Hace 56 años se hicieron realidad los sueños del pueblo formoseño.

El profesor Rodolfo Reynaldo Benítez, asesor del Poder Ejecutivo, dijo que en junio de 1955 se hicieron realidad los anhelos del pueblo formoseño que paciente, en su noción del momento, sintió el llamado del tiempo y se lanzó a protagonizar la gesta de la provincialización.

El funcionario ponderó la enjundia y el temple de quienes se organizaron y viajaron a Buenos Aires, pero también reconocido que ellos encontraron eco en un hombre como el general Perón al que evoca como redentor de las angustias del pueblo trabajador y creador de una nueva Argentina para la que luchó por la distribución solidaria de la riqueza.
Señala el profesor Benítez- quien fuese ministro de Gobierno y también de Cultura y Educación- que el territorio vivió por muchos años de espaldas a la Nación, como consecuencia de un olvido mezquino, aislado de los progresos y ausente de las grandes decisiones por lo que avanzó en este proyecto de jerarquización institucional y de igualdad de dignidades.
Opina que esa evolución cívica se alcanzó con las primeras elecciones que permitieron a los formoseños convertirse en ciudadanos protagonistas de su propio destino, al tomar sus propias decisiones y al fundar sus instituciones, producto de un pueblo movilizado detrás de sus justas reivindicaciones.
Recordó a aquellos que, pensando distinto y militando en partidos diferentes y con ideologías no coincidentes, armaron sus maletas para viajar, peripecias de por medio, hacia la metrópolis a partir del viaje en ferrocarril al que abordaron en la ciudad de Resistencia, Chaco, en vagones de segunda clase, incomodidad que en ningún momento melló su coraje.

Ansias de autonomía

Benítez recordó a los 93 integrantes de esa delegación formoseña que viajó para entrevistar al Presidente de la Nación impulsados por sus ansias de autonomía, significando que ese esfuerzo tuvo su premio en el cálido encuentro con Perón quien les facilitó una cordial estadía durante la cual supo acerca del clamor popular por la provincialización, traslucido en peticiones sustentadas en los valores de la equidad y la justicia.
Resaltó, especialmente, el rol central de Vicente Arcadio Salemi, presidente de la comisión pro-provincialización quien se encargó de transmitir personalmente los sentimientos de una comunidad que se consideraba olvidada así como de su anhelo y confianza de vivir en una Formosa con porvenir.
"Y como no podía ser de otro modo, el general Perón, sin reparos ni demoras les dio la respuesta que buscaban haciendo honor a su trayectoria de defensor de la historia federal y del proyecto nacional, así como también el de conductor de ciudadanos que honrasen con su igualdad para la Nueva Argentina ", refirió para subrayar que en 1955, el 28 de junio, se promulgó la ley y se hizo justicia.
" Nacimos como Provincia", enfatizó.

El mejor resultado

Dijo que de las luchas, esfuerzos y empresas encaradas en procura del objetivo central surgió el resultado buscado, rescatando de ese tránsito común la hidalguía y el honor.
"No la guerra, la lucha, sí... del esfuerzo, del valor", enfatizó.
Recordó luego los comienzos de la nueva etapa con las porfiadas lidias de los pobladores desafiando sequías, soportando inundaciones, perdonando los olvidos y soportando privaciones.
Dijo Benítez que a partir de entonces comenzó a recrearse el perfil propio del formoseño: "Un rasgo común nos une, en la historia formoseña teñido de identidad y es la gesta de la paz social".

Nueva provincia

Considera que ese clima permitió el comienzo de la construcción de una nueva provincia sobre la base de la fe y la esperanza, rescatando del pasado, la gesta fundacional aunque presagiando que algún día, las cosas vendrían mejor.
"El tiempo les acordó la razón y por eso la gesta de la provincialización marca un hito formoseño, el de la autónoma institucionalidad", puntualizó para significar que se partió de dos gestas valiosas, arcones de identidad para llegar a la actualidad en la que, a su criterio, el gobernador Gildo Insfrán, jerarquiza esas proezas de la fundación, primero y la provincialización, después.
Por esa razón, el profesor Benítez rescata a la del 28 de junio como fiesta popular y cívica, con identidad en la historia, aunque con una continuidad fortalecida desde la consolidación del modelo formoseño que permitió concretar tantas metas con incontables obras.
"Más aún,-subraya- porque todo se ha recreado en un clima de paz social, con espíritu de equidad", acotando que esa es la razón por la que el mandatario, junto al pueblo de sus sueños, construye esta nueva gesta: el Proyecto Formoseño".
27-06-2011 | Cargada en Cultura - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social