El ministro de Economía destacó que el Paraguay ha experimentado un importante crecimiento de su economía como consecuencia de los resultados en materia de soja y ganadería y es uno de los principales compradores de productos argentinos.
El Paraguay es comprador de productos argentinos en gran medida, a tal punto que se ubica en el quinto lugar, superando inclusive a México.
Si bien se reconoce que no es probable que cuente con los volúmenes de los grandes países del mundo pero, insiste, " es un muy buen cliente para la economía argentina y si bien es cierto que algunas cargas se derivan por la Hidrovía -sobre todo para el comercio internacional- en el caso de Argentina la mayoría de sus despachos se remiten por camión.
Jorge Ibáñez justifica, de ese modo, las diligencias que se encaran para mejorar la infraestructura esencial para ponerla al servicio del transporte internacional de modo tal que el intercambio se realice con mayor dinamismo con las ventajas integrales que ello implica.
"Y en este intercambio comercial con Paraguay, tanto en lo que se refiere a las compras cuanto a las ventas, el transporte se canaliza por el puente entre Clorinda y Colonia Falcón a la altura de San Ignacio de Loyola por lo que se hace necesario contar con un nuevo puente sobre el cual cree que ninguna de las partes debería estar en desacuerdo para construirlo, por lo que solamente queda pendiente que se tome la decisión de encarar el proyecto y definir el sitio donde habrá de emplazárselo", expuso.
El ministro señala que ante la precariedad del paso de Loyola que ya no está en condiciones de responder al creciente tráfico internacional por el grave problema de congestionamiento que se registra en la zona.
"Por eso, la única alternativa es construir un nuevo puente que de acuerdo con los estudios premilitares podría construirse entre Puerto Pilcomayo e Itá Enramada", indicó.
Contrariamente a lo que acontece con la otra obra proyectada entre Argentina y Paraguay en la confluencia de los ríos Paraguay y Bermejo, explicó que en la zona de Pilcomayo no hay competencia de ningún tipo y de lo que se trata es "ponernos de acuerdo ambos países en cual es el punto más correcto para hacer la obra, que tipo de ingeniería es la más adecuada y buscar el organismo internacional que la financie".
Aquí explicó que los organismos internacionales una vez que dos países se ponen de acuerdo para encarar una obra de integración le asignan prioridad uno a estos emprendimientos.
"Falta ahora que ambas cancillerías se pongan de acuerdo para decidir políticamente la obra cuyos estudios serán financiados por el Fondo para el Desarrollo de la Cuenca del Plata -FONPLATA- y que incluyen un puntilloso estudio del movimiento de cargas de Loyola peor también de las que se derivan actualmente hacia las balsas de Pilcomayo, como es el caso de todo lo que es combustible líquido y gaseoso", manifestó.
Recordó que esas balsas también trasportan vehículos porque es tal la congestión en Loyola porque hay días en que las colas son largas y se hace necesario apelar a la vía alternativa de Pilcomayo.
Si bien se reconoce que no es probable que cuente con los volúmenes de los grandes países del mundo pero, insiste, " es un muy buen cliente para la economía argentina y si bien es cierto que algunas cargas se derivan por la Hidrovía -sobre todo para el comercio internacional- en el caso de Argentina la mayoría de sus despachos se remiten por camión.
Jorge Ibáñez justifica, de ese modo, las diligencias que se encaran para mejorar la infraestructura esencial para ponerla al servicio del transporte internacional de modo tal que el intercambio se realice con mayor dinamismo con las ventajas integrales que ello implica.
"Y en este intercambio comercial con Paraguay, tanto en lo que se refiere a las compras cuanto a las ventas, el transporte se canaliza por el puente entre Clorinda y Colonia Falcón a la altura de San Ignacio de Loyola por lo que se hace necesario contar con un nuevo puente sobre el cual cree que ninguna de las partes debería estar en desacuerdo para construirlo, por lo que solamente queda pendiente que se tome la decisión de encarar el proyecto y definir el sitio donde habrá de emplazárselo", expuso.
El ministro señala que ante la precariedad del paso de Loyola que ya no está en condiciones de responder al creciente tráfico internacional por el grave problema de congestionamiento que se registra en la zona.
"Por eso, la única alternativa es construir un nuevo puente que de acuerdo con los estudios premilitares podría construirse entre Puerto Pilcomayo e Itá Enramada", indicó.
Contrariamente a lo que acontece con la otra obra proyectada entre Argentina y Paraguay en la confluencia de los ríos Paraguay y Bermejo, explicó que en la zona de Pilcomayo no hay competencia de ningún tipo y de lo que se trata es "ponernos de acuerdo ambos países en cual es el punto más correcto para hacer la obra, que tipo de ingeniería es la más adecuada y buscar el organismo internacional que la financie".
Aquí explicó que los organismos internacionales una vez que dos países se ponen de acuerdo para encarar una obra de integración le asignan prioridad uno a estos emprendimientos.
"Falta ahora que ambas cancillerías se pongan de acuerdo para decidir políticamente la obra cuyos estudios serán financiados por el Fondo para el Desarrollo de la Cuenca del Plata -FONPLATA- y que incluyen un puntilloso estudio del movimiento de cargas de Loyola peor también de las que se derivan actualmente hacia las balsas de Pilcomayo, como es el caso de todo lo que es combustible líquido y gaseoso", manifestó.
Recordó que esas balsas también trasportan vehículos porque es tal la congestión en Loyola porque hay días en que las colas son largas y se hace necesario apelar a la vía alternativa de Pilcomayo.