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Un importante despliegue de maquinaria vial y obreros se viene dando en los últimos días en toda la jurisdicción del bañado La Estrella, dado que en esa región se trabaja en la consolidación y reparaciones de anillos de defensas que protegen a comunidades que en esta época se ven amenazadas de anegarse ante el ascenso que experimenta el importante humedal.
Fortín Soledad es uno de los sitios donde se trabaja en reacondicionar sectores de la defensa de unos cuatro kilómetros que protegen al pueblo, la cual había sufrido socavaciones producto de las intensas lluvias así como también por el constante movimiento de ganado en la zona. Tareas en los taludes del terraplén y sectores laterales de este anillo, movimiento de suelos en diferentes frentes, compactaciones y perfilados, son las tareas que ejecutara la Dirección Provincial de Vialidad que se estima estarán concluidos en corto tiempo, dando así un reaseguro a los pobladores.
Un relevamiento de las tareas que se cumplen en esas apartadas regiones del oeste y noroeste se realizó el pasado lunes en el despacho del ministro de Planificación, doctor Jorge Ibáñez, en una reunión de la que participo el administrador de la DPV, Jorge Jofré.
Se explico que para llegar hasta el lugar los equipos apelan a la traza de la ruta 32 a partir de Las Lomitas.
También en las últimas horas se sumo una nueva gestión que tiene que ver con la puesta en funcionamiento de grandes bombas que servirán para expeler el agua acumulada en el interior del recinto recreado por los murallones defensivos que tienen allí unos 4.000 metros.
Se hizo referencia a que de lo que se trata es de subsanar, sobre todo, la erosión de partes de las defensas que a causa de las lluvias presenta cárcavas, esto es una suerte de surcos que cuanto mayor precipitación reciben aumentan su profundidad.
En lo que respecta a la situación creada por los desbordes del bañado La Estrella en la zona de Guadalcázar, donde se produjo un corte sobre la traza de la ruta 86, se indico que están en la zona técnicos y profesionales del distrito con sede en General Belgrano que observan en terreno las medidas a adoptar para reactivar lo antes posible la transitabilidad en la zona, según las disposiciones del gobernador Insfrán en su reciente gira por las áreas en emergencia.
Se estima que el problema será resuelto pronto porque el sector afectado no supera los 50 metros de longitud.
En lo que respecta al oeste, explicó en la reunión con Ibáñez que se trabaja para superar los inconvenientes causados por las copiosas lluvias en las zonas de El Churcal y la ruta 39 que conduce hacia Pozo de Maza.
En cuanto a la realidad de El Quebracho, se indico que la situación se mantiene estable respecto de cómo se presentaba en ocasión de la visita del titular del Poder Ejecutivo.
Allí están trabajando obreros y equipos viales pertenecientes a los distritos Capital, Ingeniero Juárez y El Colorado.
Finalmente se sostuvo que este relevamiento cotidiano de lo que sucede con las rutas, caminos vecinales y murallones defensivos responde al propósito de cumplir con las indicaciones gubernamentales de renovar esfuerzos para evitar mayores complicaciones en el cuadro de la emergencia, situación que se mantiene bajo el control por la acción articulada y complementada de todos los organismos del estado.

Monitoreo

Se anticipó asimismo que existe un monitoreo permanente por parte de los organismos del estado como la Unidad Provincial Coordinadora del Agua del desplazamiento del importante volumen de agua que desde el río Pilcomayo va descargando al bañado La estrella, y también la que ya esta atravesando el vertedero de la ruta 28, donde esta funcionando la importante obra hidrovial. Es que a medida que los importantes caudales vayan bajando a través de riachos que atraviesan rutas como las 26 y 24, se pueden producir algunos desbordes, de ahí que se esta alerta a fin de actuar con premura y ejecutar trabajos que sean necesarios ante pronósticos ciertos de posibles rebases de cursos menores que pudieran afectar a parajes o campos.
Aunque se advirtió que de acá a un par de meses por lo menos, el monitoreo será una constante, dado que el agua seguirá bajando en grandes volúmenes, y si bien las obras de manejo de los recursos hídricos se están comportando muy bien, hay regiones donde los desbordes son inevitables ante volúmenes tan importantes. Basta recordar que en su momento se tuvo que trabajar en defensas en la localidad de Colonia Pastoril, la cual estaba amenazada con anegarse por los caudales que fueron bajando.