Con los exámenes finales cerraron las "Escuelas de Verano", herramienta que a lo largo de un mes permitió a alrededor de diez mil estudiantes secundarios prepararse para afrontar en mejores condiciones las asignaturas que adeudaban.
Por los resultados preliminares que se conocieron, fue un inmejorable premio para alcanzar un próspero resultado a la hora de rendir, luego de que los alumnos reforzaran los conocimientos de las materias que reprobaron durante el ciclo lectivo en los cursos que los profesores designados dictaron durante todo un mes, en el marco de la nueva propuesta de escolarización complementaria diseñada para reducir los índices de repitencia y abandono en el nivel secundario.
En total, abrieron sus puertas 91 escuelas secundarias, 29 en esta capital y las restantes 62 correspondientes a las diferentes delegaciones zonales del interior.
Se reconoce que si bien lo ideal sería que durante el año el alumnado estudiara y rindiera todas las materias en tiempo y forma, ante asignaturas sin aprobar, se estableció esta propuesta de acompañar a los alumnos que "se llevaron materias y los logros fueron satisfactorios", se afirmó.
Estos cursos que se extendieron hasta el 17 de febrero se trataron de talleres de fortalecimiento en algunos casos, en otros son de adquisición de capacidades que no la hayan desarrollado durante el ciclo lectivo normal, pero puntualmente con grupos reducidos y con temáticas especificas a lo que no pudieron lograr durante el año.
En cuanto a las materias cursadas, estos estuvieron dadas de acuerdo a la capacidad física y horaria de los estudiantes, ya que hubieron colegios que trabajara en turno mañana y tarde, por lo que se distribuyeron los espacios curriculares de manera tal que el joven accediera a la mayor cantidad de espacios curriculares que adeudara.
De esta manera, se priorizó reforzar las asignaturas en función del orden de criticidad que estableció cada escuela. Por ejemplo, Matemática, Lengua y Literatura son las que habitualmente presentan más dificultades para los alumnos; algunas otras que le siguen en importancia son Historia, Geografía, Biología, Físico-Química e Idiomas. Incluso, se propició la participación de alumnos con asignaturas pendientes de otros años o que deban rendir equivalencias.
Función de apoyo
La iniciativa, se precisó desde la esfera de Educación, surgió a partir de que en general los estudiantes que no aprueban las asignaturas en el ciclo lectivo no se presentan a rendir en las mesas de exámenes o fracasan, por lo que de allí surge la necesidad de una escolarización complementaria que permita atender las particularidades de ritmo y dificultades posibilidades de los alumnos. Con ello, se cumplió una función de apoyo extra al aprendizaje de alumnos que no cuenten con medios para sostener un sostén externo.
En total, abrieron sus puertas 91 escuelas secundarias, 29 en esta capital y las restantes 62 correspondientes a las diferentes delegaciones zonales del interior.
Se reconoce que si bien lo ideal sería que durante el año el alumnado estudiara y rindiera todas las materias en tiempo y forma, ante asignaturas sin aprobar, se estableció esta propuesta de acompañar a los alumnos que "se llevaron materias y los logros fueron satisfactorios", se afirmó.
Estos cursos que se extendieron hasta el 17 de febrero se trataron de talleres de fortalecimiento en algunos casos, en otros son de adquisición de capacidades que no la hayan desarrollado durante el ciclo lectivo normal, pero puntualmente con grupos reducidos y con temáticas especificas a lo que no pudieron lograr durante el año.
En cuanto a las materias cursadas, estos estuvieron dadas de acuerdo a la capacidad física y horaria de los estudiantes, ya que hubieron colegios que trabajara en turno mañana y tarde, por lo que se distribuyeron los espacios curriculares de manera tal que el joven accediera a la mayor cantidad de espacios curriculares que adeudara.
De esta manera, se priorizó reforzar las asignaturas en función del orden de criticidad que estableció cada escuela. Por ejemplo, Matemática, Lengua y Literatura son las que habitualmente presentan más dificultades para los alumnos; algunas otras que le siguen en importancia son Historia, Geografía, Biología, Físico-Química e Idiomas. Incluso, se propició la participación de alumnos con asignaturas pendientes de otros años o que deban rendir equivalencias.
Función de apoyo
La iniciativa, se precisó desde la esfera de Educación, surgió a partir de que en general los estudiantes que no aprueban las asignaturas en el ciclo lectivo no se presentan a rendir en las mesas de exámenes o fracasan, por lo que de allí surge la necesidad de una escolarización complementaria que permita atender las particularidades de ritmo y dificultades posibilidades de los alumnos. Con ello, se cumplió una función de apoyo extra al aprendizaje de alumnos que no cuenten con medios para sostener un sostén externo.