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El vicepresidente del INTA, doctor Amadeo Nicora, presentó ante autoridades provinciales y representantes de entidades de la producción los resultados del Programa Nacional Algodonero elaborado por ese organismo y que en la actualidad está en su etapa intermedia con términos de finalización fijados para 2006.
Fue ayer en un acto realizado en el sexto piso de la Casa de Gobierno, donde además asistió el ministro de la Producción, Luis Basterra, dirigentes de asociaciones productivas y también técnicos y productores provenientes de diferentes puntos de la provincia.
“Estamos visitando las distintas provincias productoras para exhibir las conclusiones a las que arribamos a partir de esta propuesta de  investigación; la nuevas líneas de algodón  que se están generando ; la visión que tiene el INTA hacia el futuro con respecto a dicho cultivo y a la investigación en lo que compete a biotecnología, manejo integrado de plagas, la cuestión referente al picudo y verificar con todos los actores de la cadena algodonera lo que hemos planteado desde nuestro Instituto”, explicó.
Reveló que se presentó el proyecto en Santiago del Estero, luego en Saenz Peña, Chaco y ahora en esta ciudad.
Admitió que el INTA recibió el mandato de las  provincias algodoneras en el sentido de que la institución que debe encarar la generación de conocimientos respecto del textil es el INTA y por eso lo que se ha hecho en la actual administración es darle mucha fuerza al proyecto nacional algodón.
“Estamos impulsando fuertemente el concepto de la biotecnología en un trabajo en común con el Instituto de Genética de Castelar en el logro de variedades resistentes as herbicidas o a la sequía. Es decir, hay un camino realmente largo para trabajar en este esquema y estamos, creo yo, en un momento promisorio”, comentó.
“Personalmente -añadió- sigo pensando lo mismo que las provincias algodoneras que como estado somos responsables para generar conocimientos para un estrato de productores que no pueden salirse del algodón como cultivo de renta y por ello tenemos la obligación de generar las condiciones para que este cultivo sea realmente beneficioso para esa franja de agricultores y en ese sentido la generación de conocimientos es un camino”.
Al consultársele si ya se llevó al terreno practico esta propuesta trianual lanzada por el INTA, Amadeo Nicora recordó que ese organismo siempre viene investigando en materia algodonera. “En esta instancia creo que estamos con recursos más que apropiados para intensificar la generación de conocimientos”, expresó para revelar que de las variedades de algodón que se siembran en el país el 50 por ciento corresponden a las que genera el INTA.
“En síntesis, el INTA esta generando permanentemente nuevas variedades de algodón que son mejoradores en calidad y en cantidad para distintos lugares de cultivo. Por eso es que mucho de lo que el INTA generó ya se aplica en la práctica”, acotó.
A modo de novedad, hizo referencia a una máquina cosechadora para pequeños productores que se está diseñando con las provincias algodoneras con variados prototipos y una forma especial de cultivo denominada “autoestrecho” para que el algodón producido por esa franja de trabajadores rurales tenga una mayor rentabilidad.
Respecto de lo que el INTA espera a modo de respuesta una vez que se completen estos tres años de vigencia del Programa Nacional Algodonero, el vicepresidente Nicora aguarda que se consolide la cadena algodonera, es decir todos los eslabones que parten desde el productor y continúan hasta el consumidor donde ese organismo juega un rol especifico que se refiere a la generación de conocimientos y de nuevas tecnologías.
“Hay otros actores que cumplen otros roles. A lo que aspiramos es que trabajemos todos juntos y que llevemos lo antes posible esta generación de conocimientos, que se hace de manera científica en las estaciones experimentales, al campo y la única manera que lo vamos a lograr es trabajando todos juntos en un mismo proyecto, encadenado, de la producción algodonera”, opinó para hacer notar que en ese protagonismo las provincias y las entidades de los productores juegan un rol específico valioso”, expresó.
Al preguntársele si al bocetarse esta novedosa propuesta, el INTA tuvo en cuenta los efectos que tiene en la cadena de producción los vaivenes de los precios internacionales en los procesos de comercialización algodonera, Nicora contó que el proyecto consta de cuatro módulos y que uno de ellos es el análisis permanente del mercado y en constante vinculación con el Consejo Consultivo Internacional del Algodón del que la Argentina forma parte a través de la secretaria de Agricultura y Ganadería de la Nación.
También se lo consultó acerca del modo como los productores morigeran la situación derivada de los bajos precios internacionales, indicó que Argentina, como pasa con otros commodities, es un tomador de precios. “Por lo tanto, el escenario futuro anticipa que los precios del algodón no van a ser muy altos, van a seguir en dos o tres años similares a los de la campaña pasada, por lo que toda la cadena de la producción debe poner el acento en encarar los cultivos atendiendo a una mayor calidad y cantidad y en el INTA estamos abocados a esa propuesta”, subrayó.

Producir mucho más

“Ello significa que hay que producir en la misma superficie mucho más cantidad y ese es el objetivo que tenemos como institución”, resaltó.
Relató que las variedades que el INTA genera en sus experimentales tienen potenciales de rendimiento muy altos. “Lo que en el campo nos esta produciendo 1.000 o 1.200 kilos tiene un potencial de rendimiento de 1.800 o 2.000. Entonces el desafío es que esa semilla, esa genética tiene un potencial de rendimiento de 2.000 kilos el productor logre el máximo para lo cual hay una serie de condiciones que se tienen que dar como el manejo correcto del suelo, de herbicidas, de plagas, entre otras cosas”, explicó.
Nicora dio como ejemplo el promedio histórico en la región NEA es de 1.400 kilos por hectárea, opinando que debería superarse ese promedio y llegar hasta los 2.000, aclarando que “hay chacras de pequeños productores que en Formosa  logran entre 2.500 y 3.000 kilos por hectárea en tierra nueva. El potencial de producción esta dado en la genética. Lo que tenemos que hacer es trabajar para que ese potencial se exprese en el campo”, afirmó.