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La conformación de consorcios integrados por jóvenes con capacidades especiales y egresados de escuelas técnicas, quienes trabajan en micro-carpinterías para reparar mobiliario escolar, anticipa nuevos horizontes de crecimiento, ya que también se trabaja en ampliar sus labores para que fabriquen materiales didácticos y juguetes de maderas para los niños de los jardines de infantes.
Hay una conjunción de esfuerzos a partir de esta estrategia que ya viene desarrollando el Ministerio de Economía, Hacienda y Finanzas a través de la dirección de Asociativismo y Economía Social, además del Registro Nacional de Efectores que los inscribe como monotributistas sociales, de tal modo de "blanquear" sus actividades, poder facturar, tener una obra social y hacer aporte jubilatorio, además de la legisladora Sandra Moreno que acciona desde su tarea social en la ciudad impulsando la inserción laboral de estos jóvenes.
Justamente, la diputada señalo que "a través de este emprendimiento se está generando trabajo para diversos sectores. Acá se ha integrado un equipo de jóvenes egresados, también con dos carpinteros de mucha experiencia como la de Julio Rojas, un conocido carpintero de acá del barrio San Miguel y también Rafael Roldán, del barrio Luján. También se ha incorporado a jóvenes con capacidades diferentes seleccionado de acuerdo a sus capacidades de realizar estas tareas de carpintería".
Tras aludir a que en este caso de la carpintería que funciona en el San Miguel
"se han conformado dos consorcios encargados de la reparación del mobiliario de las escuelas que están deteriorados", agrego que en cada uno de ellos trabajan hasta cinco personas pero se tiene previsto ir conformando otros consorcios en el interior provincial, justamente para que estos se encarguen de esa misma tarea en las escuelas del interior.
Anticipó inclusive que "estamos ya trabajando en un proyecto conjunto con los ministerios de Educación y Economía para que otros jóvenes con capacidades diferentes se encarguen también, dentro de la tarea de carpintería, de la elaboración de material didáctico y de juguetes para proveer a los jardines de infantes".

"Los guías"

Julio Rojas y Rafael Roldan, dos hombres de experiencia en el rubro carpintería, son quienes hacen las veces de "guía" de los jóvenes, y sus expectativas son las mejores.
Rojas aludió justamente a que "estamos trabajando satisfactoriamente y con muchas ganas con chicos egresados del Centro de Formación Profesional N°1. Tenemos planeado en el segundo semestre de este año aprovechar el sistema de pasantías para que los chicos puedan y tengan la posibilidad de capacitarse en la comercialización de lo que es producción real".
Explicó que "en la primera etapa se hace una selección en la Escuela Especial N° 1 articulando con el Centro de Formación Profesional y hacen su capacitación allí por dos años. Una vez que egresan tienen la posibilidad de incorporarse a este consorcio para hacer la parte de llevar a la práctica lo que han aprendido".
El consorcio que como se indicó antes también está conformado por chicos con capacidades diferentes y gente con mucha experiencia, como el señor Roldán que tiene muchos años carpintería y refirió justamente a que "vine acá y encontré este hermoso grupo conformado por esta gente, me invitaron y me sumé a ellos".
"Para mi esta iniciativa es muy buena, desde dos puntos de vista: Desde la incorporación de chicos con capacidades diferentes hasta nosotros los pequeños empresarios que queremos unirnos para poner en marcha este emprendimiento, para desarrollar nuestro oficio, nuestra profesión, y que pueda convertirse en una alternativa de trabajo para nuestra gente", significó.

Afianzando el trabajo social

Por su parte, el director de Asociativismo y Economía Social, Ricardo Fischer, aludió a que el consorcio del San Miguel "es muy especial", explicando que "nosotros hablamos que tenemos nuestras pequeños empresas, pero también tenemos los microempresarios, los que son muy pequeños, que no pueden fabricar mobiliario, entonces le buscamos la posibilidad de que trabajen en tareas de reparación, insertando tanto a egresados de colegios técnicos como chicos con capacidades especiales y que han sido capacitados en el oficio" .
Aludió a que "estos chicos con capacidades diferentes que trabajan muy bien en la madera. Esto por un lado, y por el otro, la necesidad del Estado de que el mobiliario que van sacando las escuelas debe repararse. No se reemplazan en un ciento por ciento, porque hay algunos que están en condiciones de ser reparados".

"Todo esto generó la idea de conformar un consorcio con esta gente que quiere trabajar, lo que tuvo una muy buena recepción, lo que significa un afianzamiento del trabajo asociativo y así se habilitó este taller donde se desempeñan estos chicos, con la guía de carpinteros con mucha experiencia, que son los que les están preparando para que puedan avanzar en este trabajo", ponderó.

2500 monotributistas sociales

En tanto que Liz Yanacon, referente local del programa del registro nacional de efectores que da el beneficio del monotributo social, el cual depende del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, explico que desde el centro de referencia de Formosa "estamos sumando a actividades que necesitan de este programa, como ser emprendimientos pequeños como el de estos jóvenes que reparan mobiliario escolar".
"El beneficio de tener una obra social, aporte jubilatorio y otro aspecto muy importante como blanquear la actividad que realizan y así tener mas trabajo ya que pueden facturar, son aspectos muy relevantes dentro de toda faz laboral", sostuvo, para cuantificar que "hasta diciembre de 2007 teníamos 2500 personas inscriptas en el monotributo social en toda la provincia".
Indicó finalmente que "para ser monotributista social hay que tener un perfil determinado, como estar dentro de un esquema social vulnerable, sin dependencia laboral anterior, y su tarea debe ser de manera independiente, entre otros que demuestren que no se encuentre en condiciones de pagar el monotributo común y opta por el social que exige un pago mínimo de $ 12,22".