mayor población o denominadas "grandes", con lo que se afirmaría el federalismo del mismo modo como ocurre con el senado de la Nación, sin que se descuide la posibilidad de que se avale la conformación de alianzas que potencien la fortaleza electoral del justicialismo y afirme los objetivos originales de ser un genuino movimiento nacional.
La cuestión pasa por el hecho de que se aspire que en esa idea de dinamismo justicialista y de fortalecimiento real de sus estructuras, también se genere un canal de relaciones para que se convierta en eje de una organización política que aumente considerablemente sus haberes electorales y atraiga a una mayor franja de argentinos.
Las actividades formales comenzarán en marzo próximo y tomarán partes de ellas también el mandatario de Buenos Aires, Felipe Sola; algunos intendentes bonaerenses y probablemente representantes de las dos cámaras del Congreso de la Nación.
Conociendo la excelente relación que ambos tienen desde hace muchos años, se descuenta que Insfrán aceptó la proposición para una tarea que no le es extraña ya que se desempeñó como secretario de Interior del Consejo Nacional del PJ e integró la nomina de mandatarios que interinó la conducción en momentos en que se avanzaba hacia los primeros desafíos electorales del actual jefe de Estado.
Además, hace por lo menos quince años que está en la línea de conducción del justicialismo formoseño que preside desde 1999.
Se conjetura que uno de los primeros aspectos por abordar tiene que ver con el verdadero poder electoral del justicialismo y para ello se lanzará una reafiliación con carácter masivo lo que implica comenzar la historia de nuevo y de relanzar el proceso de registro al partido por cada uno de los que están identificados con la doctrina peronista.
Hace mucho tiempo ya se había comenzado a hablar de la reorganización partidaria aunque se la postergó para evitar que colisionara con la evolución de las elecciones del 23 de octubre pasado. Mientras se avanzaba hacia ellas, Insfrán repitió en los distintos tramos de la campaña que no debían quedar dudas acerca del orígen justicialista de Néstor Kirchner así como de la proyección de las medidas que tomaba en favor del desarrollo humano, con equidad y justicia social.
Uno de los primeros aspectos también está ligado a la conducción del PJ ya que se sabe que Kirchner aspira dedicarle máximo de tiempo a su gestión presidencial razón por la cual se piensa que será uno de los tres llamados apara la reorganización el que será nominado para ejercer la presidencia que delegará su titular. De lo que no cabe dudas es que no hay objeciones acerca de que Kirfchner debe ser presidente del justicialismo.
El PJ tiene dos organismos de conducción que son el Consejo Nacional de 120 miembros y el Congreso Nacional del PJ con casi un millar y no es improbable que se opere una disminución de sus componentes ya que semejante cantidad de dirigentes lejos de facilitar las decisiones las perturba y complica. Para hacer posible esa reducción debe apelarse a la modificación de la carta orgánica y la idea preliminar es llevar esa cantidad al 30 o al 40 % solamente de las cifras actuales.
Desde que asumió Kirchner la presidencia de la Nación, Gildo Insfrán se convirtió en hombre de consulta del presidente para los temas institucionales a punto tal de que no hay dudas que ya integra la denominada mesa de decisiones nacionales.
También que lo llamaba para intercambiar opiniones sobre determinados temas clave lanzado por el gobierno nacional, a lo que se suma ahora la determinación de proponerle que sea una de sus tres espadas para que comiencen una reorganización y modernización del justicialismo argentino.

17-01-2006 | Cargada en Noticias - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social