Se dió a conocer que el programa arrancará el próximo miércoles en la casa solidaria del B° Obrero y una semana después en un lugar del interior, dado que se estableció un esquema rotativo para su desarrollo. "Un miércoles en esta capital y al siguiente en otro del interior" se reveló.
Atenciones médicas en las diferentes especialidades, provisión de medicamentos, la asistencia con nutricionistas, cultura física y juegos, acciones que eleven su autoestima como labores en huertas, mejoras en las condiciones del lugar donde reside, seguimiento de su estado situacional a través de asistentes sociales que ya están trabajando, son algunos de los alcances que tendrá el PROSOL-IPS (Programa Solidario del Instituto de Pensiones Sociales), esta herramienta de gobierno direccionada para las personas de la tercera edad.
En el marco de una conferencia de prensa, el administrador del IPS, Hugo Arrúa, expuso estos aspectos que en terreno ya se están materializando con la labor de asistentes sociales que casa por casa han ido detectando a los abuelos de algunos barrios, como el del Obrero. Es que en la casa solidaria de este sector arrancará el próximo miércoles este programa, y una semana después en un lugar del interior, dado que se estableció ese esquema rotativo para su desarrollo. "Un miércoles en esta capital y al siguiente en otro del interior", expuso.
"Nos guían criterios rectores de las políticas públicas para las personas mayores con principios de: dignidad, independencia, participación, cuidados y autorrealización. Posibilitar que las personas mayores vivan con dignidad y seguridad, y verse libre de explotaciones y malos tratos físicos o mentales. Tener acceso además a alimentación, agua, vivienda, vestimenta y atención de la salud adecuada, apoyo de sus familias, de la comunidad y de su propia autosuficiencia y la oportunidad de elevar su autoestima, sentirse útil en esta etapa de su vida", sostuvo Arrúa.
Dijo que "es deber de la familia, la comunidad y el Estado asegurar a las personas mayores la realización de los derechos referentes a la atención de la salud física y psíquica, permanencia en la familia, adecuada nutrición, vestimenta digna, vivienda adecuada, esparcimiento, participación e integración en la sociedad, acceso a la educación formal y no formal, al trabajo terapéutico, reconocimiento a su labor, previsión social, no discriminación y dignidad", y que en esa línea es que se gestó este programa.
Junto a Arrúa exponiendo los alcances del programa estuvo el ministro de la Comunidad, Alberto Zorrilla, los subsecretarios de Atención a la Comunidad, Telésforo Villalba, de la Niñez, Adolescencia y Familia, Otilia Brítez de Morales y de Deportes Comunitario, Luis Lukach, entre otros funcionarios y profesionales que tendrán injerencia en este programa de un abordaje multidisciplinario.
Se expuso que "estaremos llegando a cada donde vive un abuelo o abuela, ver en situ como viven y a partir de allí direccionar las líneas de asistencia que sean necesarias".
Aludió a que "ya estamos trabajando para saber cuántos abuelos viven en cada cuadra, como están, ya que hay muchos de ellos que residen en un hogar solitos y tienen carencias, sobre todo en afecto, y entonces debemos atenderlos, ya que existe un derecho a la ancianidad que debe ser cumplido en todo sentido, brindarle las mejores condiciones de vida, que tengan un pasar digno".
En el marco de una conferencia de prensa, el administrador del IPS, Hugo Arrúa, expuso estos aspectos que en terreno ya se están materializando con la labor de asistentes sociales que casa por casa han ido detectando a los abuelos de algunos barrios, como el del Obrero. Es que en la casa solidaria de este sector arrancará el próximo miércoles este programa, y una semana después en un lugar del interior, dado que se estableció ese esquema rotativo para su desarrollo. "Un miércoles en esta capital y al siguiente en otro del interior", expuso.
"Nos guían criterios rectores de las políticas públicas para las personas mayores con principios de: dignidad, independencia, participación, cuidados y autorrealización. Posibilitar que las personas mayores vivan con dignidad y seguridad, y verse libre de explotaciones y malos tratos físicos o mentales. Tener acceso además a alimentación, agua, vivienda, vestimenta y atención de la salud adecuada, apoyo de sus familias, de la comunidad y de su propia autosuficiencia y la oportunidad de elevar su autoestima, sentirse útil en esta etapa de su vida", sostuvo Arrúa.
Dijo que "es deber de la familia, la comunidad y el Estado asegurar a las personas mayores la realización de los derechos referentes a la atención de la salud física y psíquica, permanencia en la familia, adecuada nutrición, vestimenta digna, vivienda adecuada, esparcimiento, participación e integración en la sociedad, acceso a la educación formal y no formal, al trabajo terapéutico, reconocimiento a su labor, previsión social, no discriminación y dignidad", y que en esa línea es que se gestó este programa.
Junto a Arrúa exponiendo los alcances del programa estuvo el ministro de la Comunidad, Alberto Zorrilla, los subsecretarios de Atención a la Comunidad, Telésforo Villalba, de la Niñez, Adolescencia y Familia, Otilia Brítez de Morales y de Deportes Comunitario, Luis Lukach, entre otros funcionarios y profesionales que tendrán injerencia en este programa de un abordaje multidisciplinario.
Se expuso que "estaremos llegando a cada donde vive un abuelo o abuela, ver en situ como viven y a partir de allí direccionar las líneas de asistencia que sean necesarias".
Aludió a que "ya estamos trabajando para saber cuántos abuelos viven en cada cuadra, como están, ya que hay muchos de ellos que residen en un hogar solitos y tienen carencias, sobre todo en afecto, y entonces debemos atenderlos, ya que existe un derecho a la ancianidad que debe ser cumplido en todo sentido, brindarle las mejores condiciones de vida, que tengan un pasar digno".