FIESTA PROVINCIAL DEL VIOLÍN DEL MONTE FORMOSEÑO

Desde Sección costumbres y sabores con el objetivo fortalecer la diversidad cultural en este espacio queremos visibilizar las distintas fiestas provinciales, promoviendo la participación de las comunidades, rescatando su esencia e identidad, reflexionando acerca del origen, la vigencia, las características y particularidades de las mismas.

Desde Sección costumbres y sabores con el objetivo fortalecer la diversidad cultural en este espacio queremos visibilizar las distintas fiestas provinciales, promoviendo la participación de las comunidades, rescatando su esencia e identidad, reflexionando acerca del origen, la vigencia, las características y particularidades de las mismas.

 

Iniciamos este recorrido con Fiesta Provincial del Violín Del Monte Formoseño, instalado como uno de los mejores exponentes de la cultura Oeste Formoseña que se ha ido consolidando con el transcurso del tiempo y adquirió un relieve significativo.

Esta Fiesta, está directamente ligada a la identidad cultural del Oeste Formoseño, que si bien es un legado recreado permanentemente por la dinámica de la cultura popular, se sostiene sobre los pilares que las tradiciones de nuestros pueblos nos han ido definiendo como formoseños. Identidad, que es el puntal que sostiene el andamiaje del Modelo Formoseño.

En el marco del Modelo Formoseño, el Programa Oeste, se ocupa muy especialmente, de de la Fiesta Provincial del Violín del Monte Formoseño, una de las manifestaciones culturales más genuinas de la región Oeste, sobre la cual la Subsecretaría de Cultura y el Municipio de El Chorro  trabajan desde hace 10 años para fortalecerla y lograr su sustentabilidad.

Esta Fiesta se desarrolla a 610 kilómetros de la Capital Provincial, en la localidad de El Chorro, en el Departamento Ramón Lista. Se realiza todos los años en la primera quincena del mes septiembre, en el Parque el Paso que tiene la rusticidad y a la vez la calidez del monte formoseño, a orillas de las fresca aguas de la centenaria Cañada El Chorro- (en lengua wichí: "Wajthlokue", quiere decir "caída o brote de agua").

Esta actividad es la consecuencia de un proceso de trabajo anual, de la Municipalidad de El Chorro y el acompañamiento permanente de la Subsecretaría de Cultura de la Provincia, durante el cual se desarrollan distintas acciones que culminan en este encuentro de la Cultura Popular, que tiene un nombre muy claro, que es una "fiesta, que el pueblo protagoniza" que nombra un elemento que le da identidad a una cultura "el violín" y lo contextualiza en su naturaleza ubérrima y contenedora "el monte" y se identifica claramente "formoseño", tiene por finalidad poner a la cultura en general y a la oesteña, en particular, en una dimensión pocas veces reconocida para comprender de qué modo "estas maneras de vivir juntos" -como define la UNESCO a la cultura- nos modela, nos imprime modos y costumbres que luego nos definen, nos identifican, genera percepciones, formas de comunicación y de expresión, valores, que nos hacen ser nosotros mismos y nos ayuda a crecer; que juega un papel sumamente importante en el desarrollo integral de las comunidades.

En este sentido hemos comenzado hace diez años un trabajo junto a la Intendencia de General Mosconi, con el convencimiento de que la cultura, además de ser un  potente motor identitario, es una dimensión importante en la visión integradora del desarrollo local.

Esta manifestación cultural, nacida en El Chorro,  se ha convertido  en el acontecimiento más importante,  del Departamento Ramón Lista y uno de los de mayor impacto del Oeste Formoseño, y de la región compartida del Chaco Central, dada su vocación suramericanista de integración de la Patria Grande, de ahí  su lema, "Uniendo Chacos". En estos 10 años, hemos logrado la participación de artistas  de los municipios del Oeste y Centro Oeste Formoseño, del Chaco Salteño, del Chaco Paraguayo y representaciones profesionales del Chaco Boliviano.

En este esquema de trabajo junto a la gente, siguiendo el espíritu del Modelo Formoseño y nuestra concepción Justicialista del trabajo social, empezamos a profundizar la participación de los artesanos, productores, músico y la población en general, logrando que  se empoderaran de la Fiesta, mediante la participación de la gente como actores del evento.

La Fiesta en sí dura dos días, la noche inaugural está destinada a los violinistas del monte, que vienen a mostrar sus capacidades musicales, adquiridas en la soledad de los montes, animando santeadas, casamientos, cumpleaños, yerras etc.; son hombres y mujeres que han apresado el sonido musical del monte para ir soltándolo cuando frotan las cuerdas para  que el mágico sonido montaraz brote del instrumento.

El segundo día comienza muy temprano, todavía no se han terminado de retirar los participantes de la noche anterior, cuando ya se empieza a preparar nuevamente el predio para que todo esté listo para las diez de la mañana, cuando comienzan las actividades de esta fiesta popular en la que el pueblo viene a pasar el día en el Parque El Paso, disfrutando durante el día de distintas actividades, que incluyen juegos criollos, como la taba, carrera de sortijas, torneos de truco etc., por la siesta disfrutan de La Peña del  Violín, con artistas en vivo, mientras esperan que comience el tradicional Bingo.

Y cuando el sonrojo del sol anuncia su adiós y la luna empieza a trepar por el bordo de la cañada, El Paso se llena nuevamente de luces, música y danza y un gran desfile de artistas locales, de la región, y de nivel nacional hacen bailar  a la gente, hasta clarear el día siguiente; así, cuando el amanecer empuja la oscuridad reclamando su lugar, empiezan los abrazos llenos de emociones por el encuentro y las promesas de volver a reunirse "para el año", como dicen en la zona por el año venidero.

19-06-2020 | Cargada en Prensa Cultural - Fuente: Subsecretaría de Cultura