En la sala de situación del Ministerio de Desarrollo Humano se realizó una reunión donde se explicó la metodología de trabajo que se abordará en el marco del Programa Chequeo Médico con encuestadores que se encargarán de hacer un trabajo de relevamiento en las panaderías.
Esto tiene referencia respecto al acuerdo que recientemente se dio entre la cartera sanitaria, la comuna y la Cámara de Panaderos para elaborar el pan con menos cantidad de sal, dentro de las acciones que el estado encara a fin de prevenir patologías cardiovasculares.
En la reunión estuvieron el ministro de Desarrollo Humano, Aníbal Gómez, los directores de Bromatología Municipal y Provincial, Guillermo Romero y Cristina Berretta de Monti, el representante de la cámara de panaderos, Arsenio López, y todo el equipo de nutricionistas.
El trabajo de relevamiento lo llevarán adelante 26 encuestadores, divididos en grupos que recorrerán las panaderías de la ciudad. Son bromatólogos y estudiantes de la carrera de Bromatología de la UNaF.
La idea es que se obtengan datos de cómo se trabaja en las panaderías, los productos que utilizan y la cantidad de sal con la que elaboran el pan.
Elaboración del pan
El pan es el producto de mayor consumo y en su preparación la sal es un elemento muy relevante. La Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo máximo de 5 gramos de sal diarios (1 gramo de sal equivale a 390 mg de sodio, el consumo ideal es de aproximadamente 2000 mg de sodio diarios) los argentinos consumimos cerca de 13 gramos de sal diarios, es decir, más del doble del recomendado.
El principal alimento de la dieta nacional, es el pan. Cada pan tiene aproximadamente 1.5 gramos de sal (aprox. 590 mg de sodio), si consideramos que cada día comemos 2 panes en eso ya habremos consumido más de la mitad del sodio recomendado para todo el día.
El exceso de sal en los alimentos es la causa principal de enfermedades como hipertensión arterial o presión alta. Actualmente la proporción de sal usada en la elaboración de ese alimento ronda entre 800 a 850gr por cada bolsa de 50 kilos y se propondrá a los panaderos a que no usen más de 750 gramos por cada bolsa de harina. Esta iniciativa es la primera medida para lograr reducir enfermedades cardiovasculares y posibles muertes por estas causas. Reducir en forma gradual la sal en todos los alimentos hace que las personas se acostumbren muy rápidamente y la mayoría de las veces no lo noten.
En la reunión estuvieron el ministro de Desarrollo Humano, Aníbal Gómez, los directores de Bromatología Municipal y Provincial, Guillermo Romero y Cristina Berretta de Monti, el representante de la cámara de panaderos, Arsenio López, y todo el equipo de nutricionistas.
El trabajo de relevamiento lo llevarán adelante 26 encuestadores, divididos en grupos que recorrerán las panaderías de la ciudad. Son bromatólogos y estudiantes de la carrera de Bromatología de la UNaF.
La idea es que se obtengan datos de cómo se trabaja en las panaderías, los productos que utilizan y la cantidad de sal con la que elaboran el pan.
Elaboración del pan
El pan es el producto de mayor consumo y en su preparación la sal es un elemento muy relevante. La Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo máximo de 5 gramos de sal diarios (1 gramo de sal equivale a 390 mg de sodio, el consumo ideal es de aproximadamente 2000 mg de sodio diarios) los argentinos consumimos cerca de 13 gramos de sal diarios, es decir, más del doble del recomendado.
El principal alimento de la dieta nacional, es el pan. Cada pan tiene aproximadamente 1.5 gramos de sal (aprox. 590 mg de sodio), si consideramos que cada día comemos 2 panes en eso ya habremos consumido más de la mitad del sodio recomendado para todo el día.
El exceso de sal en los alimentos es la causa principal de enfermedades como hipertensión arterial o presión alta. Actualmente la proporción de sal usada en la elaboración de ese alimento ronda entre 800 a 850gr por cada bolsa de 50 kilos y se propondrá a los panaderos a que no usen más de 750 gramos por cada bolsa de harina. Esta iniciativa es la primera medida para lograr reducir enfermedades cardiovasculares y posibles muertes por estas causas. Reducir en forma gradual la sal en todos los alimentos hace que las personas se acostumbren muy rápidamente y la mayoría de las veces no lo noten.