En tres semanas más a lo sumo, estaría produciéndose la llegada de las aguas desbordadas del río Pilcomayo -canalizadas en el sistema del bañado La Estrella- a la obra hidrovial de la ruta provincial número 28.
La obra ubicada entre Posta Cambio Salazar y Las Lomitas, recibirá las aguas con lo que ello significa para la retroalimentación de los riachos El Porteño y He Hé al norte y los que, ubicados al sur de la ruta 81, proveen del vital líquido para el consumo humano y la producción a varias poblaciones.
El escenario fue expuesto por el coordinador ejecutivo de la Unidad Provincial Coordinadora del Agua (UPCA), Rafael Silva, quién al explicar la situación del río Pilcomayo, indicó que desde hace algunas semanas atrás han comenzando a registrarse los primeros picos de crecida, y manteniéndose caudales promedios cercanos a los 300 metros cúbicos por segundo. Esto y dado el buen funcionamiento de las correderas ejecutadas contribuye a que el agua esté avanzando a buen ritmo en territorio formoseño, trasponiendo la riada la zona de La Rinconada días atrás, y en dos semanas o poco más, seguramente comenzará el agua a trasponer la ruta provincial 28, con lo cual comenzará toda la recarga de ese estratégico sistema hidrovial.
Con la afluencia de las aguas del bañado La Estrella a la ruta provincial 28 las obras hidroviales comienzan a funcionar de modo tal que los caudales, producto de los desbordes del río Pilcomayo, comiencen la recarga de todo el sistema hídrico formoseño. A partir de allí, por el canal diagonal, las aguas derivan hacia el Montelindo y a partir de allí se redistribuyen hacia Pozo del Tigre, Estanislao del Campo, Ibarreta y Comandante Fontana, señalando que estos aportes hídricos reactivarán también el riacho Pilagá que abastecerá a los canales que llevan el vital líquido a Palo Santo y Pirané.
Las correderas
En cuanto a la situación de las correderas fluviales en la zona de los desbordes del río Pilcomayo, a partir de María Cristina punto desde el que ingresan las riadas en el territorio formoseño, se reveló que se han ejecutado trabajos de mejoramiento de la capacidad de conducción hacia la zona del bañado y también terraplenes de defensa con carácter definitivo apelándose a la técnica de resistencia que demanda una compactación especial.
Esos trabajos están mostrando un buen funcionamiento, señalándose que los caudales son todavía normales ya que se está en torno de los 500 metros cúbicos por segundo.
"Eso hace que se produzca la limpieza de las correderas que de ese modo ven optimizado su funcionamiento al facilitar el escurrimiento fluido de las aguas", se expuso.
Mejor protegidos
"Estamos en condiciones de defender la línea de los pueblos que están allí como El Potrillo, El Quebracho, Vaca Perdida y La Rinconada. Estamos mucho mejor que en años anteriores por el reforzamiento logrado con los trabajos realizados", se expresó sobre los anillos de defensa.
La importante labor desplegada permite afirmar desde la esfera oficial que "se hizo lo necesario como para proteger a esas comunidades de la llegada de picos importantes ya que con anterioridad a la construcción de las defensas se estaba ante un albardón natural que ofrecía facilidades para ser sobrepasado por las aguas en avance".
El escenario fue expuesto por el coordinador ejecutivo de la Unidad Provincial Coordinadora del Agua (UPCA), Rafael Silva, quién al explicar la situación del río Pilcomayo, indicó que desde hace algunas semanas atrás han comenzando a registrarse los primeros picos de crecida, y manteniéndose caudales promedios cercanos a los 300 metros cúbicos por segundo. Esto y dado el buen funcionamiento de las correderas ejecutadas contribuye a que el agua esté avanzando a buen ritmo en territorio formoseño, trasponiendo la riada la zona de La Rinconada días atrás, y en dos semanas o poco más, seguramente comenzará el agua a trasponer la ruta provincial 28, con lo cual comenzará toda la recarga de ese estratégico sistema hidrovial.
Con la afluencia de las aguas del bañado La Estrella a la ruta provincial 28 las obras hidroviales comienzan a funcionar de modo tal que los caudales, producto de los desbordes del río Pilcomayo, comiencen la recarga de todo el sistema hídrico formoseño. A partir de allí, por el canal diagonal, las aguas derivan hacia el Montelindo y a partir de allí se redistribuyen hacia Pozo del Tigre, Estanislao del Campo, Ibarreta y Comandante Fontana, señalando que estos aportes hídricos reactivarán también el riacho Pilagá que abastecerá a los canales que llevan el vital líquido a Palo Santo y Pirané.
Las correderas
En cuanto a la situación de las correderas fluviales en la zona de los desbordes del río Pilcomayo, a partir de María Cristina punto desde el que ingresan las riadas en el territorio formoseño, se reveló que se han ejecutado trabajos de mejoramiento de la capacidad de conducción hacia la zona del bañado y también terraplenes de defensa con carácter definitivo apelándose a la técnica de resistencia que demanda una compactación especial.
Esos trabajos están mostrando un buen funcionamiento, señalándose que los caudales son todavía normales ya que se está en torno de los 500 metros cúbicos por segundo.
"Eso hace que se produzca la limpieza de las correderas que de ese modo ven optimizado su funcionamiento al facilitar el escurrimiento fluido de las aguas", se expuso.
Mejor protegidos
"Estamos en condiciones de defender la línea de los pueblos que están allí como El Potrillo, El Quebracho, Vaca Perdida y La Rinconada. Estamos mucho mejor que en años anteriores por el reforzamiento logrado con los trabajos realizados", se expresó sobre los anillos de defensa.
La importante labor desplegada permite afirmar desde la esfera oficial que "se hizo lo necesario como para proteger a esas comunidades de la llegada de picos importantes ya que con anterioridad a la construcción de las defensas se estaba ante un albardón natural que ofrecía facilidades para ser sobrepasado por las aguas en avance".