Con la asistencia de más de 600 participantes y 25 conferencistas de 10 países se llevará a cabo los días 20 al 24 de este mes en San José de Costa Rica el Cuarto Congreso Internacional de Banano con el fin de promover la investigación y el conocimiento en la industria bananera para el mundo.
Formosa concurrirá con técnicos del la coordinación ejecutiva de CEDEVAS y del centro de validación de Misión Tacaaglé para actualizarse con la información que transmitan los mejores exponentes sobre el tema de banano en el ámbito internacional, quienes adhieren al propósito de potenciar los avances de la industria bananera en las áreas de medioambiente, desarrollo socio- laboral e investigación.
La delegación de Formosa ya gestionó ante el IICA -Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas- un día entero para ver en sus laboratorios los progresos en algunas áreas específicas que le interesan a la provincia y sobre todo porque se admite que es de alta utilidad ir a ver los centros más importantes del mundo donde diseñan lo que es el desarrollo frutícola.
Allí funciona el CATIE un centro que genera mucha información anticipada y por lo tanto es de alta interés conocer hacia adonde van con nuevos materiales de banana, sobre todo en el tema de las enfermedades ya que se está trabajando en genética para resistirlas y también en el manejo de nuevos cultivos como ananá y papaya para poder resolver algunos problemas de enfermedades virales que están apareciendo en los últimos años.
CATIE, casualmente, fue el que envió a uno de sus especialistas para el montaje del laboratorio del CEDEVA de Tacaaglé que en la actualidad articula su labor científica en relación con unidades académicas de Corrientes y Rosario.
Con respecto a la política bananera local, se destacó que se avanza hacia los desafíos planteados en plan Estratégico Formosa 2015 que estima contar para entonces con unas 8.000 hectáreas en producción.
Se puso énfasis en que, respondiendo a las políticas definidas para el sector, la tarea prioritaria está dirigida a unas 500 familias de pequeños productores a las que progresivamente se le están transfiriendo los conocimientos esenciales para que logren producir banana de alta calidad y con una presencia en el mercado nacional que esté vigente, básicamente, durante cuatro meses al año.
Se garantiza que los técnicos y profesionales del CEDEVA Tacaaglé están preparados para brindar todas las orientaciones que fuesen necesarias para lograr ese objetivo aunque hay requisitos básicos para que la tarea resulte fructífera.
Cada familia debe poseer, por lo menos, un predio de dos hectáreas y realizar las plantaciones en los marcos sugeridos desde dicho centro.
Se reconoce que en la actualidad existen materiales de la zona que son muy buenos y que están adaptados al ambiente a punto tal que ha permitido conseguir una excelente calidad de fruta.
Además, de los materiales que CEDEVAS está seleccionado ya se está en proceso de hacer una marcación para definirlos correctamente en territorio y comenzar a multiplicar en laboratorio.
Desde la coordinación ejecutiva de CEDEVAS se informó que allí ya se están multiplicando dos variedades que son las mejores que se encontraron y a las que se suman los testigos del material que se trajo como referencia desde Israel para verificar la productividad de los propios.
Las orientaciones
Reconocen que existe mucho material para ofrecer al productor, sugerirle cual le conviene hacer, que marco de plantación debe encarar, que tratamiento de fertilizantes debe realizarse y en que momento y, sobre todo, el sistema de riego a utilizar y los trabajos de pos cosecha.
Confían en que si se siguen las pautas de CEDEVAS que no utiliza tecnologías caras y sí blandas, un productor pequeño que tiene a los miembros de su familia trabajando con él está en condiciones de manejar perfectamente un lote de dos hectáreas y de tener una renta muy interesante.
A modo de advertencia, se hizo hincapié en la necesidad de realizar una buena definición de los lotes a utilizar porque hay veces que se encara el cultivo de banana en predios complicados que son mucho más aptos para otras frutas como mango y otros cultivos anuales como anquitos, zapallos y melones que les asegure una renta.
Sobre el laboratorio de Tacaaglé se reveló que actualmente está en plena producción y se calcula que se puede llegar a contar con cerca de 50.000 plantines al final de esta campaña, reconociéndose que no serán suficiente para responder a la demanda.
Respecto de la posibilidad de abastecer a todo el espectro de productores bananeros de material allí multiplicado, se explica que aún debe trabajarse varios años para producir plantas para todos ellos.
Mientras tanto, se tienen definidos lotes buenos de campo, sin enfermedades, para extraer material vegetal y disponer de hijuelos hasta que se cuente con suficiente cantidad de material de laboratorio para distribuirlos.
Material de laboratorio
Aquí se hizo notar que resuelto un problema sobre con la calidad de agua el laboratorio ya está en condiciones de operar a pleno y de incrementar la cantidad de material semana a semana.
Se aclara que el proceso entre la recepción del material vegetal para extraer los tejidos hasta salir de laboratorio demanda ocho meses y de allí hay que contabilizar tres o cuatro meses para la rustificación de la planta y enmaletado para que esté lista para ser llevada a campo.
Por tratarse de una planta de altísima productividad, debe prestarse atención para que estén dadas las condiciones para que ella quede expresada.
Sobre el ciclo bananero, indicase que la implantación con nuevos materiales debería iniciarse en septiembre, pasados los riesgos de las heladas y por el hecho de que los suelos están muy secos, ya se estará saliendo del invierno, estarán en condiciones de comenzar la plantación los que cuenten la posibilidad de regar y si se trata de pequeñas superficies acometer esa tarea con un tractor al que se le puede adosar un tanque de agua hasta que la planta se afinque ya que debe dárseles buenas condiciones para que desarrolle rápidamente.
De allí que se afirme que en la medida que se pueda ir tecnificando al pequeño productor, se verán evolucionar los cultivos con mayor seguridad.
La delegación de Formosa ya gestionó ante el IICA -Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas- un día entero para ver en sus laboratorios los progresos en algunas áreas específicas que le interesan a la provincia y sobre todo porque se admite que es de alta utilidad ir a ver los centros más importantes del mundo donde diseñan lo que es el desarrollo frutícola.
Allí funciona el CATIE un centro que genera mucha información anticipada y por lo tanto es de alta interés conocer hacia adonde van con nuevos materiales de banana, sobre todo en el tema de las enfermedades ya que se está trabajando en genética para resistirlas y también en el manejo de nuevos cultivos como ananá y papaya para poder resolver algunos problemas de enfermedades virales que están apareciendo en los últimos años.
CATIE, casualmente, fue el que envió a uno de sus especialistas para el montaje del laboratorio del CEDEVA de Tacaaglé que en la actualidad articula su labor científica en relación con unidades académicas de Corrientes y Rosario.
Con respecto a la política bananera local, se destacó que se avanza hacia los desafíos planteados en plan Estratégico Formosa 2015 que estima contar para entonces con unas 8.000 hectáreas en producción.
Se puso énfasis en que, respondiendo a las políticas definidas para el sector, la tarea prioritaria está dirigida a unas 500 familias de pequeños productores a las que progresivamente se le están transfiriendo los conocimientos esenciales para que logren producir banana de alta calidad y con una presencia en el mercado nacional que esté vigente, básicamente, durante cuatro meses al año.
Se garantiza que los técnicos y profesionales del CEDEVA Tacaaglé están preparados para brindar todas las orientaciones que fuesen necesarias para lograr ese objetivo aunque hay requisitos básicos para que la tarea resulte fructífera.
Cada familia debe poseer, por lo menos, un predio de dos hectáreas y realizar las plantaciones en los marcos sugeridos desde dicho centro.
Se reconoce que en la actualidad existen materiales de la zona que son muy buenos y que están adaptados al ambiente a punto tal que ha permitido conseguir una excelente calidad de fruta.
Además, de los materiales que CEDEVAS está seleccionado ya se está en proceso de hacer una marcación para definirlos correctamente en territorio y comenzar a multiplicar en laboratorio.
Desde la coordinación ejecutiva de CEDEVAS se informó que allí ya se están multiplicando dos variedades que son las mejores que se encontraron y a las que se suman los testigos del material que se trajo como referencia desde Israel para verificar la productividad de los propios.
Las orientaciones
Reconocen que existe mucho material para ofrecer al productor, sugerirle cual le conviene hacer, que marco de plantación debe encarar, que tratamiento de fertilizantes debe realizarse y en que momento y, sobre todo, el sistema de riego a utilizar y los trabajos de pos cosecha.
Confían en que si se siguen las pautas de CEDEVAS que no utiliza tecnologías caras y sí blandas, un productor pequeño que tiene a los miembros de su familia trabajando con él está en condiciones de manejar perfectamente un lote de dos hectáreas y de tener una renta muy interesante.
A modo de advertencia, se hizo hincapié en la necesidad de realizar una buena definición de los lotes a utilizar porque hay veces que se encara el cultivo de banana en predios complicados que son mucho más aptos para otras frutas como mango y otros cultivos anuales como anquitos, zapallos y melones que les asegure una renta.
Sobre el laboratorio de Tacaaglé se reveló que actualmente está en plena producción y se calcula que se puede llegar a contar con cerca de 50.000 plantines al final de esta campaña, reconociéndose que no serán suficiente para responder a la demanda.
Respecto de la posibilidad de abastecer a todo el espectro de productores bananeros de material allí multiplicado, se explica que aún debe trabajarse varios años para producir plantas para todos ellos.
Mientras tanto, se tienen definidos lotes buenos de campo, sin enfermedades, para extraer material vegetal y disponer de hijuelos hasta que se cuente con suficiente cantidad de material de laboratorio para distribuirlos.
Material de laboratorio
Aquí se hizo notar que resuelto un problema sobre con la calidad de agua el laboratorio ya está en condiciones de operar a pleno y de incrementar la cantidad de material semana a semana.
Se aclara que el proceso entre la recepción del material vegetal para extraer los tejidos hasta salir de laboratorio demanda ocho meses y de allí hay que contabilizar tres o cuatro meses para la rustificación de la planta y enmaletado para que esté lista para ser llevada a campo.
Por tratarse de una planta de altísima productividad, debe prestarse atención para que estén dadas las condiciones para que ella quede expresada.
Sobre el ciclo bananero, indicase que la implantación con nuevos materiales debería iniciarse en septiembre, pasados los riesgos de las heladas y por el hecho de que los suelos están muy secos, ya se estará saliendo del invierno, estarán en condiciones de comenzar la plantación los que cuenten la posibilidad de regar y si se trata de pequeñas superficies acometer esa tarea con un tractor al que se le puede adosar un tanque de agua hasta que la planta se afinque ya que debe dárseles buenas condiciones para que desarrolle rápidamente.
De allí que se afirme que en la medida que se pueda ir tecnificando al pequeño productor, se verán evolucionar los cultivos con mayor seguridad.