Con el fin de diseñar un plan provincial de prevención del suicidio y dada la complejidad del tema, se acciona con varias otras áreas del estado, en una intervención planificada y con especialistas en la materia.
El Ministerio de Gobierno, Justicia y Trabajo viene trabajando fuertemente en líneas de acción que permitan prevenir potenciales suicidios, para lo cual se viene capacitando a recursos humanos de áreas con injerencia en la problemática a fin de detectar signos de alerta que permitan un abordaje y asistencia prematura.
Aunque dada la complejidad del tema, es que se acciona con varias otras áreas del estado, en una intervención planificada y con especialistas en la materia, incluso se pretende dar a diferentes segmentos de la comunidad, a fin de diseñar un plan provincial de prevención del suicidio, con lo cual Formosa pasa a ser "el primer estado del país en ejecutar una estrategia de este tipo", tal lo destacado por el doctor Héctor Basile, médico psiquiatra miembro de la Red Mundial de Suicidiología, dependiente de la Organización Mundial de la Salud, quién estuvo en esta ciudad brindando un curso sobre esta problemática social.
De esta jornada también tomaron parte profesionales de los ministerios de Educación, de Gobierno y de la Comunidad; miembros de la Policía provincial y técnicos que atienden en terreno esta problemática, además de docentes.
Se procura en brindar conocimientos que podrían contribuir a detectar tempranamente los signos de alerta: es el caso de los médicos, el de los maestros y de quienes por su labor tienen contacto por ejemplo con adolescentes. Primeras señales de advertencia; cómo manejar una crisis suicida; riesgos de suicidio; como se puede prevenir el suicidio;abordaje posible ante el riesgo suicida; necesidades de las personas al borde del suicidio y algunos consejos para ayudar en el día después a familiares afectados por un suicidio, fueron temas expuestos por el especialista.
Destacó asimismo la iniciativa del gobierno de Formosa a través de diferentes áreas de darle un tratamiento racional y ordenado, estableciendo, jerarquizando y articulando las acciones de prevención para asegurar que sean eficaces y eficientes.
"En este aspecto Formosa marca un rumbo, ya que es el primera del país en estar desarrollando un plan provincial de prevención de suicidios, estrategia en consonancia con un programa similar aprobado a nivel nacional y que esperamos consoliden la idea que apunta a una ley sobre el particular", significó Basile.
Esa ponencia fue "un paso más dentro del plan que se quiere lograr, dentro del cual se propone la formación de los recursos humanos: Desde el personal sanitario que atiende una guardia, pero también a policías, miembros de organizaciones civiles y docentes, entre otros".
Adolescentes complicados
Expuso asimismo que "a nivel mundial el tema suicidios está entre los más dolorosos que tiene que afrontar una comunidad. El hecho de que alguien voluntariamente renuncie a vivir es demostración que esa persona estuvo pasando por momentos intolerables y que ya no quiere continuar, ya sea una angustia, dolor, depresión, la soledad, no sentirse comprendido y tampoco integrado dentro del conjunto de la sociedad como son los jubilados".
Advirtió que "en el caso de quienes están dejando de ser niños y pasando a ser un poco más adultos, como los adolescentes, se hallan en una situación complicada, sobre todo a partir de que la sociedad no les brinda el lugar que reclaman. Y los mismos adultos no le damos respuesta al estar ante una cantidad de problemas y tampoco le brindamos la ayuda que requiere, ya sea por cuestiones de trabajo, situaciones familiares, sociales, económicas, etc".
"Y ante esto es que caemos con adolescentes solos, acudiendo a las drogas como una forma de satisfacer necesidades placenteras, lo que nos lleva a una situación de no poder definir quiénes son y que aspiran a ser, y no encontrar las posibilidades de llevar una vida digna", abundó, para señalar que "es así que se llega a que una persona sienta que no tiene un lugar para vivir desde el punto de vista de su propia identidad", reveló.
Aludió a que en general las manifestaciones de potenciales suicidas se dan con "una persona que se deprime, con dificultades para insertarse entre sus compañeros, se va aislando, siente una enorme angustia y para evadir a eso acuden a las drogas, incluso se presentan problemas familiares de incomprensión, la violencia de la misma familia o sociedad en contra de ellos, y por supuesto no encuentran los afectos que lo hagan sentir cómodos en la vida. Los adolescentes ven afectados su rendimiento escolar, se alejan de los deportes que antes les gustaba".
Consideró que "el entorno social tiene que ver enormemente en todo esto, es por ello que estamos trabajando en la prevención psico-social del suicidio en adolescentes, desde las escuelas, desde las organizaciones que brindan servicios sociales, brindando ayuda a las familias, apoyando a los programas psicológicos y los de salud".
Expuso Basile que antiguamente se suicidaban mucho más las personas adultas mayores, los viejos que se jubilaban y que tenían ingresos que no les alcanzaba, y si bien es algo que mundialmente se sigue dando, también se aprecia que quienes la pasan mucho peor son los adolescentes, y en todos los países del mundo se da lo mismo, que se suicidan antes de saber lo que es la vida en realidad".
Propuso que "primero debemos detectar a esa persona que no es feliz, que no goza con lo que hace, se siente solo y está sin afecto, que recurre a la droga, está triste y cambian para peor, que son los síntomas pidiendo ayuda, hace un llamamiento a la escuela, a la familia a la sociedad para que se ocupen de él, y a partir de ahí, tanto especialistas, como los demás, debemos brindarle un apoyo para darle razones valederas por las cuales vivir".
Aunque dada la complejidad del tema, es que se acciona con varias otras áreas del estado, en una intervención planificada y con especialistas en la materia, incluso se pretende dar a diferentes segmentos de la comunidad, a fin de diseñar un plan provincial de prevención del suicidio, con lo cual Formosa pasa a ser "el primer estado del país en ejecutar una estrategia de este tipo", tal lo destacado por el doctor Héctor Basile, médico psiquiatra miembro de la Red Mundial de Suicidiología, dependiente de la Organización Mundial de la Salud, quién estuvo en esta ciudad brindando un curso sobre esta problemática social.
De esta jornada también tomaron parte profesionales de los ministerios de Educación, de Gobierno y de la Comunidad; miembros de la Policía provincial y técnicos que atienden en terreno esta problemática, además de docentes.
Se procura en brindar conocimientos que podrían contribuir a detectar tempranamente los signos de alerta: es el caso de los médicos, el de los maestros y de quienes por su labor tienen contacto por ejemplo con adolescentes. Primeras señales de advertencia; cómo manejar una crisis suicida; riesgos de suicidio; como se puede prevenir el suicidio;abordaje posible ante el riesgo suicida; necesidades de las personas al borde del suicidio y algunos consejos para ayudar en el día después a familiares afectados por un suicidio, fueron temas expuestos por el especialista.
Destacó asimismo la iniciativa del gobierno de Formosa a través de diferentes áreas de darle un tratamiento racional y ordenado, estableciendo, jerarquizando y articulando las acciones de prevención para asegurar que sean eficaces y eficientes.
"En este aspecto Formosa marca un rumbo, ya que es el primera del país en estar desarrollando un plan provincial de prevención de suicidios, estrategia en consonancia con un programa similar aprobado a nivel nacional y que esperamos consoliden la idea que apunta a una ley sobre el particular", significó Basile.
Esa ponencia fue "un paso más dentro del plan que se quiere lograr, dentro del cual se propone la formación de los recursos humanos: Desde el personal sanitario que atiende una guardia, pero también a policías, miembros de organizaciones civiles y docentes, entre otros".
Adolescentes complicados
Expuso asimismo que "a nivel mundial el tema suicidios está entre los más dolorosos que tiene que afrontar una comunidad. El hecho de que alguien voluntariamente renuncie a vivir es demostración que esa persona estuvo pasando por momentos intolerables y que ya no quiere continuar, ya sea una angustia, dolor, depresión, la soledad, no sentirse comprendido y tampoco integrado dentro del conjunto de la sociedad como son los jubilados".
Advirtió que "en el caso de quienes están dejando de ser niños y pasando a ser un poco más adultos, como los adolescentes, se hallan en una situación complicada, sobre todo a partir de que la sociedad no les brinda el lugar que reclaman. Y los mismos adultos no le damos respuesta al estar ante una cantidad de problemas y tampoco le brindamos la ayuda que requiere, ya sea por cuestiones de trabajo, situaciones familiares, sociales, económicas, etc".
"Y ante esto es que caemos con adolescentes solos, acudiendo a las drogas como una forma de satisfacer necesidades placenteras, lo que nos lleva a una situación de no poder definir quiénes son y que aspiran a ser, y no encontrar las posibilidades de llevar una vida digna", abundó, para señalar que "es así que se llega a que una persona sienta que no tiene un lugar para vivir desde el punto de vista de su propia identidad", reveló.
Aludió a que en general las manifestaciones de potenciales suicidas se dan con "una persona que se deprime, con dificultades para insertarse entre sus compañeros, se va aislando, siente una enorme angustia y para evadir a eso acuden a las drogas, incluso se presentan problemas familiares de incomprensión, la violencia de la misma familia o sociedad en contra de ellos, y por supuesto no encuentran los afectos que lo hagan sentir cómodos en la vida. Los adolescentes ven afectados su rendimiento escolar, se alejan de los deportes que antes les gustaba".
Consideró que "el entorno social tiene que ver enormemente en todo esto, es por ello que estamos trabajando en la prevención psico-social del suicidio en adolescentes, desde las escuelas, desde las organizaciones que brindan servicios sociales, brindando ayuda a las familias, apoyando a los programas psicológicos y los de salud".
Expuso Basile que antiguamente se suicidaban mucho más las personas adultas mayores, los viejos que se jubilaban y que tenían ingresos que no les alcanzaba, y si bien es algo que mundialmente se sigue dando, también se aprecia que quienes la pasan mucho peor son los adolescentes, y en todos los países del mundo se da lo mismo, que se suicidan antes de saber lo que es la vida en realidad".
Propuso que "primero debemos detectar a esa persona que no es feliz, que no goza con lo que hace, se siente solo y está sin afecto, que recurre a la droga, está triste y cambian para peor, que son los síntomas pidiendo ayuda, hace un llamamiento a la escuela, a la familia a la sociedad para que se ocupen de él, y a partir de ahí, tanto especialistas, como los demás, debemos brindarle un apoyo para darle razones valederas por las cuales vivir".