Las más de dos mil unidades educativas de toda la provincia vuelven desde este lunes a la actividad áulica, dado que tras el receso invernal de dos semanas, todos los niveles de educación de la provincia retoman el normal dictado de clases.
En efecto, concluidas las vacaciones, los alumnos de los niveles inicial, primario y secundario, tanto en escuelas de gestión pública como privada, regresan a las aulas para continuar con las actividades escolares.
De esta manera, los 215.293 alumnos y un plantel de 16.863 docentes, de los cuales 6.924 ejercen en esta capital y 9.939 en el interior formoseño, retoman el tramo final del ciclo lectivo que comprende poco más de cuatro meses.
Además, para las escuelas con sistemas de enseñanza intercultural bilingüe se cuenta con la participación de 339 "memas", sigla con la que se conoce a los maestros especiales de la modalidad aborigen que intermedian entre el docente que está al frente de los grados y los alumnos de las etnias wichí, pilagá y toba.
De las 2001 unidades educativas existentes, 1.687 corresponden a la educación formal con 492 para el nivel inicial, 601 del nivel primario, 335 del nivel secundario, 38 de enseñanza superior, 170 del nivel permanente primario y 50 del permanente secundario así como 282 de la educación no formal y 32 de la educación especial formal y no formal.
Fue destacado que el gobernador Gildo Insfrán reivindicó la centralidad de la política de educación en el accionar de su gobierno y ratificó el objetivo de dotar al sistema educativo de las condiciones materiales y humanas que le permitan acometer el desafío trazado al definir a la educación como una cuestión de Estado.
Asimismo se resaltó que se han mantenido las inversiones de infraestructura y equipamiento y en lo que resta del año continuaran con las inauguraciones de nuevas obras educativas, estimándose llegar a fin de 2011 con un centenar de flamantes infraestructuras, entre escuelas de los diferentes niveles, albergues escolares, laboratorios informáticos, entre otras. Entre estas están una veintena los establecimientos educativos para las comunidades aborígenes donde se imparte la modalidad educativa intercultural-bilingüe.
"Este año se ha afirmado el concepto del gobernador que refiere que la educación es el nuevo nombre de la justicia social", fue expuesto desde la esfera oficial, señalándose que su afirmación se "asienta en una lectura del proceso histórico y de la etapa que se transita".
"Pero sobre todo, la afirmación del primer mandatario está dada en la evocación de que las luchas por la justicia social en el siglo pasado estuvieron centradas en la distribución de recursos materiales, en la protección de derechos laborales y sociales, en la propiedad de los bienes de producción. Esos eran los factores claves de la riqueza y la relación con ellos definía la suerte de cada sector social".
"Insfrán opina que en este nuevo siglo el conocimiento ha pasado a ser el factor decisivo para edificar el futuro de cada individuo y de la comunidad toda y de allí que la construcción de la justicia social depende fundamentalmente de la formación de los educandos, tanto en las capacidades básicas cuanto en los valores fundamentales para la convivencia y el crecimiento personal", se afirmó concluyente.
De esta manera, los 215.293 alumnos y un plantel de 16.863 docentes, de los cuales 6.924 ejercen en esta capital y 9.939 en el interior formoseño, retoman el tramo final del ciclo lectivo que comprende poco más de cuatro meses.
Además, para las escuelas con sistemas de enseñanza intercultural bilingüe se cuenta con la participación de 339 "memas", sigla con la que se conoce a los maestros especiales de la modalidad aborigen que intermedian entre el docente que está al frente de los grados y los alumnos de las etnias wichí, pilagá y toba.
De las 2001 unidades educativas existentes, 1.687 corresponden a la educación formal con 492 para el nivel inicial, 601 del nivel primario, 335 del nivel secundario, 38 de enseñanza superior, 170 del nivel permanente primario y 50 del permanente secundario así como 282 de la educación no formal y 32 de la educación especial formal y no formal.
Fue destacado que el gobernador Gildo Insfrán reivindicó la centralidad de la política de educación en el accionar de su gobierno y ratificó el objetivo de dotar al sistema educativo de las condiciones materiales y humanas que le permitan acometer el desafío trazado al definir a la educación como una cuestión de Estado.
Asimismo se resaltó que se han mantenido las inversiones de infraestructura y equipamiento y en lo que resta del año continuaran con las inauguraciones de nuevas obras educativas, estimándose llegar a fin de 2011 con un centenar de flamantes infraestructuras, entre escuelas de los diferentes niveles, albergues escolares, laboratorios informáticos, entre otras. Entre estas están una veintena los establecimientos educativos para las comunidades aborígenes donde se imparte la modalidad educativa intercultural-bilingüe.
"Este año se ha afirmado el concepto del gobernador que refiere que la educación es el nuevo nombre de la justicia social", fue expuesto desde la esfera oficial, señalándose que su afirmación se "asienta en una lectura del proceso histórico y de la etapa que se transita".
"Pero sobre todo, la afirmación del primer mandatario está dada en la evocación de que las luchas por la justicia social en el siglo pasado estuvieron centradas en la distribución de recursos materiales, en la protección de derechos laborales y sociales, en la propiedad de los bienes de producción. Esos eran los factores claves de la riqueza y la relación con ellos definía la suerte de cada sector social".
"Insfrán opina que en este nuevo siglo el conocimiento ha pasado a ser el factor decisivo para edificar el futuro de cada individuo y de la comunidad toda y de allí que la construcción de la justicia social depende fundamentalmente de la formación de los educandos, tanto en las capacidades básicas cuanto en los valores fundamentales para la convivencia y el crecimiento personal", se afirmó concluyente.