El Gobierno Nacional abrió las puertas a las importaciones en el país, una medida que ha generado un gran debate en el ámbito político y económico. Supone una mayor competencia para intentar frenar la inflación; sin embargo, esto impactará negativamente en las PyMEs.
Puntos clave que incluye esta medida
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) modificará el plazo de pago de importaciones de alimentos, bebidas y productos de limpieza, cuidado e higiene personal. De un esquema de pago en 4 cuotas a los 30, 60, 90 y 120 días, pasará a un único pago a los 30 días.
Por otra parte, el Gobierno Nacional decidió suspender por un período de 120 días, el cobro de la percepción de Impuesto Adicional al Valor Agregado (IVA) y el impuesto a las ganancias a las importaciones de estos productos, y también de los medicamentos.
Argumentan que esta medida alentará la importación de productos de primera necesidad cuyos precios en el mercado local excedan los precios internacionales, generando una mayor competencia y, en consecuencia, a una disminución en la inflación y en el precio de estos productos. Entre los productos que se verán favorecidos se incluyen: bananas, papas, carne de cerdo, café, atún, productos de cacao, insecticidas, pañales, entre otros.
Medidas similares ya se han implementado en los 90´ con el supuesto objetivo de promover el comercio internacional y el crecimiento económico. Sin embargo, el impacto en las PyMEs ha sido negativo debido a los desafíos a los que se enfrentan las empresas para competir con los productos importados. La apertura de importaciones, nuevamente, genera preocupación para los sectores industrial y comercial.
En el contexto actual de estancamiento económico y caída del consumo, la medida anunciada por el Gobierno Nacional representa un duro golpe que puede llegar a ser letal para las economías regionales y PyMEs de capital 100% nacional, ya que muchas de ellas prácticamente no podrán competir de igual a igual con las empresas que serán beneficiadas por la apertura de importaciones y los beneficios fiscales otorgados, en su mayoría son empresas multinacionales con alta capacidad importadora, que incluso ya se encuentran operando en Argentina hace años, pero produciendo con mano de obra nacional.
Especialmente en Formosa, se resalta el impacto negativo en la producción local de alimentos como bananas, papas y carne de cerdo, productos realizados en la provincia. El beneficio impositivo otorgado a las importaciones podría haber apoyado a las PyMEs y economías regionales, potencialmente mejorando sus precios y contribuyendo a la reducción de la inflación. Sin embargo, las decisiones favorecen a las grandes corporaciones en detrimento de los productores nacionales y regionales.
¿Cuál es el efecto negativo en las economías regionales?
Permitir la importación a gran escala de alimentos, especialmente de frutas, verduras, hortalizas, vino y leche, afectará negativamente a los productores locales y la economía interna de cada provincia. Esto podría acentuar el deterioro que ya están experimentando las economías regionales de todo el país, lo que a su vez podría derivar en el cierre de empresas y en la pérdida de puestos de trabajo de todos los sectores relacionados. A mediano plazo fomentará la caída aún más del consumo, de las ventas y recesión de la actividad productiva, que se traduce en mayor desocupación y aumento de la pobreza.
Destruir este entramado productivo, pone a la Argentina en una posición de dependencia de las importaciones de alimentos, con el riesgo de interrupciones en el suministro debido a factores como la volatilidad de los precios internacionales, los conflictos comerciales o las crisis geopolíticas, agravando las desigualdades sociales dentro del país.
Soberanía Alimentaria: una política pública para la economía familiar
En este contexto, el Gobierno de Formosa se destaca por su aplicación de políticas públicas para la construcción de la soberanía, en términos de acceso a la alimentación, a partir de acciones estratégicas de participación por parte del Estado Provincial, indispensables para garantizar los derechos de los formoseños.
El Programa Soberanía Alimentaria Formoseña, es una política pública que asegura el acceso a los alimentos y productos básicos de consumo. Doce rubros forman parte del esquema de comercialización del Programa, de los cuales diez son rubros alimenticios, uno de productos de limpieza y otro de gas envasado en garrafas.
Algunas de las pymes participantes son:
“Agrofortuc” con sus productos como el azúcar, arroz Mitaí y Arroz Formoseño AF.
Red de carnicerías “Los Nenecos” y “Granja Kelly” que forman parte del esquema de Acuerdo de Precios del Gobierno.
“REFSA Gas” garrafas de GLP 10 KG.
“Molino Villafañe” y el “Sauzalito” harina de maíz.
“La Paulina” lácteos.
“Casapan” y “Qué Pan” panificadoras.
“Tupá Rendá” conservas.
“Proveeduría integral”
“Avícola Don Tito” y “Avícola Santa Ana”
“BiocleanPlast” productos de limpieza.
Por otra parte, la disponibilidad de los productos de la empresa “Nutrifor” dentro del esquema de Soberanía Alimentaria, refuerza la cadena productiva con valor agregado, que tiene inicio en la compra de materia prima al productor, luego la elaboración y finalmente la obtención de productos con alto valor nutritivo y de calidad, hechos por manos formoseñas.
En este marco, el ministro de Economía, Hacienda y Finanzas, Dr. Jorge Oscar Ibáñez indicó: “Este programa es una alternativa de compra de productos frescos y de calidad provenientes de los pequeños productores, emprendedores y PyMEs que fortalecen la cadena productiva. La medida adoptada por el Gobierno Nacional, de habilitar las importaciones perjudica de manera directa al sector productivo”.
El Gobierno Provincial, a través de la Subsecretaría de Defensa al Consumidor y Usuario impulsa y fomenta los canales de comercialización de los alimentos producidos por las familias paipperas y por las pymes formoseñas productoras y/o comercializadoras de alimentos, generando espacios que permitan la venta directa del productor al consumidor, sin intermediarios.