Recomiendan vacunar a todas las embarazadas contra la tos convulsa.

Según se explicó, la indicación de aplicar una dosis de la vacuna triple bacteriana acelular, surge a partir del registro de un aumento de casos en el país, tendencia que también se observa a nivel mundial.

Los expertos nacionales que integran la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CONAIN) recomendaron al Ministerio de Salud de la Nación vacunar contra la tos convulsa a todas las embarazadas a partir de la semana 20 de gestación, para que éstas les transfieran anticuerpos contra la enfermedad a los niños menores de 6 meses.
Desde el Ministerio de Desarrollo Humano se informó que la tos convulsa o coqueluche es una enfermedad respiratoria de muy fácil transmisión. Es importante señalar que ni la infección natural, ni la vacuna generan defensas de por vida y por este motivo es que son necesarios varios refuerzos en el esquema de vacunación.
Si bien en los adultos y adolescentes el coqueluche generalmente no produce problemas graves, estos grupos son la fuente de contagio de los niños menores de 1 año, quienes tienen una alta probabilidad de desarrollar complicaciones severas e inclusive la muerte.
Se precisó que la inmunidad que el bebé adquiere a través de la madre es una herramienta para proteger a los recién nacidos, por lo cual, junto a las sociedades científicas que integran la CONAIN, Nación ha decidido implementar una estrategia complementaria de vacunación para cuidar al grupo que se encuentra más vulnerable.
La actual recomendación de vacunar con triple bacteriana acelular a mujeres embarazadas a partir de la vigésima semana de gestación o -en el caso de que no se hayan vacunado en ese período- después del parto, se fundamenta en que del total de lactantes fallecidos, el 92 % no había recibido ninguna dosis de vacuna ya que no le correspondía por su edad o perdieron la oportunidad de vacunarse a los dos meses.
Cabe destacar que la medida sugerida por los expertos nacionales de la Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Buenos Aires (SOGIBA); de la Federación de Sociedades de Ginecología y Obstetricia (FASGO); de la Asociación de Perinatología (ASAPER); de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP); la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica (SADIP); la Sociedad Argentina de Infectología (SADI); la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero (SLAMVI) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que integran la CONAIN, se encuentra en línea con las medidas adoptadas otros países de la región que también han implementado la estrategia de vacunar en el embarazo para proteger a los lactantes pequeños, tal como lo avala el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.

La enfermedad y sus síntomas

La tos convulsa -conocida también como tosferina o coqueluche-, es una enfermedad respiratoria aguda altamente contagiosa que representa una de las principales causas de morbimortalidad en la niñez. Producida por la bacteria Bordetella pertussis, la infección generalmente suele ser introducida en el núcleo familiar por alguno de los hijos mayores o alguno de los padres durante el período catarral.
Se contagia a través del contacto directo con las secreciones de las mucosas de las vías respiratorias de las personas infectadas y tiene una incubación de 7 a 10 días. Los síntomas que presenta en su fase inicial son catarro con fiebre escasa o ausente, rinitis, estornudos y accesos de tos. En su evolución se observa accesos repetidos y violentos de tos que duran entre 1 a 6 semanas, con un sonido respiratorio anormal conocido como estridor inspiratorio, y la expulsión de mucosidades claras y adherentes.
En los lactantes los síntomas incluyen dificultad para la alimentación, aumento de la frecuencia respiratoria y tos; mientras que en adolescentes y adultos, los síntomas se caracterizan por tos seca intratable y de larga duración.
Si bien es una enfermedad prevenible a través de la vacunación, las coberturas de vacunación por debajo de los niveles óptimos, la pérdida natural de anticuerpos posvacunación y la falta de inmunidad duradera luego de la infección natural son factores que colaboran con su propagación.
La neumonía es la causa de la mayoría de las muertes por coqueluche, así como complicaciones menos frecuentes como convulsiones, encefalopatías, sobreinfecciones bacterianas y afecciones asociadas a los efectos de presión por la tos paroxística severa.
04-02-2012 | Cargada en Sociales - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social