Con genética y tecnología se apoyará a los pequeños productores bananeros.

La banana orgánica puede tener un gran futuro si se trabaja en forma conjunta y se avanza en la mejora tecnológica, ya que el pequeño productor formoseño, por una cuestión financiera, aplica baja carga de agroquímicos en los cultivares.

La banana orgánica puede tener un gran futuro si se trabaja en forma conjunta y se avanza en la mejora tecnológica, ya que el pequeño productor formoseño, por una cuestión financiera, aplica baja carga de agroquímicos en los cultivares. Esto permitiría el posicionamiento, con una buena poscosecha, de un producto de gran calidad, en mercados exigentes, como el de la Unión Europea (UE).
Así lo refleja el diario metropolitano La Nación en su suplemento Campo que alude al propósito de Formosa de encarar en forma decidida una verdadera revolución en materia de frutihorticultura donde la banana ocupa un lugar central.
Esa idea dejó Luis Pocasangre, un experto mundial en bananicultura, oriundo de Costa Rica, en cuatro días de jornadas técnicas realizadas en el Centro de Validación de Tecnologías Agropecuarias (Cedeva), de Misión Tacaaglé, ante un auditorio integrado por delegaciones de Salta, Jujuy y Paraguay así como de los representantes argentinos ante Acorbat, el máximo organismo mundial que entiende en materia de banano.


Duplicar los rendimientos


Formosa tiene alrededor de 800 productores de banana, de los cuales casi el 60 % es pequeño. Esta es la franja a la que se aspira a ayudar desde la tecnología, la genética y prácticas culturales sencillas para que las 4500 hectáreas dejen de producir un promedio de 20 toneladas por hectárea y se llegue a duplicar esa cifra.
Pocasangre estimó que en Formosa hay un programa que permite instalar algunas zonas, regiones o colonias que trabajen específicamente en banana orgánica y se sorprendió por lo fácil que sería organizar esta producción, a pesar del individualismo que percibió entre los productores.
Jorge Balonga, coordinador de los Cedeva, dijo que las iniciativas de Pocasangre podrían ponerse en práctica rápidamente ya que Formosa tiene como gran potencial la calidad del producto y la existencia de un programa de gobierno para el desarrollo del cultivo con toda la tecnología.
"Esas características posicionan muy bien a Formosa, lo que se debe aprovechar como una ventaja competitiva del productor formoseño para que gane más y viva mejor", apuntó Balonga.
Además, se expuso que la UE demanda el envío de banana con una baja carga de agroquímicos, y que busca productos sanos.
Esa es la causa por la que productores importantes como los de República Dominicana y Costa Rica están tratando de obtener banana orgánica, a pesar de que tienen una limitante para producirla: la sigatoka negra. En algunos casos, realizan hasta sesenta aplicaciones de agroquímicos por año. Es decir, casi una por semana. "La gran ventaja de Formosa es que no tiene sigatoka negra", dijo Balonga que expresó que ésa es la única garantía que permitiría trabajar con banana orgánica, ya que necesita menores aplicaciones de agroquímicos.
Incluso se pudo apreciar en charlas entre productores privados y Pocasangre que algunas prácticas culturales bajarían la cantidad de aplicaciones necesarias. Estas prácticas son, por ejemplo, deshojar y eliminar hojas con sigatoka amarilla, o quemarlas.
"Si una hoja que está afectada está en la planta, tiene una gran posibilidad de disparar el desarrollo de la enfermedad en todo el bananal", explicó Pocasangre. Sin embargo, si esa misma hoja cae al suelo, tiene muy bajas posibilidades de contaminación. "Se trata de prácticas muy fáciles de realizar. No se trata de aplicar una tecnología, sino de una práctica cultural simple que podría bajar la cantidad de inóculos que se haya en los bananales", agregó el especialista.


Estrategia regional


En las jornadas técnicas también se definió una estrategia regional para mejorar la calidad de la producción bananera. Con ese objetivo, en marzo la Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay presentarán un proyecto ante Acorbat para recibir líneas crediticias. Por otro lado, allí se insistió en que todas las prácticas propuestas, amigables con el ambiente, son las que, además, pueden permitir bajar los costos de producción. Para dar una medida de la importancia de producir banana orgánica, se comentó que en las góndolas de los supermercados, su precio es entre un 30 y un 40 % más alto que el precio de la banana tradicional.
Además, los técnicos reconocieron que lo esencial en la decisión de producirla radica en posicionarse en los mercados internacionales. Y, para esto es necesario contar con una producción de bananas saludables con el ambiente y el ser humano. De lo contrario, resultará muy difícil ingresar en los mercados más competitivos y disputárselos a las grandes empresas.
Lo cierto es que, en Formosa, se está trabajando en dos aspectos netamente de punta. Por un lado, se cultivan lotes orgánicos que se trabajan con un productor particular fuera del Cedeva de Tacaaglé, aunque dirigido por sus técnicos. Por el otro, se trabaja en los nuevos materiales que hay en el mundo, fundamentales para el desarrollo de una bananicultura sana, con cultivos parejos y baja carga de enfermedades.


Tecnología


Además, se trabaja en estrecha relación con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) para definir los clones más promisorios, y para multiplicar y definir los materiales de mejor calidad que existen en el mundo. También, se busca adaptar estas variedades a la provincia de Formosa y lograr una semilla de alta calidad para posicionar su producción entre las mejores en el orden internacional.

10-03-2008 | Cargada en Fsa. en Marcha - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social