Visitó la provincia el embajador de Chile.

Luis Maira se convirtió ayer en el primer embajador de Chile en la Argentina que visitó Formosa para exponer sobre la integración bilateral así como también para historiar las distintas fórmulas que se utilizaron a lo largo de la historia continental...

Luis Maira se convirtió ayer en el primer embajador de Chile en la Argentina que visitó Formosa para exponer sobre la integración bilateral así como también para historiar las distintas fórmulas que se utilizaron a lo largo de la historia continental para afirmar esa relación, reconociendo que, aunque se avanza progresivamente, hay todavía indicadores preocupantes en razón de que se advierten desigualdades internas en los países del continente.
En una exposición en el sexto piso de la casa de Gobierno, primero y en conferencia de prensa, luego, destacó la visión que tiene el mandatario formoseño respecto de la validez de estas relaciones para el futuro de América latina y marcó a la ruta 81 como centro del más importante corredor bioceanico continental que vincula el Pacifico con el Atlántico y al que llamó el Corredor Capricornio, destacando que por los puertos de Pacifico se moviliza el 57 por ciento de las cargas regionales hacia el mundo.
La agenda de la integración, según su criterio, también involucra a temas tales como la pobreza, la desigualdad y exclusión social que prevalecen en América Latina, para admitir que en los últimos 30 años hubo situaciones criticas en el subcontinente americano, recordando que en 1980 había en vísperas de los estallidos financieros había 130 millones de personas pobres y pese a los ajustes que se hicieron y que damnificaron al área social, al final de esa década los pobres se convirtieron en 190 millones. Pese al optimismo que generaron los años 90, sobre todo entre 1997 y 2002, dijo Maira que solo se creció en 0,2 por ciento entre el conjunto de paises sudamericanos y se acumularon 221 millones de personas pobres de los cuales 99.000 millones eran indigentes.
Al mismo tiempo, reconoció que el modelo formoseño que se ejecuta desde hace diez años  y que le fuese referido sucintamente por el gobernador Gildo Insfrán quien lo recibió en audiencia especial- está identificado plenamente con la visión continental de las propuestas de integración, sobre todo por la ubicación estratégica de esta provincia y la ruta 81 en el corredor bioceánico regional que se extiende desde el puerto brasileño de Santos hasta el chileno de Antofagasta; por las obras de infraestructura que propician la interconexión este –oeste y norte –sur, en este caso a través de a Hidrovía Paraguay-Paraná así como del mejoramiento de los anillos eléctricos y de la lucha decidida contra la pobreza y la indigencia.
El embajador de Chile fue recibido por el ministro de Gobierno, Elvio Lorenzo Borrini y su par de la Producción, Luis Basterra, en cuya compañía se trasladó hasta el quinto piso donde lo recibió el gobernador Gildo Insfrán quien estaba acompañado por el vicegobernador Floro Bogado.
Recordó que había conocido a Insfrán en ocasión de inaugurarse el Paso de Jama y destacó el prestigio que el gobernador formoseño tiene fuera de las fronteras de la Argentina.
Entiende que es mucho lo que hay que trabajar para promover la inversión de capitales en esta región y sobre todo para la generación de negocios, reconociendo que esa realidad se apreciará una vez que estén concluidas las obras de la ruta 81 a la que reconoció como el Eje Capricornio, sobre todo porque crecerán las posibilidades del transporte, del movimiento mercantil y también del turismo.


El gasoducto sudamericano


Maira interpreta que América Latina soporta problemas de interconexión, de cooperación y de conectividad y que además existen tres escenarios complementarios en los cuales hay que poner el acento con eficacia. Uno de ellos es el denominado gran anillo energético de América del Sur una propuesta a la que calificó de ambiciosa e incierta en materia económica y de ingeniería. Se estaba refiriendo a la necesidad de hacer una enorme vinculación que vaya desde la frontera colombiano-venezolana en las grandes reservas de petróleo y gas de la última de ellas llegue hasta Brasil ,atravesando el Amazonas para bajar a Argentina, complementando y ligando aproximadamente unos 9.500 kilómetros de longitud con un gasoducto que va a traer las fuentes energéticas venezolanas a las grandes economías del Atlántico.
Hizo notar que Venezuela es el principal productor de gas de América del Sur y que el nuevo gasoducto hay que pensarlo en términos de cinco a seis años plazo con una dimensión que no baje de los 100 millones de metros cúbicos diarios para que sea un proyecto rentable.
“Pero colocado en esa dimensión-dijo-se convierte en la gran clave para resolver la demanda gasifera y energética que tienen Argentina, Brasil y otros de los países de la cuenca del Atlántico” para precisar que las obras están en el orden de los 10.000 millones de dólares, parte de los cuales serán financiados por Venezuela y el resto por los países asociados a la empresa y también por organismos como el BID y la Corporación Andina de Fomento que invierte ahora mismo en las obras de la ruta 81.
El otro escenario es el pequeño anillo en el que están trabajando Argentina, Chile, Uruguay Brasil y Perú para que desde este ultimo baje otro gasoducto a partir del yacimiento gasifero de Camisea Uno que ya esta en plena explotación para asegurar el consumo de los grandes centros urbanos peruanos y generar un potencial de explotación que sea negociado para llevar gas natural licuado por las rutas del Pacifico en México y California con un plus desde Camisea Dos  para derivar el fluido hacia el Gasoducto del Nordeste, desde la costa chilena hasta Salta, hacia las cuatro provincias del NEA y también a los estados sureños del Brasil y Uruguay.


Las reservas de gas


Maira citó como tercer elemento clave a Bolivia que tiene la segunda mayor reserva de gas de América del Sur, consignando que ella ha crecido de manera casi exponencial ya que hace siete años era de 7.9 trillones de pies cúbicos y ahora son de 54.9 trillones mientras que hay datos serios que consignan que esa cifra ya ha trepado en la actualidad a poco más de 70 trillones, lo que indica que ese país en ocho años a decuplicado su capacidad de reserva de gas.
“Esa cifra permite tener a los bolivianos un abastecimiento por 560 años. Eso nos dice que el interés nacional boliviano pasa por la idea de comercializar en términos justos ese gas y convertirlo en el gran motor para la superación del atraso y la pobreza y para la creación de nuevos y numerosos proyectos productivos”, señaló.
Calcula que la capacidad de exportación gasifera boliviana en términos justos y considerando el aumento que han tenido los precios en el mercado, permitiría pensar en los próximos cinco años en cantidades adicionales para Bolivia de 2.000 a 2.500 millones de dólares vendiendo solamente gas natural a sus vecinos Argentina y Brasil, mientras inicia otro tipo de proyectos complementarios con otros miembros de la comunidad sudamericana de naciones.
Esa cifra de la que puede disponer Bolivia para modernizar su capacidad productiva y mejorar la calidad de vida de su gente-dijo- implica casi el 30 por ciento de su producto interno bruto.


La era de Evo Morales


Recordó la última elección del domingo en Bolivia con resultados a los que calificó como sorpresivos.”Los comicios no terminaron como pensaban todos los expertos en juego de fragmentación y enfrentamiento de los actores políticos sino con un actor que pudo tener mas del 50% del respaldo y que por lo tanto tiene un horizonte muy significativo de gobernabilidad que no parecía clara hasta el sábado pasado”, reflexionó.
“Eso nos muestra como la dinámica de la integración latinoamericana nos va poniendo tremendos problemas a resolver, difíciles ellos, aunque con las posibilidades de avanzar y de discernir los cuadros y situaciones que se presentan como mas complicados.
Reconoce Maira que se da en la actualidad un cambio de heterogeneidad social y productiva  en América latina hacia niveles de mayor concentración territorial de la pobreza.


Espacios atrasados


Explicó que siempre se observaron en los países pequeños enclaves modernos de actividad productiva y grandes espacios atrasados ligados a los pueblos originarios y a la actividad rural de los pequeños y medianos productores, razón por la cual elogió que Formosa haya puesto su acento en esos sectores, a lo que se sumó en las zonas urbanas las pequeñas y medianas empresas tecnológicamente atrasadas por lo que vió con buenos ojos que aquí se apuntale a dichas actividades para mejorarlas.
“Peor también en estos años se ha dado una preocupante concentración territorial del atraso, la pobreza, la miseria y la exclusión en ciertas ares de los países más prósperos de la región como México-con cinco facetas diferentes- y Brasil”, indicó.
Y lo que le llamo la atención era que los sectores avanzados de esas naciones que no se encontraban porque  miraban más a sus similares de países vecinos que a su propio interior pobre lo que les impedía resolver sus necesidades básicas y enfrentar el reto de la superación de la pobreza y la desigualdad.
Maira dijo que Chile y Argentina no están excluidos de esa realidad ya que los datos señalan la existencia de niveles desigualdad territorial y de concentración de la pobreza que no son muy distintos que los de México y Brasil, indicando que los únicos países más homogéneos de la región son los desesperadamente pobres como Haití, como Honduras y como Bolivia que tienen menos desigualdad porque tienen un grado tal de pobreza generalizada que los contrastes resultan menos dramáticos que los que tienen países como los nuestros.


El gran reto


De allí que considere que otro gran reto de Latinoamérica es la homologación de los países, evitando tener más de un país en un mismo territorio y dándole condiciones, señales e imágenes de  vida compartida, de dignidad , de proyectos común a toda la gente, viva donde vida territorialmente hablando.
Y en ejemplo cito a Formosa al señalar que aquí la gente tiene un nivel de ingreso per capital del orden de los 1.000 dólares o un poco menos mientras que la Capital Federal tiene 13.000, algo que también ocurre en Chile.
El embajador Maira instó, frente a estas realidades, interrogarse cuanta pobreza y desigualdad resisten los procesos democráticos en el corto tiempo.
Para resolver esas cuestiones, instó a encarar mancomunadamente los pequeños proyectos concretos que entren en los lineamientos de integración física, integración energética y la integración para la inclusión social que a su entender son las claves a las que debe apelarse para ofrecer respuestas a las ansiedades de los sectores más debilitados.

21-12-2005 | Cargada en Novedades - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social