Desde el gobierno provincial a través de la esfera de Desarrollo Humano comenzó a trabajarse en todo el proceso que llevará a que en dos o tres semanas más, comience la vacunación contra los el Virus del Papiloma Humano (HPV).
La inmunización apunta a reducir los casos de cáncer de cuello uterino y fue incorporada al calendario de vacunación de la Argentina, con lo cual comenzó a ser obligatoria y gratuita para las nenas de 11 años.
Así lo confirmó el ministro de Desarrollo Humano, Aníbal Gómez luego del encuentro de trabajo que mensualmente reúne a los diferentes efectores de salud de toda la provincia, donde se coordinan estrategias y se definen nuevas acciones a desarrollar en terreno, además de recepcionarse inquietudes y ver la manera de dar respuestas a las mismas.
Y fue justamente en ese marco que se estuvo analizando sobre el particular, explicando el ministro que "esta semana estaremos recibiendo el stock suficiente a fin de que para el próximo lunes ya comiencen a ser distribuidas en todos los hospitales y centros de salud de la provincia las dosis necesarias para cubrir la demanda, que en esta fase comprende la aplicación a todas las nacidas en el año 2000, dado que el rango que se prioriza es las niñas de 11 años". Cuantificó que "tenemos aproximadamente doce mil nacimientos anuales, casi la mitad o un poco menos son varones, de donde surge la población objetivo".
Señaló que el área de Inmunizaciones ya trabaja a fin de que los equipos de vacunadores realicen el proceso de capacitación en toda la provincia, aludiendo a que la vacuna, siempre para las nenas de 11 años (una edad en la que se supone que todavía no han tenido relaciones sexuales: el HPV se transmite por esa vía), se dará en tres dosis. La segunda debe darse al mes después que la primera; y la tercera, seis meses más tarde, y que en forma exclusiva y sin excepciones comprende a las nacidas en el año 2000.
También se expuso que esta vacuna fue incorporada al calendario de vacunación de acuerdo a una resolución del Ministerio de Salud. La norma señala que dos de los más de 150 genotipos diferentes de HPV (el 16 y el 18) son los que mayor incidencia tienen en el cáncer de cuello uterino y que más del 80% de las mujeres argentinas habrán tenido algún tipo de infección por VPH antes de cumplir los 50 años (en su mayoría, de "bajo riesgo" porque son serotipos que no conllevan riesgo de cáncer).
También sostiene que "las vacunas disponibles tienen un perfil de inmunogenicidad, cobertura y seguridad adecuados" y que el mayor éxito de la vacuna se observa cuando ésta se aplica en la etapa prepubertal. Y destaca que el objetivo de su incorporación al calendario apunta a reducir la incidencia del cáncer cervouterino en el país.
La vacuna en cuestión funciona como preventiva contra la infección por ciertos tipos del virus. Este virus es el responsable de gran parte de los cánceres de cuello uterino: en la Argentina hay 5.000 nuevos casos por año, y las mujeres que lo sufren tienen 47 años en promedio. Porque llegan tarde al diagnóstico y al tratamiento, 2.000 se mueren.
"Con la vacuna incorporada al calendario oficial, vamos a bajar las muertes por cáncer de cuello uterino en 20 años", se sostuvo optimista, aunque de todos modos se aclara que la vacuna será complementaria a los chequeos ginecológicos, que incluyen los ya clásicos tests del Papanicolaou (PAP).
Así lo confirmó el ministro de Desarrollo Humano, Aníbal Gómez luego del encuentro de trabajo que mensualmente reúne a los diferentes efectores de salud de toda la provincia, donde se coordinan estrategias y se definen nuevas acciones a desarrollar en terreno, además de recepcionarse inquietudes y ver la manera de dar respuestas a las mismas.
Y fue justamente en ese marco que se estuvo analizando sobre el particular, explicando el ministro que "esta semana estaremos recibiendo el stock suficiente a fin de que para el próximo lunes ya comiencen a ser distribuidas en todos los hospitales y centros de salud de la provincia las dosis necesarias para cubrir la demanda, que en esta fase comprende la aplicación a todas las nacidas en el año 2000, dado que el rango que se prioriza es las niñas de 11 años". Cuantificó que "tenemos aproximadamente doce mil nacimientos anuales, casi la mitad o un poco menos son varones, de donde surge la población objetivo".
Señaló que el área de Inmunizaciones ya trabaja a fin de que los equipos de vacunadores realicen el proceso de capacitación en toda la provincia, aludiendo a que la vacuna, siempre para las nenas de 11 años (una edad en la que se supone que todavía no han tenido relaciones sexuales: el HPV se transmite por esa vía), se dará en tres dosis. La segunda debe darse al mes después que la primera; y la tercera, seis meses más tarde, y que en forma exclusiva y sin excepciones comprende a las nacidas en el año 2000.
También se expuso que esta vacuna fue incorporada al calendario de vacunación de acuerdo a una resolución del Ministerio de Salud. La norma señala que dos de los más de 150 genotipos diferentes de HPV (el 16 y el 18) son los que mayor incidencia tienen en el cáncer de cuello uterino y que más del 80% de las mujeres argentinas habrán tenido algún tipo de infección por VPH antes de cumplir los 50 años (en su mayoría, de "bajo riesgo" porque son serotipos que no conllevan riesgo de cáncer).
También sostiene que "las vacunas disponibles tienen un perfil de inmunogenicidad, cobertura y seguridad adecuados" y que el mayor éxito de la vacuna se observa cuando ésta se aplica en la etapa prepubertal. Y destaca que el objetivo de su incorporación al calendario apunta a reducir la incidencia del cáncer cervouterino en el país.
La vacuna en cuestión funciona como preventiva contra la infección por ciertos tipos del virus. Este virus es el responsable de gran parte de los cánceres de cuello uterino: en la Argentina hay 5.000 nuevos casos por año, y las mujeres que lo sufren tienen 47 años en promedio. Porque llegan tarde al diagnóstico y al tratamiento, 2.000 se mueren.
"Con la vacuna incorporada al calendario oficial, vamos a bajar las muertes por cáncer de cuello uterino en 20 años", se sostuvo optimista, aunque de todos modos se aclara que la vacuna será complementaria a los chequeos ginecológicos, que incluyen los ya clásicos tests del Papanicolaou (PAP).