El gobernador Insfrán viajó este pasado sábado a la localidad de El Potrillo -a unos 600 kilómetros al oeste de esta capital- a fin de participar de las exequias del extinto dirigente aborigen Miguel Ortiz, quien en horas de la tarde fue inhumado en esa comunidad del departamento Ramón Lista.
El gobernador Gildo Insfrán viajó este pasado sábado a la localidad de El Potrillo -a unos 600 kilómetros al oeste de esta capital- a fin de participar de las exequias del extinto dirigente aborigen Miguel Ortiz, quien en horas de la tarde fue inhumado en esa comunidad del departamento Ramón Lista acompañado por una multitud de amigos.
Los restos del querido Miguel fueron velados en la Iglesia Anglicana Santa Trinidad de El Potrillo, donde el primer mandatario estuvo junto al vicegobernador Floro Bogado, el senador nacional José Mayans, los ministros Secretario General del PE, Antonio Ferreira y el de Gobierno, Jorge Abel González, además de intendentes de la zona y la comunidad lugareña que se volcó masivamente a despedir al "querido Miguel".
Ya por la mañana en el barrio Juan Domingo Perón, antes de viajar, Insfrán tuvo palabras de evocación y de gratitud para con la gestión militante de Ortíz, dirigente wichí fallecido el viernes muy apreciado.
El mandatario destacó las virtudes personales que adornaban la personalidad del extinto y recordó que dos meses atrás había compartido un encuentro del que participaron 5.000 aborígenes de las distintas etnias que se congregaron para celebrar sus 68 años.
Ponderó su lealtad con la causa justicialista y la de los pueblos originarios así como también su compromiso con Formosa.
Un justo homenaje
Justamente dos meses atrás el gobernador compartió un encuentro multitudinario en El Potrillo, coincidente con el cumpleaños 68 de Miguel Ortiz, uno de los más destacados dirigentes aborígenes del departamento Ramón Lista, a quien el mismo gobernador rindió un homenaje al igual que sus pares de la región.
Durante el homenaje al destacado dirigente, se relataron pasajes de su vida de trabajo sacrificado en los ingenios salteños des hace más de cuatro décadas atrás y las penurias de aquella labor, y memoró que una de sus alegrías fue cuando se "me considero ciudadano argentino y se me otorgo el documento de identidad en la presidencia de Juan Domingo Perón", algo que sostuvo "me dignificó como persona".
Padre de ocho hijos, quienes lo acompañaron en muchas de sus luchas y logros, como haber conseguido la primer escuela tras las gestiones en 1972 en la Misión San Andrés, propiciando cooperativa de trabajo e incluso con el advenimiento de la democracia y acompañado por la comunidad en 1983 fue ocupando funciones públicas representativas tanto en el viejo como el actual El Potrillo.
"Uno de los más grandes"
Insfrán por su parte definió como "una muy buena persona" y situarlo entre los "más grandes dirigentes aborígenes formoseños" al extinto Miguel Ortiz.
"No quiero hablar del hombre que ocupa funciones públicas y tampoco del dirigente político, sino de quien es "una muy buena persona", virtud que expuso que "hasta en eso le hizo caso al general Juan Perón, quien decía que primero teníamos que ser buena persona y después inteligentes", aludiendo a que eso hizo que "en forma permanente Miguel hiciera el bien".
Dijo que se trató de un justo homenaje el que se le tributara, dado que entendía que en su condición de gobernador de la provincia, implicaba un testimonio no sólo de los lugareños, sino todos los formoseños, al tiempo que le deseara un feliz cumpleaños y le regaló un acordeón con su nombre, algo que emocionó hasta las lágrimas al dirigente aborigen.
Miguel Ortiz por su parte en aquella oportunidad, -mediados de abril último-, exteriorizo su felicidad por tanto acompañamiento y demostración de afecto a su persona, señalando que "hasta el señor gobernador vino a verme, y todo eso no es poco para uno, es algo que alegra mucho y no se puede desconocer".
Instó a sus pares a "no olvidar todo lo que hemos pasado y como estamos ahora" comparado a otras épocas "cuando nadie nos tenía en cuenta, es otra realidad muy diferente y muy buena, que tenemos que defenderla, por eso debemos seguir junto a nuestro gobernador".
Arengó a sus vecinos a "no hay que bajar los brazos, hay que seguir luchando junto al compañero Gildo Insfrán", instando a "debemos recordar las penurias del pueblo indígena durante tanto tiempo y que con el gobernador han ido quedando atrás, y ahora vemos como tenemos escuelas, tierras, hospitales, caminos, luz, agua potable y trabajo para nuestros hijos. Y ahora que llega el momento de elegir que nos da la democracia, sabemos muy bien qué hacer".
Los restos del querido Miguel fueron velados en la Iglesia Anglicana Santa Trinidad de El Potrillo, donde el primer mandatario estuvo junto al vicegobernador Floro Bogado, el senador nacional José Mayans, los ministros Secretario General del PE, Antonio Ferreira y el de Gobierno, Jorge Abel González, además de intendentes de la zona y la comunidad lugareña que se volcó masivamente a despedir al "querido Miguel".
Ya por la mañana en el barrio Juan Domingo Perón, antes de viajar, Insfrán tuvo palabras de evocación y de gratitud para con la gestión militante de Ortíz, dirigente wichí fallecido el viernes muy apreciado.
El mandatario destacó las virtudes personales que adornaban la personalidad del extinto y recordó que dos meses atrás había compartido un encuentro del que participaron 5.000 aborígenes de las distintas etnias que se congregaron para celebrar sus 68 años.
Ponderó su lealtad con la causa justicialista y la de los pueblos originarios así como también su compromiso con Formosa.
Un justo homenaje
Justamente dos meses atrás el gobernador compartió un encuentro multitudinario en El Potrillo, coincidente con el cumpleaños 68 de Miguel Ortiz, uno de los más destacados dirigentes aborígenes del departamento Ramón Lista, a quien el mismo gobernador rindió un homenaje al igual que sus pares de la región.
Durante el homenaje al destacado dirigente, se relataron pasajes de su vida de trabajo sacrificado en los ingenios salteños des hace más de cuatro décadas atrás y las penurias de aquella labor, y memoró que una de sus alegrías fue cuando se "me considero ciudadano argentino y se me otorgo el documento de identidad en la presidencia de Juan Domingo Perón", algo que sostuvo "me dignificó como persona".
Padre de ocho hijos, quienes lo acompañaron en muchas de sus luchas y logros, como haber conseguido la primer escuela tras las gestiones en 1972 en la Misión San Andrés, propiciando cooperativa de trabajo e incluso con el advenimiento de la democracia y acompañado por la comunidad en 1983 fue ocupando funciones públicas representativas tanto en el viejo como el actual El Potrillo.
"Uno de los más grandes"
Insfrán por su parte definió como "una muy buena persona" y situarlo entre los "más grandes dirigentes aborígenes formoseños" al extinto Miguel Ortiz.
"No quiero hablar del hombre que ocupa funciones públicas y tampoco del dirigente político, sino de quien es "una muy buena persona", virtud que expuso que "hasta en eso le hizo caso al general Juan Perón, quien decía que primero teníamos que ser buena persona y después inteligentes", aludiendo a que eso hizo que "en forma permanente Miguel hiciera el bien".
Dijo que se trató de un justo homenaje el que se le tributara, dado que entendía que en su condición de gobernador de la provincia, implicaba un testimonio no sólo de los lugareños, sino todos los formoseños, al tiempo que le deseara un feliz cumpleaños y le regaló un acordeón con su nombre, algo que emocionó hasta las lágrimas al dirigente aborigen.
Miguel Ortiz por su parte en aquella oportunidad, -mediados de abril último-, exteriorizo su felicidad por tanto acompañamiento y demostración de afecto a su persona, señalando que "hasta el señor gobernador vino a verme, y todo eso no es poco para uno, es algo que alegra mucho y no se puede desconocer".
Instó a sus pares a "no olvidar todo lo que hemos pasado y como estamos ahora" comparado a otras épocas "cuando nadie nos tenía en cuenta, es otra realidad muy diferente y muy buena, que tenemos que defenderla, por eso debemos seguir junto a nuestro gobernador".
Arengó a sus vecinos a "no hay que bajar los brazos, hay que seguir luchando junto al compañero Gildo Insfrán", instando a "debemos recordar las penurias del pueblo indígena durante tanto tiempo y que con el gobernador han ido quedando atrás, y ahora vemos como tenemos escuelas, tierras, hospitales, caminos, luz, agua potable y trabajo para nuestros hijos. Y ahora que llega el momento de elegir que nos da la democracia, sabemos muy bien qué hacer".