Más de medio millar de pobladores de El Quebracho dejaron sus hogares.

Al menos el 90 por ciento de los 600 pobladores de la comunidad de El Quebracho, situado a unos 550 kilómetros al oeste de esta capital, debieron dejar sus hogares y ser reubicados preventivamente en parajes cercanos ...

Al menos el 90 por ciento de los 600 pobladores de la comunidad de El Quebracho, situado a unos 550 kilómetros al oeste de esta capital, debieron dejar sus hogares y ser reubicados preventivamente en parajes cercanos ante la amenaza de las aguas que se encuentran contenidas por un anillo de defensas construidas de urgencia en esa región.
También existe otro grupo de familias, en este caso de productores ganaderos criollos, que en un número cercano al medio centenar han sido afectados por el avance de la importante masa de agua del rio Pilcomayo, y están siendo asistidos a fin de mitigar los efectos de la emergencia.
Si bien las aguas están siendo contenidas por el anillo defensivo que Vialidad Provincial ejecuto de urgencia y que demanda trabajos permanentes durante las 24 horas a fin de que pueda seguir soportando la presión de tremendos volúmenes, se advierte que de presentarse lluvias la situación podría verse agravada, algo que se temía ante los densos nubarrones en la tarde de ayer en esa zona. Aunque trajo algo de alivio el hecho de que el ascenso de casi 30 centímetros del lunes se redujo en las ultimas 24 horas a solo diez.
"Nunca antes el agua había llegado a solo 500 metros de El Quebracho como este año, creo que en la mayor crecida que habíamos tenido se acerco a unos cuatro kilómetros, no mas, pero ahora de no ser por las defensas construidas, habríamos estado todos inundados", sostuvo un viejo poblador, quien como otros mas de 500 del lugar decidieron trasladarse a parajes como El Divisadero y Kilómetro 30, el primero a 12 kilómetros y el segundo a 18 de su comunidad. El centro de operaciones del Comando de Emergencia que funciona en la Escuela de Frontera Nº 5 del lugar coordinó todo el traslado de las familias, y al mismo tiempo desplego personal para la seguridad de las viviendas que fueron abandonadas por sus moradores.
Reconocen que si bien confían en que las aguas no pasarán las defensas, consideran que haber decidido reubicarse obedece a que el agua esta a una altura de casi dos metros y presionando las barreras, por lo que preventivamente consideraron que lo mejor era reubicarse, para lo cual desde el Ministerio de Gobierno de la Provincia se coordino en principio adecuar los terrenos donde luego fueron trasladados y la asistencia integral de estas familias aborígenes en estos sitios donde residen provisoriamente.
El jefe de la UR-5, comisario general Lorenzo Ocampo, quien se encuentra coordinando la tarea del personal policial en la misma El Quebracho, dijo que todo el operativo diseñado para mitigar los efectos de la emergencia se encuentra desarrollándose sin mayores contratiempos, y que los lugareños pese a la comprensible preocupación están colaborando. "Se dispuso trabajar operativamente en el mismo terreno donde la emergencia así lo requiere, para lo cual se ha desplegado personal y móviles para brindar seguridad a las personas y bienes, como también colaborar en la distribución de toda la ayuda que dispuso el gobierno", sostuvo.
Señaló que las familias que dejaron sus casas en El Quebracho están recibiendo la ayuda necesaria en El Divisadero y el Kilometro 30, donde en las últimas horas se viene entregando víveres, chapas, cobertores plásticos, agua potable, además de la permanente atención de profesionales de la salud.
En tanto que el supervisor de obras de la DPV, Cristian Peter, señaló que "la tarea de defender a El Quebracho es titánica, el personal trabaja en diferentes turnos las 24 horas en el lugar. En muy poco tiempo se levantaron las defensas en los sectores norte y este de la población, inclusive se trabaja a la vera del camino vecinal 410 (a través del mismo se accede a la comunidad desde la ruta 39) para permitir la transitabilidad".
En las ultimas horas el agua traspaso este camino vecinal a lo largo de unos 600 metros, por lo que las tareas estaban centradas en profundizar zanjas que permitan el escurrimiento de las aguas, las que por suerte no impedían que se pudiera ingresar a la comunidad, aunque en vehículos pesados o especiales.
El docente del lugar, Juan Carlos Lavaque, estaba también en el lugar, y tras cuantificar que al menos un 90 % de los pobladores han dejado sus hogares y reubicados en parajes que se encuentran a no mas de 20 kilómetros de allí, considero que era "lógico" que quisieran marcharse, dado que el agua que amenaza con ingresar se encuentra a una cota de 1,70 metros por sobre el nivel de las viviendas, por lo que de ceder los anillos defensivos, las casas hubieran quedados en minutos anegadas completamente. "Confiamos en que las defensas seguirán resistiendo, hoy (por ayer) creció 18 centímetros menos, por lo que de mantenerse esta tendencia y el buen tiempo nos siga acompañando, podremos decir que la amenaza de inundación ya paso", afirmó, aunque también consideró necesario que a futuro y dado el escenario cambiante de cada ciclo de crecida del rio Pilcomayo, se pueda disponer de un sistema de defensas integrados y permanentes, para no pasar zozobras como las actuales.
Por su parte, el responsable del SENASA en el lugar, médico veterinario Francisco Ramos dijo que el avance de las aguas afecto a 48 productores ganaderos de la zona, con quienes se viene trabajando en todo lo necesario a fin de atenuar los efectos de los perjuicios y al mismo tiempo en lo referente a la sanidad de los animales.

13-02-2008 | Cargada en Noticias - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social