PROFUNDIZAR
LOS DETALLES
Pero
se comete el error, a veces, de premiar y completar la acción
con la entrega de las distinciones. Es necesario profundizar los
detalles de modo tal que la trayectoria de estos hombres a los
que deben agregarse centenares que han quedado grabados en una
necrológica o en el tablero que identifica una calle del
centro o de los barrios periféricos.
Además, se comete el yerro de aceptar
una legislación que señala que los homenajes deben
hacerse a los hombres que ya no existen. Seguramente habrá
sido obra de alguien que no fue convocado en la nomina de notables
o de alguno que no tenía muy claro sobre la especulación
que podría devenir de un reconocimiento de esa naturaleza.
Pero quien puede poner en tela de juicio trayectorias
como la de Luis Codda, Luis Diez, Ricardo Juan Saraceni, Andrés
Rébori, Elías Fernández Carrizo, Rubén
Salaberry Ramos, José María Ortuondo, Silvio Argentino
Godoy, María Luisa Gigena, Luis Wilciades Aquino, Antonio
Romero, Víctor Domingo Juárez,”Coca”
Miño de Caraballo y tantos otros que ya no están?
DISTINGUIRLOS EN VIDA
Pero
hay gente notoria y notable por su humildad y servicio que sigue
viva. El doctor Ricardo Consentino, Saturnino López, Emilio
Ramón Lugo, Ulises Córdova, Franco “Palillo”
Romero son un ejemplo. Y también lo es el de otros más
jóvenes como Rudy Benítez, el farmacéutico,
que tanto apuntaló el deporte desde el esfuerzo personal
o médicos de la talla de Andino Aveiro, Carlos Candia o
Rubén Rodríguez de enorme capacidad profesional
y alta humanidad.
A partir de esta historia nueva –que se
alimenta también con los personajes que por su protagonismo
político aparecen con mayor asiduidad en los medios de
comunicación sociales, es como debe generarse un clima
diferente, afectivo, que es el que echará raíces
para sostener lo que vendrá.
Hay historiadores de la talla de Justo Lindor
Olivera, Emilio Lugo, Rafael Rumich y Sergio Lilo Diomínguez
que están buceando en ese plácido ambiente. Ocurre
que la velocidad de los acontecimientos es tal que una simple
medida urbanística está modificando la historia
viva de los formoseños.
“La isla”,un edificio de dos plantas
sobre la Napoleón Uriburu, la amplia casa colonial de Mitre
casi Fotheringham contigua a un corralón de materiales,
el viejo Hotel Belgrano y los edificios de España y Rivadavia
o España y Belgrano son ejemplos de lo que debe preservarse
para darle andamiaje a esta parte nueva de la vida de los habitantes
de Formosa.
Lucila Herlendy de Gaona, arquitecta ella, ha
sido una de las visionarias en esta defensa del patrimonio histórico
en la que se sigue debatiendo casi en soledad. Hace poco su suegra
vendió el legendario Hotel City de Brandzen entre San Martín
y Belgrano y ahora esa razón social ocupa el lugar de otro
viejo edificio formoseño: Hotel Colonial, en José
Maria Uriburu y San Martín.
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De todos modos no hay que ser exageradamente capitalinos
y hay que echar una mirada hacia Colonia Bouvier, Clorinda, Misión
Laishí, Tacaaglé, El Colorado y Pozo del Tigre porque
allí también se están exponiendo rasgos de
una provincia que reclama alimentarse de hechos y protagonistas
olvidados y marginados porque quizás tienen que narrar el
ayer no se dan cuenta que fueron desbordados, inadvertidamente,
por el paso del tiempo.
DIOSA Y PANTERA
Muchos
los han calificado despectivamente como “paracaidistas”
a quienes llegaron de otros lugares a instalarse en Formosa. Hay
que admitir que en esta expansión alcanzada por la provincia,
en lo poblacional y en lo urbanístico, se van diluyendo
los apellidos tradicionales, esos que permitían descubrir
rápidamente quien se casaba con quien, quien cumplía
quince años o fallecía.
Por imperio de esta evolución natural
de la ciudad y la provincia-impulsada por gobernantes serios y
responsables que los tuvimos y tenemos -así como por secuelas
de estudios u oportunidades laborales, hay en Formosa una rara
mezcla de diosa y pantera, como consigna la letra de la guarania.
De allí la necesidad de sembrar con los ejemplos propios
para que también los que llegan para asimilarse a la forma
de ser de los formoseños puedan abrevar de raíces
que puedan compartirla.
Así como hay formoseños que mejor
que no se hagan notar que lo son, también aparecen los
llegados de otras provincias o países que no solamente
han querido y han contribuido al crecimiento en serio de Formosa,
muchos de ellos ,con una perspectiva del conjunto mucho más
abarcadora, típica del recién llegado, nos han legado
poemas, ensayos, novelas, estudios y diagnósticos que han
ayudado a enriquecer este patrimonio que debe licuarse, mixturarse
para que no se pierda.
Es menester juntar las piezas sueltas ,converger
en la acción, Eporque evidentemente hay muchas voluntades
orientadas en la misma dirección restauradora y reivindicativa.
Creo que un ejemplo de ello lo tuvimos en la gesta fundacional
de Luis Jorge Fontana y con el protagonismo de quienes consiguieron
la provincialización de Formosa en 1955.
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