Dentro del amplio paquete de obras públicas para la reconstrucción de Pozo del Tigre, lo habitacional tiene un rol preponderante por el impacto social que lleva implícito, y a la fecha es justamente uno de los sectores donde más fuertemente se viene trabajando.
Las obras se encuentran comprendidas en el marco de un ambicioso proyecto de reparar un total de 455 y construir a nuevo otras 340 viviendas.
En el caso de las primeras ya un centenar se han terminado de reconstituir y las que serán flamantes estructuras se avanza en diferentes frentes e inclusive en las cuatro comunidades aborígenes cercanas.
Sobre el particular, el titular del IPV, Martín Muracciole (foto), expuso en principio que "la destrucción fue muy grande y comprendió a prácticamente toda la localidad de Pozo del Tigre y parajes vecinos inclusive, y demandó la concurrencia de todas las áreas del estado provincial, prioritariamente en atender las urgencias de la gente, es decir el aspecto social es fundamental en una situación de emergencia como la que se dio".
"Por supuesto, que de la misma manera y una vez que se atendieron las urgencias y se fueron restableciendo los servicios básicos como agua potable que a 72 horas de la tormenta ya se arregló y también la energía eléctrica, se comenzó con la ardua tarea de retirar las toneladas de escombros y ramas", memoró, como también el hecho de que "a los diez días las escuelas volvieron a dictar clases, y poco después la gente que debió ser evacuada comenzó a regresar a sus casas".
"Junto a las reparaciones de muchos hogares con daños parciales se fue planificando la reconstrucción de la localidad, para lo cual el Estado Nacional concurrió en apoyar económicamente los proyectos", expuso, para clarificar que "tras la firma del convenio de obras se inicia todo un proceso legal-administrativo por cumplir, y la observancia del mismo de acuerdo a los tiempos establecidos, de todas formas el gobierno provincial viene desarrollando un amplio plan de trabajos de reparación de viviendas e incluso la ejecución a nueva de otro grupo a través de la subsecretaría de Obras Públicas y el IPV".
Insistió en marcar que "los daños han sido enormes, y se debe trabajar en varios frentes y diversidad de trabajos, y realmente no se pueden hacer todas las obras juntas".
Aludió a que en su momento un importante equipo de recursos humanos trabajo en el relevamiento de las necesidades habitacionales, incluso con el aporte de otros ministerios, desarrollándose una tarea minuciosa a fin de dar respuestas concretas.
Reveló que "estamos avanzando fuertemente en el plan de viviendas, y a través de la subsecretaría de Obras Públicas se contrataron ocho empresas trabajando en la reparación de casas que sufrieron deterioros y también en la ejecución de otras completamente nuevas, mientras que por el IPV otras cinco firmas se encuentran en similar labor de otro grupo".
Expuso que "en las cuatro comunidades aborígenes como Qompi y Laka Wichi, además de los dos otros lotes donde se encuentran familias indígenas, ya comenzamos con la construcción de viviendas, y en el caso de la primera antes mencionada, también se inició la ejecución de la escuela y el polideportivo. Por supuesto que este grupo de viviendas tienen la arquitectura que respeta las pautas culturales de estos pueblos".
Entiende el titular del IPV que "la gente aprecia en que el compromiso asumido de reconstruir la comunidad se está cumpliendo, y del mismo modo toda la dinámica que ha cobrado el pueblo a partir de la gran demanda de mano de obra local e incluso con el apoyo a los sectores privados de la zona, tanto comercios como las ladrillerías a quienes se les adquieren los ladrillos para las obras".
Cifras
Cuantificó someramente que en materia habitacional, entre casas reparadas y que están en proceso de restauración se cuantifican en 455, y respecto a las viviendas nuevas ascienden a 340. En los barrios El Hornero, España, Alberdi y Malvinas se avanzó en un 90 % con las reparaciones de un centenar de casas, mientras que medio centenar de viviendas del FONAVI afectadas tienen un 75 % de trabajos ejecutados para su restitución.
Al mismo tiempo, en otro sector se construyen 45 nuevas viviendas urbanas, las cuales tienen un estado de avance cercano al 25 %; mientras que otras 15, también en sectores urbanos, muestran un estado de progreso de casi un 10 %.
En el caso de las primeras ya un centenar se han terminado de reconstituir y las que serán flamantes estructuras se avanza en diferentes frentes e inclusive en las cuatro comunidades aborígenes cercanas.
Sobre el particular, el titular del IPV, Martín Muracciole (foto), expuso en principio que "la destrucción fue muy grande y comprendió a prácticamente toda la localidad de Pozo del Tigre y parajes vecinos inclusive, y demandó la concurrencia de todas las áreas del estado provincial, prioritariamente en atender las urgencias de la gente, es decir el aspecto social es fundamental en una situación de emergencia como la que se dio".
"Por supuesto, que de la misma manera y una vez que se atendieron las urgencias y se fueron restableciendo los servicios básicos como agua potable que a 72 horas de la tormenta ya se arregló y también la energía eléctrica, se comenzó con la ardua tarea de retirar las toneladas de escombros y ramas", memoró, como también el hecho de que "a los diez días las escuelas volvieron a dictar clases, y poco después la gente que debió ser evacuada comenzó a regresar a sus casas".
"Junto a las reparaciones de muchos hogares con daños parciales se fue planificando la reconstrucción de la localidad, para lo cual el Estado Nacional concurrió en apoyar económicamente los proyectos", expuso, para clarificar que "tras la firma del convenio de obras se inicia todo un proceso legal-administrativo por cumplir, y la observancia del mismo de acuerdo a los tiempos establecidos, de todas formas el gobierno provincial viene desarrollando un amplio plan de trabajos de reparación de viviendas e incluso la ejecución a nueva de otro grupo a través de la subsecretaría de Obras Públicas y el IPV".
Insistió en marcar que "los daños han sido enormes, y se debe trabajar en varios frentes y diversidad de trabajos, y realmente no se pueden hacer todas las obras juntas".
Aludió a que en su momento un importante equipo de recursos humanos trabajo en el relevamiento de las necesidades habitacionales, incluso con el aporte de otros ministerios, desarrollándose una tarea minuciosa a fin de dar respuestas concretas.
Reveló que "estamos avanzando fuertemente en el plan de viviendas, y a través de la subsecretaría de Obras Públicas se contrataron ocho empresas trabajando en la reparación de casas que sufrieron deterioros y también en la ejecución de otras completamente nuevas, mientras que por el IPV otras cinco firmas se encuentran en similar labor de otro grupo".
Expuso que "en las cuatro comunidades aborígenes como Qompi y Laka Wichi, además de los dos otros lotes donde se encuentran familias indígenas, ya comenzamos con la construcción de viviendas, y en el caso de la primera antes mencionada, también se inició la ejecución de la escuela y el polideportivo. Por supuesto que este grupo de viviendas tienen la arquitectura que respeta las pautas culturales de estos pueblos".
Entiende el titular del IPV que "la gente aprecia en que el compromiso asumido de reconstruir la comunidad se está cumpliendo, y del mismo modo toda la dinámica que ha cobrado el pueblo a partir de la gran demanda de mano de obra local e incluso con el apoyo a los sectores privados de la zona, tanto comercios como las ladrillerías a quienes se les adquieren los ladrillos para las obras".
Cifras
Cuantificó someramente que en materia habitacional, entre casas reparadas y que están en proceso de restauración se cuantifican en 455, y respecto a las viviendas nuevas ascienden a 340. En los barrios El Hornero, España, Alberdi y Malvinas se avanzó en un 90 % con las reparaciones de un centenar de casas, mientras que medio centenar de viviendas del FONAVI afectadas tienen un 75 % de trabajos ejecutados para su restitución.
Al mismo tiempo, en otro sector se construyen 45 nuevas viviendas urbanas, las cuales tienen un estado de avance cercano al 25 %; mientras que otras 15, también en sectores urbanos, muestran un estado de progreso de casi un 10 %.