El gobernador Gildo Insfrán apreció la magnitud de la tarea científica y tecnológica que despliega el CEDEVA lugareño, además del trabajo de los pequeños productores agropecuarios dependientes del PAIPPA quienes expusieron una variada gama de productos elaborados a partir de los frutos de la zona.
Durante su visita a Misión Tacaaglé, donde participó ayer de los actos centrales celebratorios de la fundación del pueblo protagonizada por inmigrantes italianos y misioneros franciscanos, el gobernador Gildo Insfrán realizó una visita al stand del Centro de Validación de Tecnologías Agropecuarias donde pudo comprobar los resultados de un trabajo integral encarado con el uso de la tecnología de punta y la mejor genética para aumentar en cantidad y optimizar la calidad de los frutos subtropicales.
Del mismo modo, el mandatario junto al ministro de la Producción y Ambiente, Raúl Quintana el coordinador ejecutivo de los CEDEVA, ingeniero Jorge Balonga y el titular del Instituto PAIPPA, Carlos Sotelo, entre otros, estuvo observando pabellones con producciones agrícolas y elaboraciones de dulces envasados, conversando con gente que le viene dando valor agregado a sus cultivos.
Es que además de apreciar la magnitud de la tarea científica y tecnológica que despliega el CEDEVA lugareño, tuvo ocasión de gratificarse con el trabajo de los pequeños productores agropecuarios dependientes del PAIPPA quienes expusieron una variada gama de productos elaborados a partir de los frutos de la zona.
Los profesionales y técnicos que recibieron al gobernador coincidieron en que ven como una gran fortaleza la calidad de la banana formoseña y como una gran debilidad la forma en que llega a los mercados razón por la cual se habrá de perseverar en el aumento de la producción por hectárea y la mejoraría de la calidad al mismo tiempo, en el contexto de una gestión que también pone el acento en el proceso de comercialización.
Durante la visita realizada al Centro de Validación de Tecnologías Agropecuarias -CEDEVA- de Misión Tacaaglé, observó las distintas instalaciones del predio de 80 hectáreas donde se ha montado una batería de punta que incluye un invernadero francés, un cable guía colombiano y una biofábrica de vegetales que se montó con el ajuste final a cargo de especialista de la CATIA de Costa Rica, un galpón de empaque y una serie de experiencias que permiten anticipar el aporte valioso que brindará para la expansión de la producción frutihortícola provincial.
Destacó las actividades del CEDEVA de Tacaaglé, donde en base al planteo de recrear sistemas productivos de inclusión, se trabaja en la puesta en marcha de un plan orientado a expandir el área bananera atendiendo a la realidad de todos los estratos de productores y para afirmar el reposicionamiento de Formosa en el mercado nacional que alguna vez fue cubierto en gran porcentaje por la oferta provincial.
Insfrán tuvo oportunidad de apreciar los resultados de la actividad productiva de dicho centro no solamente en materia bananera -donde degustó la fruta a la que se dio el nombre propio de Pacová Porá para su envío al mercado regional y nacional- sino también de otros componentes de las validaciones que allí se realizan como mango y mamón.
En el Centro de Validación de Tecnologías Agropecuarias de Tacaaglé se ha montado una biofábrica con equipamiento tecnológico de punta y se ha apelado a la genética para seleccionar las mejores variedades de modo tal que el emprendimiento se haga posible en el término de una década.
Se considera que el enorme esfuerzo que se viene haciendo desde hace bastante tiempo cuenta con la compañía de los productores, sobre todo de los pequeños y medianos, porque hacia ellos están dirigidos sus principales objetivos en el afán de que puedan expandir en cantidad y calidad sus cultivos con el mejoramiento que ello implica para su calidad de vida en lo económico y social y para la evolución productiva de la provincia en el marco de sus políticas de diversificación.
En la actualidad, están realizando sus pasantías en el CEDEVA de Tacaaglé estudiantes de las distintas escuelas aerotécnicas de la región que se encargarán de protagonizar las tareas de extensión necesarias para que los productores tradicionales asimilen las bondades de las nuevas tecnologías y manejo de los cultivos frutihortícolas.
Se admite que los productores realizan con mayor asiduidad sus visitas al centro y ponen de manifiesto que, progresivamente, van comprendiendo las proyecciones y la magnitud de esta propuesta que se orienta a multiplicar la cantidad de hectáreas y la calidad del cultivo y sobre todo a un reposicionamiento de Formosa en el mercado bananero nacional y mundial.
Fue destacado que en un trabajo cercano con el Ministerio de la Producción y Ambiente se ofrecen señales de apoyatura a todos los sistemas productivos que existen en el ámbito bananero, desde el pequeño productor de una hectárea hasta el más estructurado de entre 20 y 30 hectáreas.
Se califica como innovador el hecho de que la ejecución del programa frutihortícola en general y bananero en particular se haga con toda una serie de medidas de apoyatura, capacitación, recomendaciones sobre los biotipos más adecuados, densidades y sistemas facilitadores para el riego y, sobre todo, afirmando el criterio de una acción asociada con la promoción de un trabajo conjunto que permite lograr escala y producir con calidad para llegar a los mejores mercados.
Se informó que el trabajo que se concreta en el CEDEVA de Tacaaglé tiene que resolver metodologías simples para los pequeños productores en cuanto a conducción de la planta, densidad, fertilización, riego, tratamientos químicos, formas amigables con el ambiente y tratamiento de plagas.
Allí se realizaron validaciones con excelentes resultados con variedades de banana traídas de Israel, regados con el uso de diferentes sistemas.
Además, fueron fructíferas las experiencias de clonación de vegetales de la llamada biofábrica, que dispone de todo el equipamiento necesario -como sala de bombas, sistemas de riego diferenciales y un invernadero automático- como para recriar los clones que se den en el laboratorio.
Del mismo modo, el mandatario junto al ministro de la Producción y Ambiente, Raúl Quintana el coordinador ejecutivo de los CEDEVA, ingeniero Jorge Balonga y el titular del Instituto PAIPPA, Carlos Sotelo, entre otros, estuvo observando pabellones con producciones agrícolas y elaboraciones de dulces envasados, conversando con gente que le viene dando valor agregado a sus cultivos.
Es que además de apreciar la magnitud de la tarea científica y tecnológica que despliega el CEDEVA lugareño, tuvo ocasión de gratificarse con el trabajo de los pequeños productores agropecuarios dependientes del PAIPPA quienes expusieron una variada gama de productos elaborados a partir de los frutos de la zona.
Los profesionales y técnicos que recibieron al gobernador coincidieron en que ven como una gran fortaleza la calidad de la banana formoseña y como una gran debilidad la forma en que llega a los mercados razón por la cual se habrá de perseverar en el aumento de la producción por hectárea y la mejoraría de la calidad al mismo tiempo, en el contexto de una gestión que también pone el acento en el proceso de comercialización.
Durante la visita realizada al Centro de Validación de Tecnologías Agropecuarias -CEDEVA- de Misión Tacaaglé, observó las distintas instalaciones del predio de 80 hectáreas donde se ha montado una batería de punta que incluye un invernadero francés, un cable guía colombiano y una biofábrica de vegetales que se montó con el ajuste final a cargo de especialista de la CATIA de Costa Rica, un galpón de empaque y una serie de experiencias que permiten anticipar el aporte valioso que brindará para la expansión de la producción frutihortícola provincial.
Destacó las actividades del CEDEVA de Tacaaglé, donde en base al planteo de recrear sistemas productivos de inclusión, se trabaja en la puesta en marcha de un plan orientado a expandir el área bananera atendiendo a la realidad de todos los estratos de productores y para afirmar el reposicionamiento de Formosa en el mercado nacional que alguna vez fue cubierto en gran porcentaje por la oferta provincial.
Insfrán tuvo oportunidad de apreciar los resultados de la actividad productiva de dicho centro no solamente en materia bananera -donde degustó la fruta a la que se dio el nombre propio de Pacová Porá para su envío al mercado regional y nacional- sino también de otros componentes de las validaciones que allí se realizan como mango y mamón.
En el Centro de Validación de Tecnologías Agropecuarias de Tacaaglé se ha montado una biofábrica con equipamiento tecnológico de punta y se ha apelado a la genética para seleccionar las mejores variedades de modo tal que el emprendimiento se haga posible en el término de una década.
Se considera que el enorme esfuerzo que se viene haciendo desde hace bastante tiempo cuenta con la compañía de los productores, sobre todo de los pequeños y medianos, porque hacia ellos están dirigidos sus principales objetivos en el afán de que puedan expandir en cantidad y calidad sus cultivos con el mejoramiento que ello implica para su calidad de vida en lo económico y social y para la evolución productiva de la provincia en el marco de sus políticas de diversificación.
En la actualidad, están realizando sus pasantías en el CEDEVA de Tacaaglé estudiantes de las distintas escuelas aerotécnicas de la región que se encargarán de protagonizar las tareas de extensión necesarias para que los productores tradicionales asimilen las bondades de las nuevas tecnologías y manejo de los cultivos frutihortícolas.
Se admite que los productores realizan con mayor asiduidad sus visitas al centro y ponen de manifiesto que, progresivamente, van comprendiendo las proyecciones y la magnitud de esta propuesta que se orienta a multiplicar la cantidad de hectáreas y la calidad del cultivo y sobre todo a un reposicionamiento de Formosa en el mercado bananero nacional y mundial.
Fue destacado que en un trabajo cercano con el Ministerio de la Producción y Ambiente se ofrecen señales de apoyatura a todos los sistemas productivos que existen en el ámbito bananero, desde el pequeño productor de una hectárea hasta el más estructurado de entre 20 y 30 hectáreas.
Se califica como innovador el hecho de que la ejecución del programa frutihortícola en general y bananero en particular se haga con toda una serie de medidas de apoyatura, capacitación, recomendaciones sobre los biotipos más adecuados, densidades y sistemas facilitadores para el riego y, sobre todo, afirmando el criterio de una acción asociada con la promoción de un trabajo conjunto que permite lograr escala y producir con calidad para llegar a los mejores mercados.
Se informó que el trabajo que se concreta en el CEDEVA de Tacaaglé tiene que resolver metodologías simples para los pequeños productores en cuanto a conducción de la planta, densidad, fertilización, riego, tratamientos químicos, formas amigables con el ambiente y tratamiento de plagas.
Allí se realizaron validaciones con excelentes resultados con variedades de banana traídas de Israel, regados con el uso de diferentes sistemas.
Además, fueron fructíferas las experiencias de clonación de vegetales de la llamada biofábrica, que dispone de todo el equipamiento necesario -como sala de bombas, sistemas de riego diferenciales y un invernadero automático- como para recriar los clones que se den en el laboratorio.