Por las defensas, El Quebracho resiste el embate de una gran masa hídrica en el oeste.

El esforzado y agotador trabajo que llevan a cabo operarios y técnicos de la Dirección Provincial de Vialidad, más tres empresas viales privadas, permite que la población de El Quebracho, a unos 550 kilómetros al oeste de la capital ...

El esforzado y agotador trabajo que llevan a cabo operarios y técnicos de la Dirección Provincial de Vialidad, más tres empresas viales privadas, permite que la población de El Quebracho, a unos 550 kilómetros al oeste de la capital, resista la gran presión de una enorme masa hídrica que está inundando toda la región.
Como se sabe, toda la zona del Chaco Salteño y otros puntos de la región, están siendo castigados por graves inundaciones, provocadas por las intensas lluvias de los últimos días y la crecida anual del río Pilcomayo.
Pero el fatigoso trabajo, sin pausa y durante 24 horas por parte de estos organismos, permite que hasta ahora ni una sola vivienda de los aproximadamente 600 pobladores de la comunidad aborigen, se vea afectada, por lo que puede calificarse a las tareas como exitosas. Todo esto ocurre en esa zona del extremo oeste provincial, donde incluso ya impera el optimismo, porque según cálculos técnicos, las aguas empezarán a bajar en las próximas horas.
Sobre la situación, el comisario general Lorenzo Ocampo, jefe de la Unidad Regional 5 de la Policía de la Provincia, con asiento en Ingeniero Juárez, informó que "tenemos una evacuación del 95 por ciento de la comunidad y la situación no está crítica en El Quebracho, sino en la zona adyacente. En la zona de las barreras tenemos dos frentes muy críticos, con una descarga de agua de un metro y medio aproximadamente sobre las barreras, que está recibiendo un refuerzo  o sobrecarga para soportar los embates de la masa hídrica".
Informó asimismo que "los pobladores fueron evacuados a dos comunidades. Una es El Divisadero y la otra es El Treinta, que son comunidades aborígenes y para la movilización de las personas hemos empleado tractores con acoplados, que corresponden a los municipios de Ingeniero Juárez y de General Mosconi. Las evacuaciones se llevaron a cabo como medidas preventivas y dentro de la comunidad no tenemos registrado ninguna vivienda afectada", remarcó el funcionario policial.
En las últimas catorce horas, el río Pilcomayo experimentó un aumento de 4 centímetros en su nivel y en estos momentos hemos sabido mediante controles que está ahora estacionado, con un escurrimiento de agua hacia el sector oeste, donde finaliza la barrera.
"Tenemos bajantes en la zona de María Cristina y Mosconi, que para nosotros es un gran alivio y si el tiempo nos acompaña el trabajo que estamos haciendo en la zona de las defensas es fructífero y no permitirá el ingreso de las aguas a la población", afirmó Ocampo.


Barreras de contención


En tanto que el supervisor de obras de la Dirección Provincial de Vialidad Cristian Peters,  precisó que lo que se está construyendo a modo de anillo protector "son obras de emergencia ante un desborde que se produjo en la zona de El Quebracho, no previsto, dado que nosotros estuvimos abocados al problema que amenaza a El Potrillo, reforzando las defensas contra las inundaciones. El desborde ocurrido en este sector provocó que el agua se dirija directamente hacia el poblado de El Quebracho y hacia la ruta que lo une con El Potrillo y con Pozo de Maza. Los trabajos que ejecutamos consisten en terraplenes de contención en las zonas más críticas y en los últimos días, encaramos las construcciones de algunos canales de desagües artificiales, porque el nivel de las aguas sube constantemente, con crecidas del orden de un metro y medio en tan solo cuatro días. Es este un caudal de agua muy importante y el único modo de evacuarlo es mediante canalizaciones",  reseñó .
Añadió Peters que "hasta el momento hemos logrado contener las aguas hasta el sector central de las defensas, por lo que el casco central de El Quebracho está sin agua, no está inundada, llevando tranquilidad a la población habida cuenta de la gran cantidad de infraestructura construida por el gobierno provincial, como escuelas, sedes de Registro Civil, viviendas y otras mejoras importantes en materia edilicia. No obstante, se procedió a cortar la ruta porque es el único modo de evacuar las aguas hacia el sur, buscando que el nivel de las aguas de esta zona se reduzca por su propio escurrimiento", subrayó.
Las  barreras tienen una longitud de unos 13 kilómetros lineales, realizado en tiempo mínimo en virtud de la emergencia que se padece. La DPV esta operando aquí con dos retroexcavadoras, dos topadoras, un compactador, camiones tanques y volcadores y aproximadamente 18 obreros que forman la cuadrilla.
"Desde el pasado viernes estamos trabajando en este lugar contra reloj, las 24 horas, operando en varios frentes, ante la amenaza de las aguas, que estuvieron a punto de sobrepasar las barreras, pero hasta ahora se las puede contener", dijo finalmente el supervisor de obras.


Correderas fluviales y trabajos contra reloj


Un miembro de la empresa vial privada que opera con las correderas fluviales, de apellido Rivira, dijo sobre la contingencia que "se nota que hubo un levantamiento del fondo, del lecho del cauce, por lo que las aguas se desviaron hacia la zona de El Quebracho. Acá se ha trabajado intensamente las 24 horas, con la gente de la DPV y los miembros de la empresa vial y tuvimos el placer de compartir trabajos, hasta en los niveles más insospechados, como tener que acarrear combustible a mano a través de terrenos difíciles, por ejemplo. Aparte de las crecidas, tenemos en esta zona grandes lluvias, que no permitían el ingreso de ningún tipo de vehículos a determinados puntos, pero hasta hoy se esta logrando salvar a la comunidad gracias al apoyo total de toda la gente", recalcó mientras supervisaba la obra en la misma zona de la emergencia.
"Somos tres empresas las que trabajamos en este lugar, junto a los miembros de la DPV, y operamos con la construcción de las correderas fluviales, obra que permite derivar las aguas del río Pilcomayo hacia el bañado La Estrella. Y así como tenemos el ingreso de aguas hacia el territorio de Formosa mediante el proyecto "Pantalón" que es compartido con el Paraguay, también ingresan sedimentos, dentro de un proceso totalmente natural, con el que tenemos que convivir cíclicamente", indicó Rivira.


Una comunidad agradecida


Por su parte, el director de la Escuela de Frontera Nº 5 de El Quebracho, el profesor Juan Carlos Lavaqué, afirmó que "menos mal que en esta comunidad, desde hace dos años tenemos organizado una comisión de crisis, que está funcionando muy bien. Cuando las aguas se han acercado, se ha dado el alerta y canalizamos todo a través del Ministerio de Gobierno y la subsecretaría correspondiente. Las respuestas desde allí han sido sorprendentes. La gente de la DPV que estaba con sus equipos en El Potrillo puso la máquina a disposición de nuestra comunidad para que el pueblo no se inunde, junto a empresas privadas que operan en la zona".
Finalmente, sostuvo que "ror eso es que esta comunidad está muy agradecida a toda esta gente y al gobierno provincial. El respaldo y la asistencia de las esferas oficiales ha sido desde el primer momento de la emergencia".


El Quebracho y el arraigo de sus pobladores


El agua ha cercado el paraje El Quebracho, ubicado en el departamento Ramón Lista, en la cercanía del límite con Salta, donde el Bañado La Estrella castiga la zona tras recibir un importante volumen de agua del río Pilcomayo tras las últimas lluvias registradas en Bolivia. En ese punto de la geografía provincial, más de medio millar de aborígenes wichi y criollos, han debido evacuarse y esperar el comportamiento más benévolo de la naturaleza, en tanto que el Gobierno el doctor Gildo Insfrán a través de un constante monitoreo de la situación, y el  trabajo titánico de equipos de la Dirección Provincial de Vialidad y empresas privadas, busca canalizar el anegamiento y disminuir los efectos de la crecida sobre El Quebracho, y comunidades cercanas como El Divisadero, Kilometro 30, Los Tres Pozos y Puerto Irigoyen.
En El Quebracho, ya no quedan niños, mujeres y ancianos, todos ellos están a resguardo en lugares más seguros, en el paraje los varones adultos aguardan en constante vigilia la evolución de la inundación, mientras colaboran con los hombres de Vialidad, Policía, maestros, funcionarios del SENASA, además de los funcionarios de distintas áreas del gobierno que se encuentra allí a fin de defender el lugar, y la importante infraestructura existente. El centro de reunión, en la Escuela de Frontera Nº 5 "El Quebracho", sitio emblemático y lugar de toma de importantes decisiones para la vida de la comunidad.
Que la Escuela sea la base de operaciones de El Quebracho no es casual, sobre 600 pobladores de El Quebracho e igual número de habitantes de parajes cercanos, más de 250 niños y jóvenes están escolarizados, y asisten a clases en la Escuela Nº 5, sus anexos, y la Escuela Agro técnica Nº 10. "La escuela funciona como el centro de todas las acciones de la comunidad, es por ello que ha sido elegida como centro de operaciones en esta situación crítica que nos toca vivir. Para nosotros es muy importante que el agua no sea una amenaza constante sobre los lugareños, valoramos la fidelidad y el apoyo del gobierno hacía nosotros", sostuvo el docente Juan Carlos Lavaque, actual asesor de una junta de gobierno que se encuentra conformada por los caciques Crescencio Martínez y Adanias Gómez, además del criollo Anastasio Ruíz.
Valores como la tolerancia, la cooperación y un entrañable apego al lugar de origen, sostienen fuertemente el arraigo de aborígenes y criollos que hoy están expuestos a los caprichos del río Pilcomayo, un río de montaña y llanura que nace en el altiplano boliviano y que muere en el bañado Las Estrellas a muy poca distancia de El Quebracho. Nadie quiere abandonar el lugar y buscar otros asentamientos, con certidumbre esperan que obras hídricas de mayor envergadura que las existentes puedan canalizar y manejar el agua del Pilcomayo y el Bañado La Estrella, para que ellos puedan seguir viviendo en la zona y continuar siendo mojones vivientes de la argentinidad en la frontera.
El Gobierno ha llegado con asistencia directa consiste en alimentos y chapas para permitir que los evacuados que llegaron a los parajes El Divisadero y Kilómetro 30 puedan paliar la situación. A escasa distancia, la ruta vecinal 410 ya ha sido superada por el agua en grandes extensiones, dificultando el paso de vehículos que buscan mantener el contacto por tierra con El Quebracho y que de esa manera prolongan la dura batalla contra la masa de agua que mantiene sitiada al pequeño poblado donde aborígenes y criollos coexisten y mantienen sueños en común. En las últimas horas una comitiva oficial partió hacia Ramón Lista, para evaluar en el terreno los pasos a dar.
En el Quebracho, hombres y máquinas trabajan en turnos de 24 horas, casi al límite de sus posibilidades, con la perspectiva de que tanto esfuerzo pueda permitir salvar al pueblo, a sus habitantes y a la valiosa infraestructura que el Gobierno ha construido en el paraje. El Bañado la Estrella fuente de vida y prosperidad amenaza hoy a la comunidad, en tanto que el Gobierno, junto a wichies y criollos, esperan poder concretar obras que permita la convivencia feliz con la naturaleza.

14-02-2008 | Cargada en Noticias - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social