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En las últimas horas se amplió el número de personas damnificadas como también de viviendas afectadas en varias localidades del centro oeste de la provincia de Formosa (asentadas muchas de ellas a la vera de la Ruta Nacional 81) como consecuencia del violento temporal de agua y granizo del lunes a la noche, pero en la misma proporción, avanzan los trabajos de asistencia por parte del Gobierno de la Provincia.
Los últimos informes señalaron que unas 2000 personas fueron víctimas de los vientos huracanados y de las torrenciales lluvias, y que afectaron unas 300 viviendas y también destacan que desde el Poder Ejecutivo Provincial se tomaron rápidamente las medidas para acudir en ayuda de los que padecieron el problema meteorológico.
Un violento temporal afectó seriamente a las localidades de Comandante Fontana, Ibarreta, Estanislao del Campo, Pozo del Tigre, Villa General Güemes,  Sumayen, Laguna Yacaré y otros del centro oeste provincial, provocando voladuras de techos, caída de árboles, medianeras y mamposterías, árboles y cortes en el fluido de la energía eléctrica y de cables que brindan este servicio.
La voladura de techos, de acuerdo a informes oficiales emanadas desde el Comando de Emergencia, se registraron en viviendas precarias y en algunos casos fueron parciales y en los peores, totales y añadieron que la mayor cantidad de damnificados se registraron en las localidades de Comandante Fontana, Ibarreta y Pozo del Tigre.
Donde se manifestó con mayor violencia este fenómeno meteorológico , calificado casi como un tornado, fue en Sumayen, una pequeña localidad situada al sur de Laguna Yema, en las costas del Bermejo, donde hubo importantes daños a viviendas particulares e instituciones del Estado. Allí dos escuelas quedaron sin techo (la Nº 149 y la Evangélica de Laguna Yacaré) y la misma desgracia le tocó al destacamento policial, cuyos efectivos se refugiaron presurosamente y de noche en la sala de primeros auxilios. En Sumayén también padecieron el rigor de la naturaleza 20 viviendas que quedaron prácticamente destruidas.
Por fortuna, en esta localidad sólo se tuvo que lamentar daños materiales importantes y no víctimas fatales, y los pobladores ya están recibiendo ayuda gubernamental para volver a la normalidad.
Para las 2000 personas damnificadas y las 300 viviendas dañadas, ya se enviaron las ayudas correspondientes desde el PEP y los organismos correspondientes. Desde ayer por la mañana, camiones con cargamentos partieron hacia las localidades afectadas, transportando colchones, chapas, mantas, medicamentos, asistencia de todo tipo como agua mineral, alimentos, y profesionales medicos con sus auxiliares para verificar el estado de salud de las personas. El aluvión de agua y lluvia fue tan violento que causó conmoción entre los pobladores, y en algunos casos causó anegamientos, tornando increíble el panorama, hasta ayer de extrema sequía en la región.
Por este motivo y ante semejante cuadro de situación, las clases se suspendieron en las poblaciones mencionadas, que se retomarán cuando las condiciones lo permitan.
Las lluvias superaron los 100 milímetros en un par de localidades causando inundación de determinados sectores y se registraron dos heridos leves que rápidamente fueron asistidos y están fuera de peligro. En Ibarreta, una persona menor de edad sufrió lesiones no graves al desplomarse sobre su cuerpo parte del techo de su vivienda y otra mayor padeció heridas leves en Comandante Fontana en circunstancias desconocidas.
En cuanto a las medidas de asistencia, los mecanismos se pusieron rápidamente en marcha y lo primero que se hizo fue asistir a los pocos heridos y a quienes se quedaron sin sus casas, y rápidamente se contactó a los intendentes para poner en marcha las ayudas, donde colaboraron además las autoridades policiales de cada jurisdicción.
Se continúan enviando ayuda desde el Comando de Emergencia, y junto con algunos ministerios y la Subsecretaría de Desarrollo Social,  y las partidas corresponden a chapas, comidas y medicinas, de suma utilidad entre los afectados, por lo que el Gobierno de la Provincia está haciendo un enorme esfuerzo financiero para devolver la normalidad a las poblaciones afectadas, con la colaboración activa de los municipios, cuyos personales tratan de construir nuevamente lo que la tormenta tiró abajo.